La longeva saga Ys sigue con su desembarco en el viejo continente, después de que varias de sus últimas entregas (como Ys VIII o Ys Origins) lleguen a la consola híbrida de la Gran N. Así, la novena entrega numerada creada por Nihon Falcom (y distribuida por NIS América), Ys IX: Monstrum Nox, nos pone de nuevo en la piel del famoso aventurero Adol Christin, a su llegada a una ciudad en la que nada es lo que parece y en la que hay un oscuro secreto detrás de una serie de “monstruos” que “aterrorizan” a sus habitantes. ¡Vamos a desgranar esta nueva entrega ahora que llega unos meses más tarde a Nintendo Switch!
La noche de los “Monstrums” ha llegado
Una vez más, el aventurero Adol Christin es el protagonista de esta entrega, la cual le lleva hasta la ciudad prisión de Balduq. A su llegada, y con algunas explicaciones de lo más turbias, el protagonista acaba en prisión y, cuando está escapándose, una misteriosa mujer conocida como Aprillis le dota de un “don” (o más bien, de una maldición) que le concede poderes, a cambio de un gran precio… ¡Y es que ahora no puede salir de la ciudad y debe enfrentarse a seres diabólicos en otra dimensión siempre y cuando se le requiera!
Así comienza Ys IX: Monstrum Nox, una entrega que se sitúa casi íntegramente en esta ciudad prisión de Balduq. Debido a una serie de barreras que nos impiden progresar, Adol se pone al frente de Dandelion, un bar que le sirve de tapadera para ir conociendo los asuntos más turbios de la ciudad, pero que también le sirve para conocer a nuevos aliados que le ayuden a escapar de esta maldición que le mantiene preso dentro de los muros de esta urbe. Y lo cierto es que, para lograr su cometido, no solo debe aliarse con ciudadanos de esta ciudad, sino también con los “Monstrum”, otras personas que, al igual que él, han sido malditos y tampoco pueden escapar de la ciudad.
Además, si hay algo que hace bien este título es el de presentarnos un entorno lleno de vida. Debido a los diferentes sistemas con los que cuenta el juego, debemos inmiscuirnos en la vida de todos estos ciudadanos, en el momento exacto. A medida que avanzamos, se nos desbloquean misiones secundarias que solo podemos realizar en momentos concretos de la historia, puesto que llegan a caducar y a ser inaccesibles. Estas misiones, si bien no son obligatorias, son la mejor forma de avanzar por el mapa, de progresar, conociendo así a los habitantes. Pero, aunque estas doten de vitalidad a la ciudad, no podemos negar que, en la mayoría de las ocasiones, se trata de algunas historias simples como pillar a un ladrón de ropa interior, ayudar a cierto personaje con los quehaceres de su vida diaria, etc., lo cual hace que sintamos que la duración del juego se está alargando de una forma algo artificial. Precisamente destacan por encima del resto aquellas misiones que nos dotan con nuevos aliados para el Dandelion, porque tratan historias algo más profundas.
Balduq está llena de tiendas, de entresijos, de cofres secretos y, en definitiva, de lugares con encanto que hacen que queramos recorrerla de arriba abajo. A medida que vamos descubriendo las identidades reales del resto de Monstrums, estos se van uniendo a nuestro grupo y nos permiten usar también sus dones, abriendo así paulatinamente nuevas posibilidades de exploración. Todo el entorno de esta ciudad prisión ha sido construido de manera que siempre encontremos algo más que explorar, alguna zona nueva en la que perdernos, y esto es algo que el juego hace francamente bien. Adol estará encerrado en un entorno limitado (y digo limitado por decir algo, porque la ciudad es enorme), pero el espíritu de aventura no ha desaparecido.
Y eso sí, por si alguien se lo preguntaba, aunque se trate de una novena entrega y aunque tenga de nuevo como protagonista al mismo personaje de siempre, no necesitamos haber jugado a juegos anteriores para poder meternos de lleno en su historia. Sí que es verdad que, sobre todo al principio, se hace referencia a eventos de los juegos anteriores, pero se hacen de tal manera que no afectan a nuestra comprensión de esta historia que estamos viviendo en estos momentos.
¿Defender o atacar? Todo en su justo momento
Al igual que en entregas anteriores, el sistema de combate de Ys IX: Monstrum Nox roza lo que podría ser perfectamente un hack & slash, proporcionándonos combates totalmente frenéticos en donde debemos pulsar la combinación exacta de botones en el momento justo. A medida que conseguimos de nivel, nuevas habilidades se nos van desbloqueando, haciendo así que nuestras estrategias vayan variando, para así enfrentarnos a estos seres infernales que proceden de otra dimensión. De hecho, a lo largo de la ciudad hay repartidas varias esferas de color negro que nos permiten luchar contra estos enemigos, pero no es el único entorno en el que hay combates, sino que también existen diferentes mazmorras en las que perdernos y en las que podemos ponernos a prueba.
