Aquellos que estéis al tanto de la actualidad de este mundillo, sabéis de buena tinta que las desarrolladoras de Corea y China están ganándose un hueco cada vez más grande en la industria de los videojuegos, dando pie a que las mentes más talentosas de allí sean capaces de demostrar que tienen algo que aportar. Pues bien, a lo largo de este análisis vamos a hablaros de la nueva propuesta de Kiwi Walks, una desarrolladora coreana que tras varios lanzamientos en móviles y hacer un acercamiento a consolas y PC con WitchSpring3 [Re:Fine], nos trae WitchSpring R, un remake de la primera entrega de la franquicia, que no dejó indiferente a nadie. ¿Merece la pena la versión de Nintendo Switch o se queda atrás frente a las de otras plataformas? ¡Enseguida os lo contamos!
Viviendo una cruda realidad con inocencia
WitchSpring R nos pone en la piel de Pieberry, una joven bruja que es enérgica, alegre y muy curiosa con lo que le rodea. Sin recuerdos de su pasado y viviendo prácticamente en soledad en un lugar aislado del resto del mundo, ella tuvo que decidir hasta su propio nombre y se aferra a un sueño que tiene a menudo al irse a dormir; uno en el que come un pastel delicioso que le dio alguien que es incapaz de recordar. Por desgracia, las escasas visitas que recibe no suelen ser con buenas intenciones, pues ella vive en plena época de caza de brujas y de vez en cuando aparecen soldados que encuentran su escondite y quieren capturarla o matarla para escalar posiciones en el ejército del Papa. Sin embargo, estos ataques son una oportunidad para ella, pues cada vez que vence a un soldado, nuestra protagonista aprovecha la ocasión para rapiñar unos pasteles secos que, aun siendo raciones militares, saben mejor que lo que normalmente es capaz de encontrar en el bosque.
Por algún motivo, los intentos de atraparla se van volviendo cada vez más frecuentes, hasta el punto de que Balt, el gólem que actúa como guardián del lugar, no da abasto con tantos soldados y Pieberry debe luchar por su vida casi a diario. Después de conocer y convertir en su familiar a Black Joe, un pájaro regordete con la capacidad de hablar y que sabe cosas relacionadas con la magia, no tarda mucho en llegar a la conclusión de que su hogar ya no es tan seguro como antaño. Eso, sumado a que se entera de que en el «mundo de los humanos» hay tartas mejores, hace que su enorme deseo de comer el pastel de sus sueños no haga más que reforzarse, provocando que decida jugarse el pellejo y explorar un continente repleto de gente dispuesta a acabar con ella. ¿Es posible ese objetivo? ¿Hay algo de luz entre tanta oscuridad? ¡Averiguar el futuro que le espera está en nuestras manos!
Si bien es cierto que la trama general no es la más innovadora o profunda, funciona bien la mayoría del tiempo, engancha, tiene sus momentos entrañables, no falta drama ni comedia y prefieren apostar por hacer que sean los personajes los que hagan que gire la rueda. Sin ir más lejos, en el juego se puede apreciar cómo la protagonista va creciendo, pasando de ser una brujita alegre que peca de ser muy inocente por haber estado aislada del mundo a volverse una persona que, aun con sus taras y siendo un espíritu libre, va ganando cada vez más muebles en la cabeza. Asimismo, tampoco descuidaron a los secundarios, logrando que por ejemplo alguien tan débil como el caballero Alfredo, que en otras obras sería solo un alivio cómico, se vuelva uno de nuestros personajes favoritos con el pasar de las horas. Y hablando de horas, antes de escribir este análisis le dedicamos unas 35 horas a la propuesta de Kiwi Walks, aunque si te centras solo en la historia principal, es posible llegar a los créditos en alrededor de 20. Es importante mencionar que, ignorando dar una segunda vuelta en una dificultad mayor, no hay un «post-game» como tal y que, a diferencia del original que salió para teléfonos móviles con 9, este remake solo cuenta con un final. No obstante, el epílogo lo compensa un poco expandiéndose cada vez que completas ciertas misiones secundarias.
