No hace falta decir que la industria del videojuego es una de las impulsoras de la economía japonesa, fuera del país, pero sobre todo dentro, y que por lo tanto, la piratería es uno de los grandes males a los que se enfrentan.
Ya en la primavera de 2012, un vendedor de Saitama fue detenido por la venta de cartuchos R4, los cuales tienen su venta totalmente vetada en tierras niponas, así como en países como Francia o Alemania, pero ahora el Gobierno Japonés ha querido ir más lejos para evitar toda vía de adquisición de este tipo de tarjetas ilegales.
El Ministerio Japonés de Economía, Comercio e Industria ha dictaminado la prohibición de la importación de tarjetas R4, penando estrictamente a quien incumpla esta ley.
Sabemos que los japoneses son muy amantes de las versiones originales, prueba de ello son las ventas millonarias que se realizan cada semana, pero con lo digital haciendose paso de la forma que lo está haciendo, este valor comentado en un principio desaparece totalmente, así que la prohibición de este tipo de tarjetas (usables para reproducir juegos de Nintendo DS) es sin duda un gran palo para la piratería en este país.
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