Por sorpresa, por absoluta sorpresa, nos pilló el anuncio de Hyrule Warriors Legends con el desliz de Koei Tecmo. El acercamiento de la saga Zelda al género musou que ya pudimos catar en Wii U se acercaba ahora a la portátil de la compañía, 3DS y New 3DS, para traernos no sólo la esencia del juego original, sino un compendio de nuevos contenidos que lo convierten en una experiencia mucho más completa. Y mucho más disfrutable si la juegas en la revisión de la consola de bolsillo.
Lo hemos jugado, o más bien, hemos asimilado la ingente cantidad de contenidos que trae, y tras incontables horas arrasando con hordas de enemigos a base de machacar botones, os traemos nuestro análisis.
Historia – Menos hablar y más matar
No estamos ante el más profundo de los guiones ni ante la historia revelación del año. La trama de Hyrule Warriors Legends es la misma que cualquiera que jugase al Hyrule Warriors de Wii U se encontrara. El mal se cierne sobre Hyrule y la princesa Zelda requiere de la ayuda de su ejército para acabar con una nueva amenaza. Lo que nadie esperaba era que este mal, encarnado por la bruja Cya, además de cargarse el espacio-tiempo y traer a personajes de multitud de entregas de la saga The Legend of Zelda, tiene cierta fijación por uno de nuestros protagonistas.
Por supuesto, Link es la figura principal aquí, pero tampoco vamos a hablar mucho más de la historia por no reventarla. Eso sí, en esta edición para portátil se suman dos nuevos y pequeños arcos: el primero, paralelo a la historia principal, que nos pone en la piel de una tan inocente como letal Linkle, y el segundo, tras el cierre de la primera parte, que nos trae un segmento completamente nuevo y ambientado en el requetebonico The Legend of Zelda: The Wind Waker.
Realmente, al ponerte a los mandos sabes que la magia de Hyrule Warriors Legends no va a estar presente, precisamente, en su historia. Esta es un mero mecanismo con el que darnos una excusa para matar, matar, matar y… matar más todavía. Flojita, conservadora y, simplemente, entretenida. Se podría decir que es eso que pasa mientras machacas los botones. Y tan bien, oiga.
Jugabilidad – Mucho más que aporrear botones
Brutal. Puede que estemos ante ejércitos repletos de oleadas de enemigos que no saben hacer la o con un canuto, puede que al principio pienses que tu misión es correr de aquí para allá reventando el mismo botón para no dejar títere con cabeza. Pero cuando empiezas a adentrarte en el juego, te das cuenta de que, precisamente en la portátil, Hyrule Warriors Legends cuenta con mucho más de lo que muestra a simple vista.
El Modo Leyenda, que es el que nos cuenta la historia del título, nos va llevando por escenarios en los que, manejando a nuestro protagonista, o protagonistas, tenemos que ir tratando de invadir bastiones mientras acabamos con todo ser vivo con un indicador rojo. Normalmente las misiones se dividen en un objetivo principal y durante la partida van sumándose otros secundarios como proteger a x compañero, acabar con cierto enemigo o conquistar un territorio. Pero ay amigo, mientras avanzas, las cosas pueden ponerse muy feas. En ocasiones te verás empezando a maquinar cómo defender ciertas zonas para no caer abatido en batalla, y es que aunque tontos, los enemigos son muchos, y si para colmo cuentan con jefes más inteligentes y fuertes (de hecho hay hasta jefes con caras muy familiares), pues la cosa ya se pone peor.
Al final acabas pasando del «mata-mata» a tratar de organizar a tus compañeros para que tus bastiones no caigan. Tratar de interceptar a enemigos en ciertos puntos, o simplemente mandar a algún personaje a ayudar a este enclenque que está a punto de retirarse se convierten en cartas realmente importantes a emplear para poder seguir adelante. Por eso, precisamente, Hyrule Warriors Legends dota de un grado más de profundidad al juego de Wii U, porque eso de poder dar órdenes a tus camaradas es algo que sólo se puede hacer en la edición portátil, y a golpe de stylus.
Si a esto además le sumamos que hay varios tipos de armas, que los personajes pueden subir de nivel, que hay un sistema de mejoras para tener combos más variados, que puedes manejar a un plantel tremendamente extenso y que, para colmo, hay secretos al más puro estilo Zelda escondidos en los niveles -ayyy, las Skulltulas-. Sólo podemos decir que sí, Hyrule Warriors Legends es mucho más que machacar un botón en un escenario, ¡es la posibilidad de partirle la cara a un ejército con Tingle!