Esta tarta tiene varias capas
WitchSpring R se trata de un JRPG por turnos tradicional en el que al combatir controlas a Pieberry y decides hacia dónde se dirigen los ataques de tus mascotas o acompañantes ocasionales. Mientras que tus aliados poseen una habilidad normal y una potente que cargan cada ciertos turnos, la protagonista es la única que recibe ataques (los demás están como en un segundo plano) y dejando a un lado la de huir, ella dispone de seis opciones. Como es de esperarse de una bruja, es capaz de usar una gran variedad de hechizos. Además de eso, hace gala de ataques físicos que se potencian si en tu turno anterior usaste magia. Como tercer plato están las bendiciones ofensivas o defensivas de los dioses que no consumen tu turno. Lo siguiente a comentar es que Pieberry, al igual que sus acompañantes, es capaz de emplear habilidades especiales que se cargan con el pasar de los turnos, solo que en su caso cambian dependiendo del arma que lleves equipada y eliges cuándo usarlas. Si ves que el enemigo va a utilizar una habilidad poderosa, puedes ponerte en posición defensiva para reducir daños, mas aquí le metieron un girito al introducir tres posiciones defensivas; una se centra solo en reducir los daños y las otras dos reducen menos dicho daño, pero potencian tu siguiente ataque físico o mágico. Por último están los objetos curativos, potenciadores u ofensivos, que son empleados por ti o cada dos turnos te dan la oportunidad de que los use Black Joe.
Siguiendo con el hilo de los combates, si así lo deseas, tu Pieberry es capaz de ser una espadachina de primera y eso es interesante, porque si derrotas a un enemigo con un ataque físico, es posible ganar un turno extra. Asimismo, si un enemigo falla un ataque, Pieberry realiza un contraataque que se potencia si en el turno previo usaste magia. Otro factor a tener en cuenta es el de los críticos estratégicos, que a diferencia de los normales, sabes cuando se van a producir gracias a un medidor y ya te adelantamos que guardar bendiciones o habilidades especiales para ese momento, renta. Yendo al terreno de los preparativos, están los entrenamientos. Estos son una serie de minijuegos saltables que refuerzan tus «stats» y sirven para subir de «stage» física o mental ganando habilidades en el proceso. Vale la pena señalar que los entrenamientos poseen niveles de dificultad que se van desbloqueando cada vez que completas uno tres veces y si te complicas la vida, tus «stats» suben más como premio. ¿Qué pasa con el sistema de niveles? En lugar de por niveles tradicionales, esto también va por fases hasta un máximo de cinco. Con cada combate vas pillando puntos de experiencia y una vez acumulas ciertas cantidades pasas a la siguiente fase. Pues bien, además de aumentar tus stats, tus entrenamientos se vuelven más efectivos, mejoras tu capacidad para invocar varias mascotas a la vez e incrementas tanto el daño adicional que hacen los críticos estratégicos, como el número de objetos equipables para Pieberry. En otro orden de cosas, cerramos el párrafo destacando que cuando te atacan grupos de un tipo de enemigo, lo hacen a la vez, lo que agiliza el asunto.
Aparte de la protagonista, en WitchSpring R tus armas también son capaces de evolucionar y dependiendo de los materiales que inviertas en ello, lo hacen más enfocadas en hacer daño o en que resistas mejor en el campo de batalla. Por cierto, además de permitirte conservar inventario o aumentar el repertorio de monstruos y objetos disponibles, el «New Game +» desbloquea una evolución más para ciertas armas. Cambiando de tema, ahora es posible que os preguntéis cómo se consiguen mascotas invocables, así que toca hablar de la exploración. Los escenarios suelen tener un tamaño decente y mientras exploras es posible encontrar puzles interesantes, materiales recolectables, cosas que aumentan tus estadísticas al consumirlas, piedras curativas, altares de teletransportación que se añaden al mapamundi, coleccionables, animales a cazar con un arco, cofres que poseen incluso recetas para que sintetices objetos en un caldero, enemigos normales, jefes secundarios y una serie de monstruos que destacan sobre el resto al llevar su nombre en azul encima de la cabeza. Al igual que con los demás monstruos, al acercarte el juego te pregunta si quieres aniquilarlo del tirón si es débil, iniciar la pelea, pasar de ella o empezarla gastando un consumible de antemano. Pues bien, estas criaturas son controlables usando magia y se vuelven monturas y compañeras de batalla. Si habéis jugado algún Pokémon, ya os imagináis un poco cómo va: primero hay que bajarle la salud al monstruo para aumentar las posibilidades y luego usar magia de control mental contra él. Aparte de usando la fuerza, hay mascotas que se unen a ti con el avance de la historia y unas son mejores que otras, hasta el punto de que seres como Lucca son clave en muchos combates. Ten en cuenta que si te cargas a alguien capturable, reaparece y que el daño que hacen las mascotas escala con tus «stats».
