Aún recuerdo cuando tenía 10 años y lo único que hacía era tratar de convencer a mi madre para que fuésemos a comprar a un supermercado. ¿El motivo? En una de las consolas de pruebas tenían puesto Tony Hawk’s Pro Skater.
Me enamoró desde el primer momento, una jugabilidad endiabladamente pulida de tal forma que fuese sencillo de jugar pero difícil de dominar, escenarios imposibles llenos de zonas donde hacer trucos, una banda sonora que no era típica en los videojuegos en esa época, desafíos y demás locuras que te hacían creer que era posible en la realidad encadenar un truco en el que giramos 720 grados y caer haciendo un grind y seguir vivos. Y es en esta última parte donde yo personalmente disfrutaba más (y he seguido haciendo a lo largo de los años con la saga).
La sensación del «voy a hacer esto más y mejor» para que el combo fuese más grande y espectacular es algo que a nivel personal me encanta en este tipo de juegos y lo convierten en algo verdaderamente adictivo. OlliOlli recoge esta jugabilidad loca de los títulos de skate más famosos y la mezcla con los del tipo runner de teléfonos móviles y la mezcla no podría ser mejor.
[divider]JUGABILIDAD[/divider]
La jugabilidad es el esqueleto de OlliOlli y la base donde se cimienta el título. En este caso se trata de un arcade de Skate: no trata de ser realista, trata de ser jugable desde el segundo 1 de cada partida y muy vistoso. Sabe lo que quiere ofrecerte: JUGABILIDAD (en mayúsculas).
Su base es sencilla: con un botón aceleramos, con el stick controlamos los distintos trucos a base de pulsar una o varias direcciones que junto con los botones L y R nos permitirán hacer más trucos y giros que nos ayudarán a mejorar nuestra puntuación mientras llegamos a la meta de cada escenario. Sin embargo la cosa se complica gracias a su curva de dificultad, la cual esta ajustada al milímetro para ir enseñándonos como mejorar poco a poco gracias a los desafíos de cada pantalla.
OlliOlli se compone de dos modos: el normal y la carrera del día. En el primero tenemos 5 mundos compuestos cada uno de 10 pantallas (5 de novato y 5 pro) además de 10 spots por mundo (pequeñas pruebas donde debemos hacer un combo único de la mayor puntuación posible).
Cada nivel de novato esta compuesto a su vez de 5 desafíos que deberemos completar para desbloquear un nivel pro de ese mundo, el cual también tiene sus 5 desafíos propios. Mientras que los desafíos de los niveles de novato consisten en su mayoría de hacer un truco específico o una puntuación máxima entre otras; los desafíos de los niveles pro nos harán sudar la gota gorda al pedirnos cosas como puntuaciones astronómicas, no impulsarnos en todo el nivel o no usar los trucos más básicos.
El otro punto fuerte de la jugabilidad de OlliOlli es su inmediatez. Este arcade deportivo solo tiene un tiempo de carga al comenzar la partida, tras lo cual los niveles empezarán al momento, así como cada intento del nivel. ¿Reintento? Pues sí, porque a pesar de que las sesiones sean cortas, el juego es exigente; siendo habitual que nuestro skater termine con los dientes esparcidos por el duro asfalto. OlliOlli es consciente de ello y en todo momento tendremos a nuestra disposición en la pantalla táctil un botón enorme que nos permitirá reiniciar al instante el nivel cuando veamos que ese último truco no ha salido todo lo bien que nuestro avatar digital hubiese deseado. Y a pesar de lo que pueda parecer, en ningún momento tendremos la sensación de que tengamos que repetir el nivel porque sea culpa del juego, sino que los controles y la dificultad están tan bien medidos que en todo momento sabremos que la culpa es nuestra por intentar apurar más de la cuenta.
En el modo carrera diaria nos encontraremos un escenario nuevo cada día donde el objetivo es sacar la máxima puntuación posible de un único combo quedando lo más alto posible en la clasificación online. Para ello podremos practicar tanto como queramos dichos niveles; sin embargo la gracia está en que solo tenemos un intento para hacer dicha puntuación perfecta, de tal forma que aunque consigas 3 millones de puntos durante una práctica, si a la hora de enfrentarte de verdad al nivel te caes en las primeras escaleras con una puntuación de 100 puntos esa será tu puntuación final.
[divider]GRÁFICOS[/divider]
En el apartado gráfico nos encontramos un estilo pixel art que lejos de ser minimalista trata de ser detallista, sobre todo en los escenarios donde consigue recrear unos fondos impresionantes que se moverán junto a nosotros.
Como punto «negativo», en la versión de 3DS sorprende que no tenga efecto 3D, pero esto es así para asegurar los 60 fps.
Como curiosidad en este apartado decir que la versión de 3DS la cámara esta un poco mas alejada que en la versión de WiiU para ampliar la vista general del escenario, al tener una menor resolución que la consola de sobremesa.
[divider]Sonido[/divider]
Como podéis apreciar encima de estas líneas, la banda sonora cuenta con un gran número de canciones de lo mas variadas, desde chill out ambiental a música mas tecno que se adaptan perfectamente a la experiencia.
El apartado sonoro lo cierran los efectos de sonido que se adaptan perfectamente al tipo de terreno que estemos pisando o grindeando, así como el sonido de los huesos rotos junto a las quejas de nuestro avatar al caernos a gran velocidad.
[divider]DURACIÓN[/divider]
Mientras escribo estas lineas llevo cerca de 10 horas. Aún no he conseguido desbloquear algunos niveles pro y estoy muy lejos de conseguir todos los desafíos de estos niveles. Esto, sumado al modo carrera diaria y a los rankings online tanto generales como con amigos (y con los piques que puedan surgir de ahí), hace que la duración sea algo muy a tener en cuenta.
OlliOlli es uno de los mejores juegos de skate de los últimos años, pero sobretodo es uno de los mejores arcade que he visto y se adapta perfectamente tanto a Wii U como a 3DS.
OlliOlli esta desarrollado por el equipo británico Roll7 y distribuido por Curve Digital mediante la eShop a un precio de 9,99 € con opción de CrossBuy entre Wii U y 3DS.
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