El comienzo de la temporada 2018-2019 en la NBA está al caer. Éste será un curso interesante debido a los cambios de equipo que han protagonizado algunas de las estrellas de la liga. Entre todos, destaca la llegada de LeBron James a los Lakers, que reforzará aún más la competitividad en la fortísima conferencia Oeste, dominada estos últimos años por los todopoderosos Warriors. El equipo de la Bahía de San Francisco ya tenía una plantilla repleta de jugones pero, ante la amenaza que puede suponer la llegada de The King a L.A., no se han quedado de brazos cruzados y han incorporado a DeMarcus Cousins a su quinteto titular, convirtiéndose así en un equipo casi invencible sobre el papel. Algo similar es lo que le ocurre a la saga baloncestística de 2K pues, aún llevando muchos años sin un rival que le haga sombra en el segmento de los simuladores del deporte de la canasta, sus desarrolladores no se relajan e intentan brindarnos entregas mejoradas temporada tras temporada (¡y ya van 20!) para mantener el alto nivel que los usuarios le exigen a esta franquicia, que se estrenaba hace 12 meses en Nintendo Switch con el notable (tras algunas actualizaciones, eso sí) NBA 2K18. Así pues, la pregunta es lógica: ¿consigue NBA 2K19 superar a su predecesor? Te invito a seguir leyendo para averiguarlo.
NBA 2K19 es el juego más grande para Switch
Aunque no porque sea el mejor… ¡sino porque pesa la friolera de 31.5 GB! Y esto es algo que debes considerar antes de comprarlo, incluso si tienes pensado adquirirlo en formato físico, pues también es obligatoriamente necesaria una tarjeta SD de al menos 32 GB para descargar cerca de 28 GB de contenido adicional no incluido en el cartucho. Además, debes disponer de 5 GB libres en la consola para los archivos de guardado. Como ves, el titular que precede a este párrafo no es descabellado.
Tras un rápido vistazo al menú principal, remodelado y bastante intuitivo, podemos justificar su tamaño, ya que es un título inmenso (de ahí que nos hayamos tenido que tomar nuestro tiempo para analizarlo) que cuenta con todas las modalidades de juego, detalles y opciones presentes en las versiones para consolas más potentes. Y, como podéis apreciar en nuestro gameplay, cuando saltamos a la cancha, NBA 2K19 vuelve a demostrar que Visual Concepts domina como nadie un estilo de presentación televisiva que nos hace sentir totalmente inmersos en el ambiente de un partido de baloncesto, haciéndonos sufrir con cada fallo o poniéndonos «on fire» cuando remontamos una desventaja insalvable. Esta sensación se ve reforzada porque todo ocurre en la cancha de manera muy natural y creíble, gracias a unas animaciones que mejoran en fluidez a las del año pasado. El framerate vuelve a ser de 30 FPS y, en los numerosos enfrentamientos que llevo disputados, me sobrarían los dedos de una mano para contar los tirones o bajadas de cuadros por segundo que he sufrido ya sea en modo dock o portátil. Asimismo, se ha corregido el leve retardo en la respuesta que sufría NBA 2K18 y los jugadores actúan con rapidez tras recibir las órdenes que les damos desde los mandos, mejorando muchos enteros la jugabilidad. Como es norma de la casa, los controles son exigentes aunque accesibles, pues la cantidad de movimientos que podemos ejecutar es amplísima, por lo que, si eres rookie en esta franquicia, llegar a dominar todas las combinaciones de botones te obligará a jugar un buen número de encuentros.
La IA de los jugadores, fundamental en este tipo de simuladores, vuelve a ser sobresaliente, y sobre el parqué presenciamos acciones y comportamientos en su mayoría muy lógicos y realistas, algo a lo que ayuda que se haya ajustado la influencia de las diferencias físicas y los puntos fuertes de los baloncestistas en el desarrollo de los partidos, con un cambio fundamental en el sistema de rachas de juego, estrenando el Dominio. Ahora, si un jugador encadena 4 ó 5 acciones buenas o malas, mejorará o empeorará momentáneamente sus capacidades en las áreas en las que naturalmente destaca y no en todas, como ocurría en anteriores ediciones. Así, por ejemplo, Anthony Davis vería afectadas sus habilidades en tapones o juego interior y Curry en manejo de balón o triples. Este año, puede decirse que el juego es más exigente en defensa, debido en parte a la remodelación del sistema de robos, que provoca que sean más frecuentes de lo deseable tanto a favor como en contra, y a la evolución del cuerpo a cuerpo en la pintura, siendo más difícil que otros años bregar en la zona. Ahí, precisamente, es donde nos encontramos la novedad más destacada en el apartado de ataque, con la inclusión de la barra de tiro en las bandejas, algo que debería ayudarnos a controlar el timing y aumentar nuestra efectividad bajo el aro… ¡o a volvernos más locos tras fallos incomprensibles!