Antes mencionamos lo de las recetas, por lo que a continuación toca explicar el funcionamiento del sistema de alquimia. En este apartado optaron por la sencillez, pues los materiales no hacen gala de rasgos únicos o de calidades asociadas, no es posible fallar el proceso y la cosa se resume en conseguir la receta de lo que sea, los materiales y sintetizar. La única pega que le vimos a esto es que debes ir revisando uno a uno cada libro de recetas hasta dar con lo que quieres crear, lo que entorpece el proceso. Eso sí, para compensarlo, cuando «crafteas» tres veces lo mismo, lo dominas y pasas a crear dos con los ingredientes de uno, ponen un icono que indica si hacer «X» es viable para que no lo tengas ni que mirar, configurar el tema para que, si posees lo necesario, se repongan objetos de forma automática al llegar a casa es una opción, en caso de que te falten materiales la ubicación de los mismos es consultable, el propio juego te da consejos y es posible mandar a Black Joe de expedición recolectora mientras tú te vas a la cama. Curiosamente, antes de poder usar un hechizo, lo normal es que lo debas sintetizar primero. Luego, de manera opcional, puedes asociarlo a una losa de tres disponibles, para que se refuerce, se reduzcan los MP que va a gastar, etcétera. Nota: no, los hechizos no se consumen como si fueran bombas.
Hechizos trazados en losas
Yendo al campo visual, WitchSpring R apuesta por gráficos 3D con estética chibi y un cel shading sencillo, pero que entra por los ojos. La cámara es fija y por lo general se mantiene en una perspectiva aérea fuera de conversaciones, cinemáticas y combates. Salvo en flashbacks o situaciones similares en las que ilustraciones hechas con destreza ocupan toda la pantalla, las conversaciones ocurren mezclando expresiones faciales y animaciones de los modelos 3D de los personajes, junto a «sprites» que, aun siendo estáticas, son de buena calidad, le dan un giro para mejor a los diseños originales y van cambiando dependiendo del momento. En ese sentido, recuerda un poco a una novela visual, aunque los personajes menos relevantes carecen de ilustraciones, por lo que cuando hablan la cosa se queda un pelín coja.
En otro orden de cosas, a pesar de que suelen tener detallitos que valoramos como que la pantalla de inicio cambia con el avance de los capítulos, notamos que a veces descuidan pequeñeces; hay banderas tiesas, algunos textos son difíciles de leer en el modo portátil y dejaron expresiones faciales sin cambiar ni ocultar, lo que, por ejemplo, causó que alguien se quedara sonriendo de fondo mientras sucedía cierta escena dramática. Asimismo, el framerate cae de manera destacable en situaciones en las que aparecen muchos efectos o personajes implicados y a eso hay que sumarle que no es raro ver fallos en la iluminación, en sombras, en texturas o que abusan de meter blur.
A nivel sonoro, esta propuesta no nos terminó de convencer. Aunque es decente, la mayoría de la banda sonora dista de ser memorable y encima cuenta con el típico problemilla de que la música se corta un momento al llegar al final antes de reiniciarse, lo que te saca un poco de la experiencia. No obstante, la mayor pega aquí está en los efectos de sonido, que aparte de a menudo tener una presencia tenue, petardean de forma desagradable con algunos hechizos como los de hielo. En cuanto al doblaje japonés, en líneas generales, es muy bueno, lo que no es de extrañar habiendo seiyuus como Naomi Ohzora (Satania) y la propia Karin Takahashi con Pieberry tiene momentos en los que se luce con creces. Eso sí, en ocasiones pusieron NPC con la misma voz pegados los unos a los otros y no se molestaron ni en pedirle al actor que intentara disimularlo. ¿Qué pasa con el coreano? No podemos hablar mucho de dichas actuaciones porque el redactor de este análisis no está acostumbrado a oír ese idioma, pero el rato que las probó le parecieron agradables al oído.
WitchSpring R – Siguiendo un sueño hacia un nuevo mundo
En definitiva, estamos ante un JRPG por turnos con personalidad, el cual nos pone en los zapatos de Pieberry, una joven e inocente bruja que decide ir en busca del pastel de sus sueños a un mundo repleto de gente dispuesta a acabar con ella. Drama, comedia, una historia interesante y un reparto de personajes digno de mención te esperan en esta aventura, ¿te la vas a perder?
Hemos analizado WitchSpring R gracias a una copia digital cedida por Kiwi Walks. Versión analizada: 1.0.5
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