Desde que fueron lanzados al mercado, tanto Fire Emblem: Heroes como Animal Crossing: Pocket Camp han funcionado bien en lo que respecta a obtener ingresos, pese a ser videojuegos free2play que pueden disfrutarse sin gastar un solo céntimo. El primero en concreto es el título para móviles que mejor está funcionando para la compañía nipona, siendo además uno de los juegos que puedes encontrar en el TOP de más rentables de Android. Y mientras siguen amasando dinero, puede que tú te preguntes… «¿pero quién gasta en esto?, si llevo años jugando sin haber comprado un solo orbe». Los beneficios están ahí para demostrar que son un modelo de negocio viable, que hace posible que estos títulos existan gracias a la gente que invierte en sus microtransacciones.
Animal Crossing: Pocket Camp y Fire Emblem: Heroes dicen adiós a Bélgica
Triste noticia para los jugadores de Bélgica, donde Nintendo se ha visto obligada a anunciar el cese de Fire Emblem: Heroes y Animal Crossing: Pocket Camp, pues las actuales leyes de dicho país no permiten su existencia en este mercado. Lo cierto es que lo que dice la ley no termina de estar claro, pero directamente ataca a todo lo que tenga que ver con «lootboxes» (conocidas también por cajas de botín) y microtransacciones, de tal forma que EA se vio obligada a retirarlas de juegos como FIFA. Es por este motivo que ambos juegos dejarán de estar disponibles en el mercado belga a partir del 27 de agosto de 2019, desapareciendo la posibilidad de que futuros títulos con el mismo modelo de negocio puedan ser lanzados, como por ejemplo Mario Kart Tour o Dragalia Lost, eternamente esperado en Europa, a no ser que cambie la ley o se concrete de otra forma.
Es difícil ser amigo de las microtransacciones, y ver como un videojuego te obliga a pagar para poder «realizar tiradas y más tiradas», que no te garantizan conseguir a esos personajes u objetos que deseas, es algo que incluso podemos aborrecer. La cuestión es que los juegos de Nintendo tienen un cierto equilibrio en estas cuestiones, que otros no, y luego tenemos esta otra cara de la moneda: ¿es mejor que un mercado se quede sin una experiencia por algo así? ¿No sería mejor aplicar una restricción de edad y a correr? Sea como sea, en España por ahora no tendremos que preocuparnos por este tipo de «problemas».