Audiovisualmente NBA 2K19 es conservador. Los gráficos siguen siendo muy resultones y, a pesar de una evidente menor calidad, no desmerecen en absoluto a los de sus «hermanos mayores». En general son bastante detallados y buena muestra del nivel de minuciosidad es que se han introducido pequeños detales que pocos apreciarán como, por ejemplo, reflejos en las ópticas de los reporteros gráficos que están tras la línea de fondo. Como es lógico, se ha mejorado y actualizado el modelado de muchos jugadores, aunque se repiten algunos problemillas que había en la entrega de 2K18 y que, aunque no afectan en nada a la jugabilidad, afean un poco la presentación final, como son la rigidez de uniformes y peinados o alguna aparición repentina de personas del público o texturas. Eso sí, salvo que tengas una capturadora, lamentablemente no podrás fardar de tu último «buzzer beater» o de tu mate con Spud Webb en la cara de Shaquille O Neal, ya que el juego no permite captura de fotos o vídeos.
El apartado sonoro vuelve a conseguir un nivel de excelencia insuperable en su versión original, pues los comentarios siguen pareciendo generados a tiempo real y la variedad de narradores e invitados es brutal. Además, sólo en el idioma de Shakespeare podremos disfrutar de shows previos y al descanso o entrevistas a pie de pista. Tenemos la opción de configurar el audio en castellano, con Sixto, Quiroga y el bueno de Daimiel prestando un año más sus voces, pero está varios escalones por debajo en calidad debido a sobreactuaciones e intervenciones bastante más repetitivas y, en ocasiones, fuera de contexto. Los efectos durante los encuentros también son brillantes, en especial el público, que reacciona con mucho realismo y coherencia a lo que acontece en la cancha. La banda sonora cuenta con una nutridísima representación de la música urbana estadounidense más actual (este año no hay representación española) mezclada con algunos temas algo más comerciales que te servirán como refugio si, como es mi caso, no eres muy fan del hip hop.
¡Ojo con la red!
Aunque sean el pilar más importante, a estas alturas tecnológicas, un simulador deportivo con aspiraciones no puede limitarse a ofrecernos partidos. NBA 2K19, como toda la saga, es ambicioso en ese aspecto y nos propone gran cantidad y variedad de modos, aunque este año no disfrutaremos de casi ninguna novedad o cambio en ellos. Si queremos saltar a la cancha sin calentar, podemos disputar los clásicos enfrentamientos sueltos (en solitario, multijugador local u online), practicar movimientos avanzados en 2KU o disputar pachangas callejeras por equipos de entre 1 a 5 jugadores en el veterano modo Blacktop. En este punto me gustaría comentar que es probable que, si queréis jugar un choque rápido online contra un rival de cualquier parte del mundo, no os resultará fácil conseguirlo, llegando a ser necesario esperar varios minutos para saltar a la cancha. Además, una vez hemos tenido éxito, los controles hacen gala del input lag ya clásico de los NBA 2K, que puede desesperarnos un poco durante los encuentros y que espero que sea reducido con alguna actualización.
Si disponemos de más tiempo o paciencia, regresan los modos Temporada, Playoffs, Mi Liga y Mi GM. Estos dos últimos, que año tras año hacen las delicias de los fanáticos de la gestión, vuelven a hacer gala de una profundidad asombrosa, pudiendo controlar infinidad de opciones, ya sea, por ejemplo, la configuración de la plantilla, asignar mentores a jugadores jóvenes o la publicidad del pabellón. La mayor novedad que encontramos es la inclusión, en Mi Liga, de clases de Draft clásicas reales (aunque faltan algunos nombres como Charles Barkley por motivos de licencias) que puedes usar al cambiar de temporada para renovar tu plantilla con las estrellas más míticas de la historia de la NBA. Sinceramente, si no nos dejamos intimidar por la ingente cantidad de posibilidades de customización que nos brindan y nos ponemos a jugarlos en serio, la suma de horas que podemos dedicarles a estos modos es muy probable que tienda a infinito.
