Hace dos generaciones de portátiles (o tres, si es que consideras New 3DS una más en la cadena) que Nintendo introdujo con gran acierto la segunda pantalla en los videojuegos, sin mencionar el juego táctil. Mientras que lo segundo es que casi lo damos por sentado, lo primero suponía la gran incógnita mientras veíamos el tráiler de Nintendo Switch. Si hay dos pantallas, ¿por qué no puedo utilizarlas a la vez, como hago con Wii U?
Para empezar, Nintendo mantiene en todo momento que su nuevo hardware se trata de una consola doméstica, obviando por completo la gran característica de la consola: su portabilidad. ¿Será porque no pueden venderla al precio de una 3DS? ¿Por su autonomía? (que se dice que está bastante bien). ¿O por…? Bueno, unas cuántas preguntas más se nos ocurren, como por ejemplo, porque quieren hacernos más llevadero el abandono de la jugabilidad de doble pantalla, pues según asegura un portavoz de la compañía nipona, «Nintendo Switch ofrecerá la experiencia de una sola pantalla, en cualquiera que tú decidas.»
Pese a que se ha prometido soporte para Nintendo 3DS hasta al menos 2018, que Nintendo Switch tiene más de portátil que de sobremesa, es algo evidente. O en todo caso, de las dos. El caso es que la Gran N fusionó sus departamentos portátil y sobremesa con una clara intención, lo que ocurre es que en estos momentos, a nuestro entender, no pueden ofrecer este sistema al precio de una portátil, por lo que tendrán que mantener el segmento «3DS» hasta que Switch pueda ser más barata de producir, en ese par de años que quedan de la portátil 3D. Sea como sea, queda claro que el suprimir el mapa y otras opciones táctiles de The Legend of Zelda: Breath of the Wild… no tenían nada que ver con que se dieran cuenta que mirar dos pantallas a la vez no fuese la mejor idea, cuando siempre defendieron ese tipo de jugabilidad. Lo que ocurría, más bien, era que lo siguiente no contaría con esa posibilidad.
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