
Shuten Order es un juego «raro», pero es que no podemos esperar menos de los creadores de Danganronpa, The Hundred Line, Rain Code y otros títulos. De la mente de Kazutaka Kodaka y con música de Masafumi Takada, nos llega un juego cuya premisa es de lo más interesante: Nuestras decisiones cambian el género al que estamos jugando. Si bien todo parte de una gran base de novela visual, es una propuesta de lo más original y que puede no calar con todo el mundo. Si hemos picado tu curiosidad con esta pequeña introducción, sigue leyendo este análisis en el que te explicamos en qué consiste este juego que desde hace ya unos días, puedes disfrutar en Nintendo Switch y Nintendo Switch 2 (Mediante retrocompatibilidad). ¡Dentro análisis!
Un día más en nuestra… «¿vida?», un día menos para el fin del mundo
Shuten Order tiene una historia cuya premisa es capaz de enganchar desde el primer momento. El fin del mundo está cerca y nuestra protagonista tiene la clave para evitarlo. Sin embargo, nos enfrentamos a dos grandes problemas: Ha perdido su memoria y, quizá lo más importante, ha sido asesinada. Con la ayuda de un par de ángeles, ahora tenemos un cuerpo provisional y un límite de tiempo de tres días para descubrir a nuestro asesino y resolver el misterio que rodea nuestra muerte para poder revivir. Sin embargo, no todo es tan sencillo como parece… Hay cinco posibles sospechosos y debido al límite de tiempo que tenemos, solo podemos elegir a uno de los cinco como nuestro culpable y dedicar el resto del tiempo que nos queda a exponer su crimen y hacerle confesar. Aquí es donde el juego nos abre la posibilidad de cambiar el género al que estamos jugando, pues cada sospechoso cambia el juego a un tipo concreto de jugabilidad: Aventura de Detectives, Aventura de Escape, Aventura Multi-Perspectiva, Aventura Romántica(?) y Horror de acción y sigilo. Si bien todos los géneros beben directamente de una base de novela visual, y se apoyan mucho en la fuerza del texto, podemos llegar a ver cómo se cambia desde la forma de desarrollarse el texto a los menús y la forma de interactuar con el entorno.
Esto también nos abre la puerta a cinco diferentes finales (en verdad más, porque hay finales malos que pueden suceder al realizar ciertas acciones o tomar ciertas decisiones) y es normal que el jugador se pregunte «¿Cúal es el cánon?, ¿Hace falta jugar los 5 géneros para pasarse el juego?» Nuestra respuesta, sin spoilers es que debéis descubrir la verdad por vosotros mismos. En términos generales todas las rutas tienen una duración similar, su enfoque está muy bien conseguido y aunque pueda parecer un cambio drástico entre unos y otros, todo se siente coherente y bien hilado. Por mucho que de pronto el juego se convierta en una aventura romántica, no rompe la inmersión ni la premisa o la atmósfera que el juego te introduce al principio, por ejemplo.
Shuten Order – Una genialidad solo posible en los videojuegos
Durante mucho tiempo se intenta dignificar los videojuegos como elementos artísticos de interés cultural y gracias a sus historias, bandas sonoras y formas de jugar se han ganado un hueco permanente en la historia del arte y de la evolución tecnológica de finales del Siglo XX y principios del Siglo XXI. Shuten Order va un paso más allá como ejemplo de esas cosas que son solo posibles dentro de los videojuegos. Hemos visto películas interactivas, libros donde se podía elegir «nuestra propia aventura», pero que un videojuego cambie de género en base a las propias decisiones del jugador es algo tan «meta» tan… único de los videojuegos que sorprende que no se haya explorado antes esta posibilidad o que se haya ido más allá con esta idea. Sin embargo, Shuten Order no es un juego perfecto, es un ejemplo perfecto de que la imperfección tiene su atractivo. No logra alejarse lo suficiente de sus raíces de novela visual como para poder atraer a todo tipo de jugadores, es un juego que cuenta con textos en inglés y voces en japonés, el argumento tiene algún que otro error y aunque su identidad sonora y artística es muy marcada, algunos elementos gráficos chocan entre sí y no son coherentes (por ejemplo, veremos varias veces un taxi que se aleja de pantalla haciéndose más pequeño para simular movimiento, pero las ruedas no se mueven).
Por un lado nos encontramos con un poco la «paradoja» de los juegos de Kodaka; bastante café para cafeteros, pero a la vez una experiencia que ningún amante de los videojuegos debe perderse. Nuestra mejor y más sincera recomendación es: Si os gustan los juegos de Kodaka, dadle una oportunidad, si la barrera del idioma no es un problema y el género de los novelas visuales os atrae, dadle una oportunidad. Si no os gustan los «juegos de leer» o preferís historias simples, este juego os puede abrumar…
Análisis realizado en Nintendo Switch 2 gracias a un código de descarga proporcionado por Spike Chunsoft. Versión analizada: 1.0.3
















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