Análisis Journey to the Savage Planet – Nintendo Switch. Metroid Prime con chistes de pedos

Fecha de lanzamiento
21 mayo, 2020
Número de Jugadores
1-2
Idiomas
Español, inglés, francés, etc.
Tamaño de la Descarga
2,4 GB
Nuestra puntuación
78

«¿Cómo? ¿Que aún no ha salido Metroid Prime Trilogy en Nintendo Switch? ¡Pero si en una web dijeron que lo habían listado en eBay y que estaba a punto de salir! Pues mira, me voy a otro lao…» ¡Espera! Puede que no sea Metroid Prime, pero Journey to the Savage Planet quizá te interese. Es el debut de Typhoon Studios, un estudio formado por antiguos trabajadores de Ubisoft, EA o Warner Bros Montreal. De hecho, el director del juego, Alex Hutchinson, dirigió también Assassin’s Creed 3 y Far Cry 4. Al parecer, su intención era crear una experiencia mucho más centrada que la mayoría de AAA en los que habían trabajado, que consideran que están llenos de relleno con poca sustancia. Y eso se nota: es una experiencia corta, pero intensa.

 

 

Un metroidvania cachondo

Journey to the Savage Planet se puede definir como un Metroid Prime de coña. Jugablemente es muy similar: en primera persona, exploras un planeta alienígena con distintas zonas, escaneas la flora y fauna local, investigas las ruinas extraterrestres, luchas contra monstruos hostiles, obtienes nuevas habilidades (doble salto, gancho… en fin). Todo eso te permiten ir descubriendo nuevas zonas y encontrando nuevos secretos en zonas ya superadas.

 

journey to the savage planet switch

 

Sin embargo, lo que hace tan especial a Journey to the Savage Planet es su sentido del humor. Durante todo el juego, escuchamos la voz de EKO, una inteligencia artificial, que nos da consejos, nos marca el camino y nos humilla un poco (al parecer, hemos sido enviados a una misión casi suicida por una compañía colonizadora chapucera). Es como GLaDOS, aunque menos ingeniosa y con un poco de sensación de «chiste repetido». A veces desearíamos desactivarla para que nos deje explorar con libertad… y de hecho, se puede, aunque no os lo recomendamos, pues se carga un poco la experiencia.

 

La personalidad de Journey to the Savage Planet florece con los chascarrillos de EKO, pero también con detalles más inspirados, como los vídeos introductorios de la compañía, grabados con actores reales y que vemos en la nave; los spots falsos de ideas de bombero, como un pañuelo que limpia literalmente nuestro cerebro de pensamientos negativos; que podamos elegir un perro de protagonista (y pasarnos el juego escuchando ladridos); o que cuando muramos reaparezcamos siempre desde la nave, y lo que hacen es construir un clon con nuestros recuerdos (podemos enterrar nuestro antiguo cuerpo por un poco de loot extra).

 

journey to the savage planet switch

 

El apartado artístico también es clave: los diseños son coloridos y exagerados, los monstruos (no todos son hostiles) tienen ojos saltones y patitas enanas, y van dando saltitos por ahí. Incluso podemos darles de comer un cebo… para que caguen y vomiten uno de los materiales con los que mejorar nuestro equipo. Vamos, todo muy escatológico, pero que tiene su encanto.

 

El único problema es que, al final, se hace un poco repetitivo: las zonas, compuestas de islas flotantes, se parecen mucho entre sí, cambiando poco más que la paleta de colores dominante. Y está todo tan sobrecargado que cansa un poco… sobre todo porque tal cantidad de detalles y elementos desmerecen en la versión de Nintendo Switch. Pero de eso hablamos luego.

 

 

Exploradores… sin mapa

Pasemos a detallar la jugabilidad. Desde la perspectiva en primera persona, tenemos que explorar escenarios más o menos grandes (y con muchas alturas), combatir contra una buena variedad de enemigos y superar secciones plataformeras muy desafiantes. Como hemos dicho, es muy parecido a Metroid Prime… pero simplificado. A pesar de que la primera vez que llegas a una zona abierta sorprende por su tamaño, todos los objetivos principales están marcados por puntos en pantalla que indican su posición y distancia cada vez que te dan una nueva misión.

 

Si quieres, puedes ignorarlos y explorar a tu ritmo… pero no tienes ninguna otra forma de orientarte, pues sorprendentemente no hay mapa. Estamos seguros que no es algo «que se les haya olvidado», y el sustituir al mapa por un sistema de marcadores es una decisión consciente, pero a nosotros nos parece una decisión cuestionable: hace que el juego sea más fácil, pero menos satisfactorio, pues a pesar de que tienes libertad para moverte, siempre andas persiguiendo un punto invisible. Y a la larga, se produce el efecto inverso: explorar todos los rincones del planeta sin un mapa con el que orientarte se hace mucho más confuso y frustrante (y no ayuda que los escenarios se parezcan tantos unos de otros).