Pero, si nos referimos de cantidad de tiempo (y, probablemente, dinero) invertido por los usuarios de la saga, los reyes indiscutibles son dos modos en los que es imposible jugar si no estamos conectados a la red: Mi Equipo y Mi Carrera (bueno, en este último sí podemos disputar un modo offline recortado, sin historia con cinemáticas ni El Barrio), así que, si eres de los que va a pasar semanas coleccionando cartas o creando una superestrella desde cero, ten esto en cuenta con el añadido de que, desde hace unas semanas, necesitarás estar suscrito a Nintendo Switch Online para hacer uso de estas funcionalidades. Además, en estas modalidades es donde más presencia tiene la VC (moneda virtual de 2K Sports) con la que se efectúan los polémicos micropagos de los que os hablaré más adelante. Eso sí, os aviso de que, un año más, los servidores de 2K no funcionan de manera fiable y los cortes y mensajes de error serán más frecuentes de lo deseable.
Sipi, nopi
Mi Equipo, donde nuestro objetivo es crear una súper plantilla a base de coleccionar cartas que ganamos superando retos, completando objetivos o pagando dinero real, mantiene la esencia presente en NBA 2K18 y añade dos modos novedosos que se añaden a los clásicos Dominación o Desafíos. Uno de ellos es el llamado Triple Amenaza, en el que jugamos partidos rápidos 3 contra 3 (contra la consola u online) eligiendo entre nuestro grupo de jugadores al trío que queramos para desafiar a nuestros rivales. El otro es Mi Equipo Ilimitado, un cara a cara online consistente en disputar series de 12 choques 5 vs 5 tras los que obtenemos distintas recompensas (monedas y/o cartas) en función de nuestro balance de victorias y derrotas, aunque con el aliciente de que si perdemos 3 veces seguidas tendremos que empezar de nuevo la serie. Como en la vida real, conseguir reunir los mejores naipes disponibles no será fácil, así que las sesiones largas exprimiendo este modo están garantizadas.
From zero to hero!
Tras la revolución que supuso en la serie el nacimiento de «El Barrio» el año pasado, que llegó un poco «roto» en la versión inicial de NBA 2K18 para Switch, esta temporada Mi Carrera nos presenta una versión mejorada del vecindario y, como es obvio, con nueva historia, titulada «El camino de vuelta». El objetivo es el mismo de siempre: crear un jugador, esta vez de nombre AI y con un editor mucho más completo, y convertirlo en estrella de la NBA partiendo casi desde la nada. La sección prólogo es bastante más larga que la del 2K18 y, a un buen número de partidos en los que tendremos que destacar tanto individual como colectivamente para ganar puntos que canjearemos por mejoras en nuestros atributos, hay que sumarle una cantidad aún mayor de cinemáticas que pueden ralentizar bastante el progreso. Por suerte, en esta ocasión los tiempos de carga se han reducido y podemos saltarnos las escenas si así lo deseamos. Personalmente os invito a no hacerlo, pues he conseguido meterme bastante en la trama que, aún siendo simple, claramente prefijada y con algunas inconsistencias en actuaciones o guión, presenta situaciones variadas y en ocasiones sorprendentes. Sin ánimo de hacer ningún tipo de spoiler (aunque seguro que muchos ya sabéis de qué no quiero hablar), el trabajo de producción de Visual Concepts en este apartado es digno de elogio, ya que nos encontramos con varios personajes interpretados por actores reconocibles, diferentes narradores televisivos dependiendo del momento de la historia en el que nos encontremos y una banda sonora que consigue transmitirnos los sentimientos de nuestro personaje.
Una vez llegamos a la NBA y nos instalamos en nuestro despampanante loft (por cierto, el mismo de DJ, el prota del año pasado, con su trapisóndico portero Spinelli incluido) es cuando podemos acceder a todo lo que nos ofrece El Barrio para seguir ganando puntos y progresando hasta llegar a ser un jugador total. A mayores de los partidos con nuestro equipo profesional, en este entorno podremos entrenar para mejorar aspectos concretos de nuestro juego, visitar locales comerciales para cambiar nuestro aspecto, entrar directamente en los modos Mi Equipo o Jugar Ya e incluso disputar piques con otros usuarios que nos encontremos por las calles en playgrounds o canchas como The Cages, unas pistas enjauladas con camas elásticas que son una locura. Además sigue presente el modo Pro-Am, que cada vez se está convirtiendo más en el lugar predilecto de los fans de la vertiente eSport de NBA 2K y este año sólo nos permite participar en él si formamos parte de un equipo completo, además de añadir un sistema de enfrentamientos privados accesibles mediante contraseña. Para suplir la exclusividad de disfrute de este modo, regresa a la saga el Jordan Rec Center, de planteamiento muy similar a Pro-Am, pero más enfocado a los encuentros entre pandillas esporádicas que a la creación de equipos competitivos.
