Yoshi’s Story cumple el 25 aniversario de su estreno en Nintendo 64, el tierno plataformas continúa en nuestra memoria

El 21 de diciembre de 1997, casi un año después del estreno en tierras niponas de la nueva consola de 64 bits de Nintendo sucesora de la archifamosa SNES, llegó la segunda aventura plataformera protagonizada por el verdoso dinosaurio estrella de la compañía de Kioto, Yoshi’s Story. Una secuela casi en nada parecida a Yoshi’s Island, que arriesgó por la perspectiva lateral en pleno universo en expansión de los plataformas poligonales tridimensionales, sin contar en esta ocasión con la omnipresente figura de Mario siquiera en versión bebé y eligiendo unos coloridos y enormes gráficos en píxeles 2D combinados con algunas figuras poligonales 3D, tomando como excusa un mundo de los Yoshis convertido en libro de cuentos con figuras plegables gracias a la maligna intervención de bebé Bowser.

 

Un título que, sabiendo que competía en un área, el de los plataformas 2D en perspectiva lateral, que en ese momento «no estaba de moda», optó por innovar en algunos aspectos, por ejemplo rompiendo la típica estructura de niveles con principio y línea de meta al final. En su caso, los niveles se dividían en áreas interconectadas y la única manera de terminarlos era comiendo treinta de las frutas repartidas por el camino, siendo una de ellas la favorita dependiendo del color del Yoshi escogido y la más abundante, los melones, que les gustaba a todos y había 30 pero mucho más escondidas. Teníamos por tanto varias maneras de terminar cada nivel: la versión rápida, comiendo 30 frutas al azar, el reto intermedio, buscando los 30 melones escondidos, o la versión más experta, tratar de encadenar combos que produjeran del algún modo hasta 30 frutas favoritas, por ejemplo, convirtiendo a los enemigos en frutas favoritas aporreando el suelo al tener activa la invencibilidad. La rejugabilidad de los niveles estaba por tanto asegurada, conforme le íbamos cogiendo el tranquillo.

 

La aventura se dividía en seis mundos o páginas temáticas de los cuentos de la infancia: paseos por las nubes, calas piratas, junglas, volcanes… y curiosamente sólo teníamos que elegir y superar uno de los cuatro niveles disponibles por página, tres de ellos desbloqueables a base de reunir otros tantos corazones grandes escondidos en cada nivel y detectables por su sonido. Quizás donde este título no llegó a brillar tanto fue en los controles, que resultaban algo toscos incluso entonces, con un bebé Yoshi al que le cuesta moverse y pararse y un salto algo pesado y más o menos controlable. En cualquier caso, pese a tratarse de un buen juego, no se trata de una de las aventuras de Yoshi más recordadas, de hecho los posteriores juegos prefirieron acudir al terreno conocido de Yoshi’s Island como inspiración en lugar de continuar innovando, tal y como intentó Yoshi’s Story, y tampoco es que por ello hayan superado al original…

 

Actualmente esta bella aventura, en la que nuestro objetivo es recuperar el Árbol de la Felicidad de las garras de baby Bowser para que los Yoshis puedan crecer felices, se puede disfrutar en la consola virtual de N64 a través del pase de expansión de Nintendo Switch Online, eso sí, tal cual en su formato 4:3 y sin ningún cambio en especial más allá de una aparente mejor resolución de pantalla. ¿Creéis que Yoshi’s Story merecería algún tipo de remasterizado con mejoras que le dieran una nueva oportunidad de lucirse?

 

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