Han pasado ya un par de meses desde el lanzamiento de uno de los mejores plataformas 3D que se han hecho en años, no son pocos los que, enamorados de él, tienen ganas de más y como pudisteis ver durante el Nintendo Direct del 12 de septiembre, la Gran N no se ha hecho de rogar mucho tiempo. Antes de continuar, es conveniente avisarte de que este contenido está pensado para los jugadores que ya completaran la campaña principal de Donkey Kong Bananza. Es más, para poder compartiros capturas del mismo, inevitablemente aparecen los iconos de dos transformaciones que no fueron anunciadas en su día, así que si aún no terminaste el juego base y deseas evitar «spoilers» innecesarios, te recomendamos posponer la lectura de nuestro análisis del DLC «Isla de DK + Caza de esmeraldas». Dicho esto, si sigues aquí, es muy probable que se deba a que te estás preguntando si merece la pena o no, por lo que vamos a dejarnos de rodeos y a ponernos manos a la obra.
Donkey Kong y Pauline se van de vacaciones
La trama del DLC «Isla de DK + Caza de esmeraldas» arranca cuando, al visitar un gong de teletransporte, la buena de Taxianguila tiene malas noticias que darnos. Sin demora, nos comunica que Void Kong, el villano que en su momento le lavó el coco a su marido, ha vuelto a las andadas y por algún motivo que desconoce, se encuentra en la Isla de Donkey Kong. Preocupados, DK y Pauline ponen rumbo a la isla, pero lejos de toparse con todo patas arriba, los amigos de nuestro simio favorito siguen con su día a día con normalidad, mientras que VK trama algo en la zona.
Tras hablar con él, nuestros protagonistas se enteran de que Void descubrió que las pepitas de banandio, bajo ciertas circunstancias, pueden alcanzar un «estado esmeralda» y, como es natural, VK cree que esa fuente de energía verde es una oportunidad para hacerse de oro. No obstante, al ya no tener personal que le ayude, no lo duda dos veces y le propone a DK trabajar para él. ¿En qué va a acabar todo esto? ¡Descubrirlo está en tus manos!
A efectos prácticos, el argumento del DLC es una especie de epílogo y sirve para enterarnos de qué pasó con las cabezas pensantes de Void Company. Si bien ver todo lo que puede ofrecer este contenido descargable de pago lleva más de 5 horas, es oportuno mencionar que lo que viene siendo la historia nueva, dura un «suspiro». En cuanto a la isla, además de ser bonita, está repleta de guiños, hay un par de cameos, algunos puzles, seis niveles de bonificación (los que se usan para sacar oro) y una serie de estatuas coleccionables que se consiguen gastando chips de banandio en la tienda de Squawks. Eso sí, eché en falta la presencia de desafíos nuevos y de eventos que pusieran a Diddy, Cranky y compañía en el centro de los focos.
Así es trabajar para Void Kong
A continuación, toca hablar de lo más llamativo del DLC para muchos, la caza de esmeraldas. A efectos prácticos, estamos ante un modo roguelike, en el que cada caza la empezamos sin la compañía de las habilidades que adquirimos con gemas de banandio durante la aventura principal. Además, a partir de la dificultad 3 en adelante (hay 7), se aumentan las rondas a superar y ni siquiera comenzamos con las bananzas de DK disponibles, por lo que para usarlas debes desbloquearlas, en gran medida, teniendo suerte con lo que te toca.
De cara a fortalecer a DK hay tres opciones; la primera es gastar chips especiales que conseguimos durante la «run» para desbloquear sus habilidades normales de una forma parecida a la que estábamos acostumbrados, la segunda consiste en elegir entre tres «ventajas esmeralda» aleatorias cada vez que encontramos un fósil o completamos una tarea opcional impuesta por Void Kong (da esmeraldas y chips) y la tercera es partiendo gemas de banandio en «estado esmeralda» que aparecen por el escenario. Es importante recalcar que este modo va escaso de mecánicas interesantes o habilidades nuevas para bananzas y todo lo que no es habilitar lo del juego base, se resume en multiplicadores para el número de esmeraldas que obtienes destruyendo a ciertos enemigos o realizando acciones de una forma u otra. Con la excepción de unos barriles de teletransporte que metieron para limitar los viajes rápidos entre las capas de un estrato, no añaden nada que modifique la jugabilidad habitual que ya conocíamos.
No obstante, el modo cuenta con una baza para ser desafiante: cada ronda tiene un tiempo límite, que corre en nuestra contra mientras debemos cumplir con las cuotas de Void. Ni que decir tiene que lo que pide por ronda va subiendo y que dichas peticiones son mucho más elevadas si optas por jugar en una dificultad superior (sí, también se mejora tu premio). Por lo demás, básicamente usan el estrato de la Isla de Donkey Kong y cinco que visitamos en el pasado como escenarios. ¿Hay algún aliciente extra para jugar a esto? Aparte de cobrar chips convencionales y experimentar el resto de la trama tras obtener todos los premios, después de cada caza de esmeraldas nos enseñan un informe con nuestros resultados y hay un sistema de puntos con el que conseguir ropa nueva, música, un mayor repertorio de bonificaciones posibles y como ya te estás imaginando, hay que acumular puntos para poder acceder a la sección roguelike de todos los estratos.
En lo referente al rendimiento y a temas técnicos, no noté diferencias destacables frente al juego base; la norma es que todo vaya a la perfección, pero en ocasiones contadas el framerate se resiente un poco, sigue habiendo «popping» y demás. En cuanto al tema sonoro, escuchamos nuevas líneas de diálogo dobladas para la ocasión y siete melodías adicionales que se incorporaron al increíble repertorio de 110 temas que ya disfrutamos en nuestro camino hacia el centro de la Tierra.
Donkey Kong Bananza «Isla de DK + Caza de esmeraldas» (DLC) – ¡Es hora de volver a casa!
En definitiva, «Isla de DK + Caza de esmeraldas» es un DLC de Donkey Kong Bananza que actúa como una especie de epílogo simpático para la aventura que vivimos hace un par de meses. La isla de Donkey Kong es curiosa de ver gracias a su multitud de guiños y cameos, mientras que la caza de esmeraldas, aun siendo entretenida para jugar un par de tardes, me deja con la sensación de que podía ir un paso más allá en lo jugable. Dicho esto, si merece la pena o no, ya depende de cada uno, pero yo al menos eché un buen rato.















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