Guacamelee! es un título con un gran recorrido en el mundo de los videojuegos. Desde que se lanzara en el año 2013 para Playstation Vita y Playstation 3, han pasado más de 5 años en los que el juego de DrinkBox Studios, responsables de otras obras como Severed, se ha ganado el respeto de los aficionados a esta forma de entretenimiento. Poco más tarde vio la luz Guacamelee! Super Turbo Championship Edition, añadiendo todos los DLC disponibles, así como una serie de nuevos niveles y jefes, y que llegaría por primera vez a una consola de Nintendo: Wii U. Sin embargo, la versión que hoy analizamos se ejecuta en el sistema más joven de la compañía nipona. Vamos allá con Guacamelee! Super Turbo Championship Edition para Nintendo Switch.
Mi nombre es Juan Aguacate, y soy un luchador
Guacamelee! apuesta por un argumento clásico y que, por ello, puede pecar de una excesiva sencillez. La historia nos pone en la piel de Juan Aguacate, un humilde granjero cuyo objetivo al comienzo del juego es, únicamente, ir a visitar a la hija del “Presidente”, su amiga de infancia y único amor. Sin embargo, y sin previo aviso, Carlos Calaca, un esqueleto malvado, ataca el pueblo donde Juan habita y rapta a la muchacha. Juan, al intentar salvarla, recibe el peor castigo posible de parte del temible Calaca: la muerte, y es enviado a la tierra de los que ya no se encuentran entre nosotros. Cuando toda esperanza parecía perdida, una luchadora bajo el nombre de Tostada aparece, otorgando a nuestro protagonista una máscara que le transforma en un luchador y que le permite volver al mundo de los vivos. Alrededor de este concepto se desarrolla la mecánica principal, y la más interesante, de Guacamelee!, que nos permite alternar entre el mundo de los vivos y el de los muertos en tiempo real y en cualquier momento, lo que hace que veamos diferentes enemigos, caminos e incluso plataformas.
La jugabilidad de la obra se sitúa claramente del lado del género Metroidvania, aunque con matices. A pesar de tomar su clásica progresión basada en la obtención de habilidades y el “backtracking” o vuelta a zonas ya superadas para, generalmente, encontrar caminos alternativos, esta última característica se da en menor medida. No obstante, pronto nos damos cuenta de que el juego incluye también secciones de plataformas más complejas que las del Metroidvania tradicional, así como unos combates en los que reina la acción. Estructuralmente, por tanto, no podríamos encasillar a Guacamelee! en uno de estos géneros, sino que sería una especie de híbrido en el que, pese a todo, la balanza se sigue inclinando hacia el lado del nombrado por los videojuegos de Samus y Alucard. Esta mezcla, sin embargo, tiene una serie de consecuencias, y es que no termina de cuajar en ninguno de sus aspectos jugables.
Como ya he dicho, a medida que avanzamos en la aventura recibimos diferentes habilidades que, si bien hacen más interesante el juego, tardan en aparecer. Por poner un ejemplo, Metroid Fusion se puede terminar en apenas 3 horas y media, y obtienes las habilidades a un buen ritmo, de forma que siempre resulta divertido. Por otro lado, Guacamelee! comienza a volverse satisfactorio aproximadamente a la mitad de su historia, debido a que es cuando tanto el combate como el movimiento empieza realmente a ser interesante. Los diferentes ataques que aprendemos sirven tanto para enfrentarnos a nuestros enemigos como para abrir nuevos caminos y superar las secciones de plataformas, y teniendo en cuenta que el conjunto jugable que forma Guacamelee! no resulta especialmente motivador hasta que alcanzamos la tercera o cuarta hora de partida, no me extrañaría que una parte de los jugadores decidieran dejar de lado la experiencia, al menos por un tiempo.
Habilidades interesantes, pero mal distribuidas
El combate es sencillo. Tenemos una serie de golpes, al principio muy básicos, y un agarre que nos permite lanzar a nuestros contrincantes e infligirles daño. Las habilidades que aprendemos tarde o temprano nos ayudan a afrontar con más facilidad las batallas, aunque también introducen una mecánica muy interesante: cada movimiento tiene asociado un color y los enemigos se cubren con un manto de esa tonalidad a modo de escudo, que solo podemos quebrar impactándole con el ataque correspondiente. Aparte de esto, nuestro protagonista cuenta con una barra llamada “intenso”, que aumenta en buena medida nuestro poder durante un período de tiempo determinado por la eficacia de nuestros combos. Como añadido, Guacamelee! cuenta con un “sistema de progresión”, construido a través de la compra de mejoras en tiendas que aparecen a lo largo y ancho del mundo. En estas también podemos adquirir, mediante otra moneda más escasa, disfraces para Juan, cada uno con diferentes efectos favorables y adversos.
No tengo mucho que decir respecto al apartado artístico. Guacamelee! es bonito, colorido, y se ve realmente bien en movimiento. Sin duda su punto fuerte en este sentido es la capacidad del equipo de desarrollo para hacerte esbozar una sonrisa, cosa que consiguen gracias al recurso más viejo del mundo: las referencias populares. El universo de esta obra está plagado de guiños a otros videojuegos y sus personajes, desde Mario y Luigi hasta la máscara de Majora o Mega Man. El apartado auditivo tampoco se queda atrás, con unos efectos de sonido bien integrados y coherentes con el contexto y una serie de temas musicales que, si bien no son la nueva obra maestra de las bandas sonoras de videojuegos, cumple de sobra y sirve de agradable acompañamiento durante toda la aventura.
Por último, quisiera hacer una mención al modo multijugador. Cuando lo probé, pensé “bueno, un Joy-Con para cada uno y arreglado”. Pues resulta que no. Guacamelee! no soporta el juego con un único Joy-Con (o al menos yo no he conseguido controlar dos jugadores de esta forma), así que hay que conectar otro mando completo para poder jugar en modo cooperativo. Por suerte, poseo un controlador compatible adicional y he podido comprobar el funcionamiento de este modo que, siendo sincero, ha resultado realmente divertido. Una pena ese problemilla con los fantásticos Joy-Con.
Guacamelee! – Aquí hay tomate, pero podría ser de mejor calidad
Guacamelee! es un título al que, a pesar de su longevidad, siempre había querido jugar, pero nunca hasta ahora tuve la oportunidad. Creo que tuve una aproximación demasiado optimista hacia él, y tal vez por eso me ha dado la sensación de que le falta un poco de chispa. El título es bueno, tiene una idea original y unas mecánicas interesantes, pero siento que no están suficientemente explotadas y que se podrían llevar un paso más allá. ¿He disfrutado de Guacamelee!? Sí, pero siempre esperé algo más de él. Creo que merece la pena darle una oportunidad, y más aún cuando su segunda entrega está a la vuelta de la esquina, y no dudo de que en DrinkBox Studios habrán aprendido de los errores que hicieron que las aventuras de Juan no conformaran un juego para el recuerdo, en lugar de quedarse en lo que finalmente fue, un buen juego independiente. Jugarlo o no está en vuestra mano, pero yo lo recomendaría a cualquier amante del Metroidvania, aunque solo sea por satisfacer una inagotable sed de curiosidad.
Este análisis ha sido posible gracias a la cesión de un código de descarga de Guacamelee! para Nintendo Switch por parte de Popagenda
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