La sobrepoblación dentro del género metroidvania nos ha llevado, con el paso de los años, a recibir decenas de propuestas clónicas y repetitivas. Y no hablamos, al menos en muchos casos, de juegos realmente desastrosas. No obstante, si que carecían del factor sorpresa y de algo muy importante, una pizca de originalidad. Por todo ello, la fusión con el estilo souls/soulslike visto en propuestas como Demon’s Souls y su transportación al 2D o 2.5D insufló un original soplo de aire fresco a la fórmula primigenia. El último ejemplo lo tenemos con Mandragora: Whispers of the Witch Tree. Un ARPG sobre el que ya os hablamos tras probar su demo. Y, de la mano de Primal Game Studio, Knights Peak y My.Games, una propuesta de corte metroidvania con un combate de clara inspiración souls y un oscuro y llamativo apartado artístico repleto de contrastes. ¿Logrará hacerse notar entre semejante barullo de clones? No te pierdas nuestro análisis para Nintendo Switch si quieres descubrirlo de primera mano.
Bienvenidos a Faelduum
Puede que la propuesta que Mandragora: Whispers of the Witch Tree nos presenta no resulte demasiado original. Más bien todo lo contrario. No obstante, y esto viene dado por un cúmulo de elementos que trataremos en este texto, nos presenta un prototípico, y efectista, artificio narrativo que entra por los ojos, y por las orejas, desde el minuto uno de juego. Por lo pronto, nos toca encarnar a un Inquisidor. Una suerte de soldado, experto en las artes arcanas, al servicio de un fanático religioso que gobierna Ciudad Carmesí y que extermina, asignándole la etiqueta de hereje, a cualquier persona, o especie, que no piensa como él.
Resulta curioso como el juego nos presenta inicialmente como el brazo ejecutor del plan divino. Para, con posterioridad, ir evolucionando a la par que nuestra propia devoción se debilita. Mientras tanto, las fuerzas oscuras permiten que horrendas criaturas campen a sus anchas en Faelduum. Un camino, sin marcha atrás, que nos lleva hacia el autodescubrimiento. Alejándonos de los muros de la ciudad, y ya de paso de nuestra propia zona de confort, gracias a una oscura y adulta historia escrita por Brian Mitsoda (Vampire: The Masquerade – Bloodlines).
Un mundo con mucha-s clase-s
Puestos en antecedentes, Mandragora: Whispers of the Witch Tree nos invita a dar uso a su escueto, pero efectista, editor de personajes. No, no se trata ni del más completo, ni del más variado. No obstante, la posibilidad de escoger entre seis clases únicas, con sus propias habilidades mágica y de combate, aporta un toque diferenciador que aporta algo de profundidad al conjunto. Y es que, no nos confundamos, Mandragora es más ARPG que metroidvania. Por si fuera poco, podemos terminar formando a nuestro personaje, gracias al clásico sistema de subida de nivel y asignación de puntos de mejora, en cualquiera de las clases disponibles. Aunque es cierto que de la elección inicial van a depender gran parte de nuestros ataques especiales y habilidades pasivas.
¿Souls?, ¿ARPG?, ¿metroidvania? Pues de todo un poco y de nada un mucho. Hogueras (checkpoint), árbol de habilidades, backtracking, un extenso mapa interconectado, desafiantes combates y un mundo 2.5D de desplazamiento lateral repleto de tesoros por descubrir. Mandragora: Whispers of the Witch Tree se presenta ante el jugador como una explosiva mezcla que, si bien no profundiza a fondo en ningún palo, todo lo que hace lo hace bastante bien.
Por si fuera poco, el juego nos presenta una segunda capa RPG gracias a los personajes que se van asentando en nuestro campamento base. Pudiendo desde preparar deliciosos manjares, hasta comprar fragmentos del mapa, aceptar misiones, equiparnos con valiosas, y poderosas joyas, comprar y mejorar equipamiento, fabricar armas o incluso mejorar/desbloquear cientos de habilidades pasivas. Cuestiones, muchas de ellas, que nos permiten avanzar con mayor soltura a través de los portales de entropía situados a lo largo y ancho del título. Entropía que se erige como eje central del juego. Una energía oscura que lo corrompe todo y que, más allá de erosionar la realidad, es, como fuerza antagónica de Faelduum, la responsable del origen de las hordas de monstruos.
Ataca, esquiva y gestiona tu resistencia
Como buen souls, Mandragora: Whispers of the Witch Tree nos presenta un buen surtido de enemigos que, aunque no es el más variado del género, sí que logra ponernos contra las cuerdas en más de una ocasión. Por otro lado, la espectacularidad de los jefes terminan de poner la guinda a un apartado que, sin ser perfecto, termina siendo tan adictivo como desafiante. Aprendernos sus diferentes movimientos y patrones de combate, aunque algo repetitivo, resulta fundamental para lograr salir airoso. Aunque ya os adelantamos que la máxima aquí no es otra que atacar, esquivar, atacar y esperar a que la barra de resistencia se rellene. Sí, en definitiva, hablamos de reflejos y una acertada gestión de todo lo que nos rodea. Algo que se potencia con la posibilidad de mejorar nuestras armas o equiparnos elementos que mejoren nuestras estadísticas. Mana, vida y resistencia incluidas.