No obstante, este tipo de combates no es lo único que nos ofrece este nuevo título, sino que también, cuando viajamos al Nox de Grimwald, una tierra entre dimensiones a la que Aprillis suele abducirnos cuando ella lo considera necesario, la jugabilidad cambia totalmente. En este caso, se nos presentan combates propios del género tower defense, ya que tenemos un objeto que debemos proteger a toda costa de las diferentes oleadas de enemigos que aparecen. También podemos crear nuevos objetos que nos sirvan de barrera adicional, todo por cumplir con esta tarea que Aprillis nos ha encomendado a la fuerza.
Pero el verdadero punto fuerte de estos combates reside en la preparación, y el juego nos proporciona todo tipo de recursos, ya sea en forma de tiendas en las que hacernos con el objeto adecuado o en forma de artesanos que nos mejoran lo que ya tenemos. De hecho, son tantas las opciones que es frecuente que, aún bien adentrados en la trama, nos salte un nuevo tutorial de un nuevo recurso, y aunque pueda llegar a agobiar que se nos presente tanto en tan poco tiempo en ocasiones, lo cierto es que existe tanta variedad para que elijamos aquellos que mejor se adaptan a nuestra forma de jugar, por lo que no es necesario hacer uso de todos y cada uno de ellos. Incluso podemos elegir entre diferentes dificultades, para que así no tengamos ningún problema, ya nos guste más adentrarnos en intensos combates o en la historia.
Una ciudad prisión que no saca todo su potencial en la consola híbrida
Si hablamos del rendimiento de Ys IX: Monstrum Nox en Nintendo Switch, este es uno de los puntos más polémicos. Si bien los gráficos son bastante continuistas con lo visto en las últimas entregas (algo que para nada es algo negativo), lo cierto es que no podemos decir que corra precisamente bien en la consola híbrida. Encontramos una gran variedad de resoluciones, según estemos jugando en modo portátil o en modo sobremesa, pero en ningún caso llega a verse del todo bien. En modo portátil encontramos bordes de sierra y, según el momento, entornos algo borrosos. De hecho, es en este modo cuanto menos curioso la diferencia que existe entre las escenas creadas con el motor del juego y la exploración por la ciudad de Balduq, estando las primeras muchísimo más definidas y las segundas dejando mucho que desear. Y no puedo decir otra cosa que no sea que se trata de una verdadera lástima, puesto que, en un juego con una historia interesante y un sistema de combate bastante sólido, acaba pesando más la forma en la que se ve en pantalla y las frecuentes caídas de FPS, ya no solo en combates en donde hay muchos elementos en pantalla, sino también a lo largo y ancho de la ciudad.
Eso sí, si hablamos de banda sonora, esta vuelve a estar al nivel de las anteriores, con temas que se adaptan a todo tipo de situaciones y que se nos quedan enganchados en la mente en todo momento. El tema principal de Balduq transmite esa vivacidad que se intenta crear en la ciudad prisión, el tema de las mazmorras nos pone alerta, los temas de combates en el Nox de Grimwald son totalmente frenéticos, etc. (porque no podría dejar de dar ejemplos de lo acertado que es el aspecto musical de este juego). Además, también tenemos que hablar del idioma del juego y es que, una vez más, este tipo de RPG ni llegamos a olerlo en español. Si queremos disfrutar de él, no nos queda otra que tener un nivel medio tirando a alto de inglés.
Ys IX: Monstrum Nox – Una ciudad que nos atrapa y nos encierra entre sus muros
Ys IX: Monstrum Nox sigue al mismo nivel de las entregas anteriores, y nos presenta una historia, unos combates y una banda sonora que llevan un paso más allá lo que ya habíamos jugado en esta saga. Sin embargo, y por mucho que nos pese, la versión de Nintendo Switch deja bastante que desear en cuanto a su rendimiento, puesto que son frecuentes los bordes de sierra, las caídas de fps y la diferencia de calidad de gráficos entre unas zonas u otras. Esta novena entrega, en la consola híbrida de la Gran N, no es más que una de cal y otra de arena, puesto que sus puntos positivos son bastante sólidos, mientras que sus puntos negativos son, sobre todo, del trabajo realizado para que nos podamos llevar la ciudad de Balduq a donde queramos y así podamos explorar sus muros cuándo queramos y cómo queramos.
Hemos analizado “Ys IX: Monstrum Nox” gracias a un código de descarga digital cedido por NIS América. Versión analizada: 1.0.2
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