 

journey to the savage planet switch

 

Eso no quiere decir que el juego no ofrezca libertad: hay multitud de secretos ocultos por el mapa que nos ayudan a mejorar nuestra vida y equipo (y que obligan a hacer backtracking si los quieres todos). También hay momentos en los que se nos ofrecen varios objetivos principales a seguir, y misiones secundarias basadas en desafíos o coleccionables (necesarias para encontrar un segundo final). Y, en concreto, en la «mazmorra» final, nos dejan a nuestro aire y es bastante interesante.

 

Da la impresión de que los desarrolladores se han cortado bastante para que el juego sea asequible, y que si buscas más reto tengas que ir a las misiones secundarias. Cosa que concuerda con lo que habíamos dicho antes de hacer un juego más centrado que el resto de AAA: te permite ir a saco si quieres, pero lo disfrutarás más con algo de calma.

 

Y a nosotros nos parece muy bien: dura aproximadamente 8-10 horas, algo menos si vas a saco y unas cuantas más si lo exploras todo. Podría durar más, pero es una experiencia muy intensa y productiva: no hay ratos muertos, y estás continuamente aprendiendo nuevas habilidades y descubriendo nuevas zonas. Eso es algo que muchos valoramos más que si un juego te obliga a repetir el mismo esquema de misión una y otra vez (¿hemos dicho ya que es del director de Assassin’s Creed 3?). Además, toda la campaña se puede jugar con un amigo en cooperativo, mediante comunicación inalámbrica local o con amigos por Internet (una función que lamentablemente no hemos podido probar).

 

Por último, y no por ello menos importante, ¿qué tal es la versión de Nintendo Switch? Journey to the Savage Planet salió en enero de 2020 para PS4, Xbox One y PC, y su versión de Switch salió más tarde, a finales de mayo (sin previo anuncio, además). No es un juego muy exigente (técnicamente, es un indie), pero sí se nota que no se hizo inicialmente para la híbrida.

 

La tasa de frames por segundo es bastante baja, por debajo de los 30 fps, aunque no hay tirones que rompan la experiencia. La calidad de las texturas y los polígonos también es muy inferior comparada con las otras consolas, y se nota mucho el «popping», especialmente en zonas amplias con muchas plataformas y elementos en pantalla (que son la mayoría). Afortunadamente, tampoco llega a ocasionar problemas en la jugabilidad (no es The Outer Worlds), simplemente se ve más «feucho», a pesar de la magnitud y espectacularidad de algunos escenarios realmente vertiginosos e impresionantes. Eso sí, aunque solo nos pasó una vez, sí nos topamos una vez con el dichoso cuelgue que provoca que el juego se cierre inesperadamente… y además, en el jefe final.

 

Si le das un segundo más, esas texturas se cargarán y se verán como las columnas más cercanas. El juego está lleno de escenarios impresionantes… desmejoradas por los gráficos de Switch.

 

En general, es un juego muy cuidado tanto en lo visual como en lo sonoro (buena banda sonora estilo folk y voces en inglés, tanto para la IA que nos acompaña como para los divertidos vídeos grabados en imagen real que vemos desde la nave). Sin embargo, la versión de Nintendo Switch queda notablemente por debajo de las otras en el apartado gráfico, aunque jugablemente sigue siendo idéntico (lo que significa que tampoco tiene funciones especiales de Switch, como control por movimientos).

 

Journey to the Savage Planet – Hay vida inteligente en otros planetas

Si estás cansado de los AAA gigantescos que te roban más de 40 horas de tu vida, Journey to the Savage Planet es una idea muy original. Jugablemente te recordará a Metroid Prime, por su desarrollo en primera persona y mezcla de exploración, saltos y puzles; pero con un estilo muy diferente y un sentido del humor muy socarrón. Sus peros jugables, como la ausencia de mapas, no te impedirán disfrutarlo. Y sale a precio reducido (unos 30 euros). Eso sí, técnicamente va justito en Switch.

 

Hemos analizado Journey to the Savage Planet gracias a un código digital cedido por 505 Games. Versión analizada 1.0.1

Hay vida inteligente en otros planetas
Journey to the Savage Planet es un buen metroidvania en primera persona, corto pero intenso y variado, y con mucha personalidad. Técnicamente justito en Switch, aunque su estilo artístico es muy bueno.
PROS
Desarrollo metroidvania muy variado (exploración, saltos, combate) con un ritmo de progresión muy bien medido
Mucha personalidad y gran peso del sentido del humor (muy escatológico, eso sí), con un gran doblaje (inglés) y vídeos de imagen real
A pesar de la monotonía de algunos escenarios, artísticamente es muy original...
CONTRAS
... pero desmerece por los gráficos de Switch: no influye en la jugabilidad, pero el port tiene sus limitaciones
Si en vez de marcadores hubiera mapa, quizás sería más satisfactorio...
Solo puedes jugar con amigos en el cooperativo online, y no con desconocidos
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