Y sólo hemos rascado el Modo Leyenda. A este hay que sumarle el Modo Aventura y el Modo Hada. El primero de ellos nos planta en mitad de un mapa, digno de los amantes más nostálgicos de The Legend of Zelda, en el que superar diferentes misiones cortas para poder desplazarnos: «elige el enemigo adecuado», «acaba en x tiempo», «vence a esta oleada». Con este, que puede darnos horas y horas y horas -y podríamos seguir- de partida, podemos, además, desbloquear el Modo Hada, con el que criar y alimentar a nuestras propias ídem para que nos ayuden en batalla. Sí, las posibilidades son inmensas y son la mar de divertidas.
Poco más que añadir en este apartado. Aunque Hyrule Warriors Legends no consta de una mecánica de combos dignas de, por ejemplo, la Bruja de Umbra, sí que tiene una profundidad enfocada a otro tipo de experiencia. Es genial darse cuenta de que, o te paras a pensar un poco y a mover a tus compañeros, o las partidas se pueden ir al garete por correr como un loco repartiendo leches.
Gráficos y sonido – Au revoir 3DS!
¿Entra bien un juego de semejante calibre en una consola de semejante tamaño?, ¿pierde mucho por el camino? Sí y no. Hyrule Warriors Legends no luce mal en New 3DS, carga una buena cantidad de enemigos en pantalla y, sorprendentemente, funciona más fluido que el Hyrule Warriors de Wii U. Sin embargo, obviando a la vieja 3DS -que rinde mucho peor y cuenta con menos enemigos en pantalla y sin efecto 3D-, no está a la altura de lo que podría dar de sí. Es como si hubieran intentado meter con calzador un juego que no ha entrado tan bien como debería, y es algo que se nota.
Texturas pobres, enemigos que aparecen a tu vera para soltarte un sopapo y un trabajo de iluminación a años luz de la versión de sobremesa pueden hacer arquear la ceja a más de uno que probase las mieles del juego «grande» -por la plataforma, no por contenido-. Sin embargo, si nos centramos tan sólo en el producto que se nos ofrece, podemos decir que New 3DS aguanta el tipo como puede para aguantar la cantidad de elementos que se muestran. Eso sí, si queréis una experiencia fluida, descartad el uso del efecto 3D.
En cuanto a lo sonoro, jugar a Hyrule Warriors Legends es como irse a un concierto de una banda que ha querido pasar al rock la banda sonora de la saga The Legend of Zelda, y nosotros encantados. Aunque cuente con algunos temas propios, el leit motiv de la franquicia está ahí, como buen recordatorio de que por mucho mandoblazo y explosión que haya, todo transcurre en su universo. Mucho tema «cañero«, música repleta de guitarreos y baterías con una mezcla de épica y motivación dan a este apartado un aliciente bastante sorprendente para poner la guinda a un apartado que cumple bastante bien. Más de una vez hemos estado a punto de gritar «¡Por Hyrule!» con la portátil al escuchar x o y tema en momentos concretos de la batalla. Así que sí, funciona.
https://youtu.be/_skX8a3fwec
Duración – Conejito de Duracell Warriors
Modo Leyenda, Modo Aventura, Modo Hada, muchísimos personajes y, para colmo, expansiones vía DLC -disponibles en un Season Pass-. Sumando todo esto tenemos un título que puede darnos centenas de horas de juego, y no estamos exagerando. Bien es cierto que la historia, sumando las rutas paralelas y el añadido de Wind Waker puede durar alrededor de las 25 horas, más o menos según lo diestros que seamos, pero la verdadera salsa está en la aventura y en el seguir desbloqueando más y más personajes, consiguiendo objetos para tener nuevas armas o incluso nuevos aspectos para nuestra plantilla de luchadores.
Una vez más, volvemos a darnos cuenta de que Hyrule Warriors Legends es un juego tan grande que parece mentira que entre en una consola tan chica. Puede dar muchísimo de sí, y Nintendo ya se ha preocupado de que durante los próximos meses, Medli y demás mediante, tengamos más motivos para seguir dándole caña a nuestros enemigos en nombre de Hyrule, de Ganondorf, o de lo que se tercie.
Conclusión
Nintendo y Koei Tecmo han traído a la familia Nintendo 3DS un título concebido para jugarse en una consola doméstica como Wii U, y eso se nota. Puede dar muchísimas horas de juego y ocultar cierta profundidad en sus mecánicas, gracias a las funciones exclusivas de la versión portátil, pero no puede esconder su auténtica naturaleza. Su ambición a la hora de querer abarcar queda nublada por la humildad con la austeridad que se nos presenta todo en pantalla; sin embargo, esto no quita que su esencia, la de divertir, se pierda en absoluto.
Divertido, adictivo, épico y extenso en contenidos a la par que pobre y limitado a la hora de lucirse en nuestra pequeña pantalla. Si tenéis una New 3DS no dudéis en darle una oportunidad, pero si vuestra consola es la más vieja de la familia, quizás debáis plantearos seriamente si merece la pena.
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