Eso sí, pese a lo satisfactorio de la fórmula souls, el combate se siente algo simple. Resumiéndose todo en 4 tipos de movimientos sin combo alguno. Ya sea de evasión, cuerpo a cuerpo o mágico. Como jugador con cierta mochila a mis espaldas, he echado de menos algo más de profundidad en lo que al sistema de combate se refiere. Algo, por otro lado, que también puede entenderse como una vía de acceso para los que busquen una experiencia que trate de equilibrar desafío y accesibilidad en una misma ecuación jugable.
Aventura con toques metroidvania
Como ya hemos comentado al principio, Mandragora: Whispers of the Witch Tree no es un título que destaque por su vertiente metroidvania. No obstante, contamos con un gran mapa interconectado, habilidades que nos permiten fomentar el backtraking, secretos y plataformeo. Características que nos han mantenido enganchados a la pantalla durante un buen número de horas. Eso sí, a pesar de sus 60 misiones y más de 70 localizaciones, el diseño de niveles y los instantes plataformeros se sienten algo planos y lineales. Sí a ello sumamos la cantidad de «hogueras» de teletransporte queda claro que perderse no es una opción demasiado habitual.
A pesar de todo, y ya lo hemos comentado con anterioridad, Mandragora tiene una estructura 100% soulslike. Y, pese a su equilibrada curva de dificultad, vas a morir. Vas a morir mucho. Más aún si decides optar por el nivel de dificultad más elevado. La ventaja aquí es que, durante las 15 o 20 horas que te puede llevar completar la historia, ninguna muerte se siente injusta. Más bien todo lo contrario: estimulante y adictiva. ¿Quieres completar el juego al 100%, encontrar todos sus secretos y desbloquear el bestiario? La cifra de horas de juego puede aumentar considerablemente.
Una oscura y soulsfisticada aventura
Es evidente que Mandragora: Whispers of the Witch Tree basa su apartado artístico, guiños incluidos, en franquicias de la talla de Dark Souls, Diablo o incluso Castlevania. Reflejando a la perfección un oscuro y decadente mundo en 2.5D repleto de detalles, juegos de luces y vibrantes escenas en segundo plano. Y es que la contraposición de tonalidades, en donde predomina una paleta oscura y algo apagada, hace que todos los elementos presentes en pantalla luzcan aún mejor. Sí, en más de una ocasión nos hemos quedado unos segundos boquiabiertos en determinadas localizaciones. Y ello a pesar de encontrarnos, a falta de un futurible parche para Switch 2, ante el port más limitado y borroso de todos los presentes en consolas.
Por su parte, las animaciones y movimientos de personajes y enemigos están bastante logrados. Mención especial al apartado narrativo. Y es que durante las conversaciones los personajes se presentan con unas cuidadas representaciones que parecen sacadas de un cuadro. La BSO, compuesta por Christos Antonio e interpretada por la FILMharmonic de Praga, nos presenta melodías con un claro componente fantástico, oscuro y evocador. Fusionándose de forma bastante acertada con el resto de apartado y sirviendo de acompañamiento casi perfecto en todo momento. Por su parte, el doblaje mantiene la talla. Con unas excepcionales líneas de voz (en perfecto inglés). Tranquilos, aunque el tamaño de la fuente se podría mejorar, el juego cuenta con subtítulos en castellano.
Mandragora: Whispers of the Witch Tree – Pura, y oscura, fantasía
Mandragora: Whispers of the Witch Tree se presenta ante el jugador como un desafiante ARPG con toques metroidvania. Por si fuera poco, su desafiante sistema de combate (tipo souls), la gestión de armas, equipamiento y recursos, su sistema de progresión, una cuidada narrativa y un más que llamativo apartado artístico dan forma a una mezcla realmente explosiva.
No, no es perfecto. Y no, no termina de profundizar demasiado en ningún palo de los que toca. No obstante, la propuesta que Primal Game Studio pone sobre el tablero jugable resulta tan deliciosa en lo visual y sonoro como correcta, cuidada y realmente adictiva en lo jugable. Un interesante cóctel que, a poco que os guste alguno de los aspectos que aborda, no deberíais perderos.
Hemos analizado Mandragora: Whispers of the Witch Tree en Nintendo Switch 2 gracias a un código digital cedido por JF Games Press. Este artículo cuenta con enlaces referidos de Amazon España con los que podrías colaborar con NextN mientras realizas tu compra. Algo que en ningún caso afectó a nuestra opinión sobre el juego. Versión analizada: 1.5.3.135819.
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