A principio de septiembre de 2019 Blasphemous hacia estación de penitencia en Nintendo Switch. Y lo hacía presentándonos un completo metroidvania 2D que destacaba por su exigente sistema de combate y su espectacular puesta en escena. Tomando, por el camino, elementos propios de la imaginería, la cultura católica, la Semana Santa y la iconografía religiosa del barroco sevillano. Algo que cobra especial mérito si tenemos en cuenta que hablamos de un género, el metroidvania, realmente saturado dentro del excelso catálogo de la híbrida. Como os podéis imaginar, no hay que ser demasiado beato para intuir que de su enorme éxito se derivaría una segunda entrega. Con Blasphemous 2 el estudio español The Game Kitchen supo traernos un más y mejor en toda regla, que incorporaba importantes adiciones jugables y artísticas. Y precisamente de novedades os venimos a hablar por aquí. No en vano, la expansión de Blasphemous 2, Mea Culpa (DLC de pago), ya se encuentra disponible junto a una completa actualización gratuita bajo el brazo. No te pierdas nuestro análisis para Nintendo Switch.
Es hora de entonar el «Mea culpa»
El Penitente ha resucitado, y ya van unas cuantas, y pretende que recorramos una vez más, junto a nuestra guía Hilaria, Cvstodia. Blasphemous 2: Mea Culpa nos presenta 2 nuevas áreas (Santa Vigilia y Gélido Reposo). Y lo hace con sus propias misiones y jefes (uno por área). Toda una verdadera delicia que llega con multitud de interesantes novedades bajo el rosario.
En primer lugar, se ha incorporado la espada del primer Blasphemous, Mea Culpa. Un arma que logra aportar mayor profundidad a los combates y al componente plataformero. En segundo, también disponemos de nuevas cuentas de rosario y plegarias, ejecuciones, nueve composiciones inéditas a cargo del mismísimo Carlos Viola y… ¡un final alternativo! Componentes, todos ellos, que logran alargar la aventura otras 3 o 4 horas. Algo más si no nos logramos desenvolver con soltura en algunas zonas o con algunos jefes o enemigos especialmente complicados.
Todo un verdaderos tormento
Por si fuera poco, también se ha incorporado, previa instalación, un DLC gratuito llamado «Verdadero Tormento«. Una actualización que, como su propio nombre indica, retuerce un poco más las cosas añadiendo Nueva Partida+ (tras completar el juego). Una nueva partida que aporta nuevos objetos y enemigos, mayor dificultad, entornos mucho más agresivo y enemigos aún más fuertes.
Para rematar, se amplían algunas zonas, como Coro de las Zarzas, quedando conectadas con el resto del mapa de una forma bastante inteligente. Y aquí, de la mano del backtracking, llega uno de los pocos peros de Blasphemous: Mea Culpa. No en vano, ambos DLCs (gratuito y de pago) se entremezclan. En el caso de Verdadero Tormento, es necesario completar el juego para desbloquear Nuevo Juego +. Sin embargo, Mea Culpa se fusiona con la aventura. Es decir, no es necesario terminar el juego para disfrutarlo. Por desgracia, ahí radica el problema, haberlo completado puede acabar siendo todo un hándicap. «Regalándonos» horas y horas de infructuoso backtracking por zonas anteriormente visitadas. ¿Alarga la experiencia de juego? Sí, pero a qué precio.
Para finalizar, tanto el DLC de pago como la actualización gratuita han llegado con algun fallo o error de diseño bajo el brazo. Generando cierto revuelo y malestar en la comunidad jugable. Destacando un Nueva Partida+ en el que no se guardan gran parte de nuestros avances previos. Eso sí, tras un comunicado de sus responsables, parece que dichos problemillas pretenden ser resueltos en un tiempo récord vía actualización.
Una retorcida y hermosa iconografía religiosa
Si por algo logró destacar Blasphemous 2, mejorando aún más si cabe el excelente uso del pixel art de la primera entrega, es por su apartado artístico. Y Mea Culpa no iba a ser la excepción. Es más, las dos nuevas áreas han logrado incluso ir un paso más allá. Presentándonos una retorcida re-imaginación que aúna de una forma tan espectacular como vistosa liturgia, superstición y religión. Un hermoso, a su manera, mundo que sigue consumido por el miedo y la fe más pura y absoluta. Los nuevos entornos siguen haciendo un maravilloso uso del pixel art y se encuentran repletos de deliciosos detalles. Por su parte, los diseños de los nuevos enemigos y jefes finales van a la saga, resultando realmente llamativos y originales.
Por último, pero no por ello menos importante, el apartado sonoro sigue rozando la perfección. Destacando los 9 temas compuestos, guitarra en mano, por Carlos Viola. Las nuevas líneas conversacionales, dobladas al castellano, ponen la guinda a un apartado que no sólo está a la altura de la propuesta que pretende ampliar, sino que en muchos aspectos la mejora y complementa.
Blasphemous 2: Mea Culpa – Un DLC que es pura liturgia
Blasphemous 2: Mea Culpa se erige, desde el minuto uno de juego, como un completo DLC que, más allá de algunos momentos de tedioso e infructuoso backtracking, se complementa narrativa, jugable y artísticamente hablando muy bien con el título principal. Las dos nuevas zonas, la posibilidad de volver a empuñar Mea Culpa, los nuevos jefes, misiones, enemigos, items y habilidades ponen la guinda a un hermoso pastel jugable y visual tan efímero como divertido. Por si fuera poco, y pese a los errores de diseño por solucionar en próximos parches, la actualización gratuita «Verdadero Tormento» logra aportar un plus que convierte a Blasphemous 2 en la experiencia metroidvania definitiva. ¿Listos para reanudar la estación de penitencia y regresar a Cvstodia junto a nuestro Penitente favorito?
Hemos analizado Blasphemous 2: Mea Culpa (DLC) gracias a un código digital cedido por The Game Kitchen. Versión analizada: 1.0.1
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