Afortunadamente, la distribución de calles y edificios se ha rediseñado, por lo que movernos resulta mucho menos cansino y lento, siendo muy rara la vez que se aprecia alguna bajada de framerate como las del 2K18. Ahora el terreno es cuadrado, con las pistas para las pachangas en el centro y los edificios en los que interactuar situados en los laterales, siendo visibles desde cualquier punto.
Sin embargo, no todo es perfecto en este modo y la experiencia se ve empañada por un par de problemas. El primero es que, como en la entrega de la pasada temporada, es complicado encontrar otros usuarios con los que interactuar y disfrutar de los eventos diarios o las pachangas en los playgrounds. Al igual que ocurre con las dificultades de encontrar rival en la modalidad online de Jugar Ya, no sé si se debe a que las ventas para la híbrida en nuestra región aún no responden o a problemas de servidores, pero lo cierto es que las calles suelen estar bastante desérticas.
Micropagos, el regreso
El otro contratiempo es común a todas las versiones y no es otro que el manido tema de los micropagos. Como supongo que sabes, la franquicia NBA 2K hace uso de una moneda virtual (VC) que puedes ganar en varios modos de juego para luego gastarla en contenido estético para tu avatar, sobres de cartas o, y aquí está el meollo de la cuestión, mejorar los atributos de tu personaje. Hay varias maneras de ganar VC y una de ellas es pagando dinero real. Tras las numerosísimas quejas de los usuarios, este año 2K Sports ha intentado rebalancear el sistema para que sea más sencllo conseguir monedas sin rascarse el bolsillo y así acelerar la progresión de nuestro usuario por métodos jugables. Para esto, por ejemplo, han aumentado las cuantía de las recompensas por partido o entrenamiento y han añadido más tipos de minijuegos con premio en El Barrio.
Aún así, lo cierto es que el problema sigue estando ahí y tiene difícil solución en tanto en cuanto a los contables de 2K probablemente no les interese eliminarlo de raíz. Tanto este modo Mi Carrera como Mi Equipo continúan facilitando e incitando (con accesos bien visibles a la tienda, casas de apuestas como la que hay en el barrio o incluso cajeros) que quien quiera pueda progresar por la vía rápida desembolsando determinadas cantidades de dinero a cambio de VC. Obviamente esto provoca, a priori, una desigualdad tremenda a la hora de los enfrentamientos online y suele redundar en que el que más se ha gastado sigue evolucionando más rápidamente que el que no ha invertido. Y digo suele porque también he visto casos en los que gente con medias muy altas no respondían en las canchas de manera acorde al nivel que supuestamente tenían, algo más habitual de lo que se piensa.
Ante esta realidad, si no queremos usar nuestras tarjetas de crédito, sólo nos queda tomárnoslo con mucha calma a la hora de aumentar nuestro nivel (algo que, por otra parte, es más realista) o no interactuar demasiado con otros usuarios si somos capaces de que el único avance que nos importe sea el de nuestro personaje o colección de cartas. Con todo, 2K Sports debería seguir tomando nota del malestar que genera la situación entre muchos compradores ya que, como escribí en el análisis del título de la temporada pasada, donde ya le dediqué un apartado especial a este tema, tras haber pagado el precio completo por el juego, gastar dinero debería ser más una opción que una obligación.
NBA 2K19 – Te conocerán por tu nombre
La franquicia NBA 2K es sinónimo de calidad. Su buena reputación es innegable y se la ha ganado a base de entregas de notable categoría que mejoran año a año y que, de vez en cuando, revolucionan el panorama de los simuladores deportivos presentando novedades destacadas. Aunque este año nos llega un dearrollo continuista (es sólo el segundo lanzamiento en Switch, pero el sexto en esta generación), los retoques y añadidos que presenta este NBA 2K19 son lo suficientemente importantes como para hacer que destaque sobre la versión de la pasada temporada e incluso para justificar su compra si posees el juego lanzado en 2017. Es cierto que sigue presentando los problemas de la enorme descarga obligatoria o los micropagos, pero no es menos cierto que es un título descomunal en modos y opciones y con una jugabilidad pulida hasta rozar la excelencia. De ti depende el decantarte por un lado u otro de la balanza. Yo lo tengo claro.
Análisis realizado con un código de descarga de la Edición 20 Aniversario cedido por 2K España.
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