Cuando voy a escribir cosas como la que vamos a tratar ahora, me vienen a la cabeza ciertas palabras de cierto famoso analista de mercado especializado en videojuegos, cuyo nombre más bien no quiero pronunciar (sí, ese al que tendrían que poner un «Parche» en la boca…). Sobre las figuras amiibo, este señor comentaba que Nintendo llegaba tarde al encuentro, que no era una buena idea, teniendo por ahí a Disney Infinity y Skylanders de por medio. Que se las iba a comer con patatas, vaya…
Y a día de hoy podemos gritar a los cuatro vientos que Nintendo ha conseguido colocar ni más ni menos que 5,7 millones de figuras amiibo en todo el planeta. Y quizás sí han sido pocas, teniendo en cuenta que miles de jugadores ansían algunas figuras que les es imposible conseguir, pues están agotadas varias semanas antes de que salgan al mercado.
Decir que esto mismo podría ser una estrategia premeditada; limitas el stock, y creas la sensación global de que hay que moverse por todos lados para hacerse con ellas como sea. Si sobraran, no habría tal desesperación. Por otro lado, con una colección tan grande como es la de Super Smash Bros., estas figuras NFC no podían estar de por vida ocupando en su totalidad las estanterías de las tiendas. Viejas figuras, deben dejar su espacio para las nuevas. ¿Será posible hacerse en el futuro con las más ansiadas? No lo descartes.
