El deber de todo cartero es enviar el correo a tiempo y a quien corresponda. Pero si, además, tuviera que salvar a toda una isla de una catástrofe, se convertiría en una profesión bastante peliaguda. Por desgracia, esa será la tarea de un pequeño escarabajo mensajero, protagonista de Yoku’s Island Express, título desarrollado por Villa Gorilla y distribuido por Team17 que está desde hoy mismo disponible en la eShop de Nintendo Switch, y del que os hablaremos a continuación.
A golpe de resorte
A primera vista, Yoku’s Island Express puede parecer un poco extraño, ya que mezcla dos géneros que en un principio no parecen relacionados. Un juego de plataformas y exploración estilo Metroidvania pero en el que el pinball juega un gran papel… ¿Cómo es posible? Sin embargo, una vez empiezas a jugar, descubres que todo está muy bien integrado. Todas las zonas que componen el mapa de la gran isla de Mokumana (tan solo hay que mirar el mapa para ver lo grande que es) están conectadas por pequeños tableros de pinball que hay que superar para viajar de una zona a otra, o bien zonas más amplias con resortes que envían a Yoku (el protagonista) y su inseparable bola a su destino a gran velocidad.
A medida que avanzamos, no podemos evitar fijarnos en la naturaleza que nos rodea. El estilo artístico destaca por su colorido y por su aspecto de cuento y fantasía, con personajes que se integran en esta extraña naturaleza. Todo ello se refleja también en las habilidades que obtenemos en el juego, pues no olvidemos que es un Metroidvania en cierto sentido. Como tal, para poder acceder a nuevas zonas, debemos descubrir a nuevos personajes, hacer tareas especiales y obtener objetos que nos conceden habilidades únicas. Poco después de empezar, obtenemos una corneta (como la de los cumpleaños) que nos sirve para romper objetos o despertar a personajes dormidos. Pero más adelante conseguimos cosas tan extrañas como un pez buzo que nos permite nadar bajo el agua.
Volviendo a las partes de pinball, aquí no hay puntuaciones. Aquí no basta con lanzar la bola sin control. Cada escenario encierra desafíos que hay que superar para abrir la puerta al siguiente. La mayoría de ellos tiene un objetivo común: reunir unos talismanes de color púrpura que surgen en el tablero para abrir la puerta. Ahora bien, en cada ocasión, las condiciones para que aparezcan son distintas, y requiere que observemos bien el tablero. En otras ocasiones, los acertijos serán más extraños y divertidos, que es de agradecer. Pero incluso en un juego como este, con su encanto particular y su mezcla con el pinball, también hay batallas contra jefes que nos hacen exprimirnos el coco.
El cartero que entra por el que sale
Lo que comienza siendo la simple llegada de un nuevo jefe de correos a la isla de Mokumana se convierte en un gran viaje para hacer frente a la amenaza del “Matadioses”. La historia de Yoku’s Island Express es interesante, aunque no demasiado compleja, y los personajes que conocemos son variopintos y llamativos. Aun así, el mero hecho de superar la historia no es algo que nos vaya a ocupar un tiempo excesivo, pero la gracia está en descubrir todos los secretos de la isla, incluyendo los diversos coleccionables y las diferentes misiones secundarias para las que sí hace falta pensar un poco más para resolverlas. Como opciones adicionales, el juego hace uso de la vibración HD de los Joy-con en ciertos momentos y podemos modificar su intensidad en el menú de opciones.
Otro elemento de gran importancia en nuestra aventura es la fruta, que viene a ser la moneda del juego. Al avanzar por los tableros o por el mundo, recogemos fruta que utilizamos bien para comprar algunos objetos especiales o para activar resortes que se encuentran bloqueados y que son necesarios para acceder a nuevas zonas o encontrar objetos ocultos. La fruta está repartida por todas partes, pero es en los tableros donde más podemos conseguir, activando mecanismos habituales de los juegos de pinball. Lo dicho: hay secretos por todas partes.
Yoku’s Island Express – Entregar el correo como nunca antes
La propuesta original de Yoku’s Island Express es divertida e interesante: el pinball deja de ser el núcleo central del juego para convertirse en el mecanismo con el que recorrer una gran isla y vivir una pequeña gran aventura. Aunque hubiéramos agradecido una historia más larga, los puzles y los tableros de pinball son emocionantes, el apartado gráfico es exquisito y los coleccionables nos animan a seguir golpeando la bola incluso tras completar la aventura principal.
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