Aunque el género del terror en videojuegos es casi tan antiguo como el medio en sí, hubo un indiscutible punto de inflexión en la historia de este tipo de juegos, uno que abrió un universo de posibilidades en ellos, y que los catapultó a una nueva cota de popularidad e iconicidad. Este punto de inflexión fue el salto al 3D. Los años 90 trajeron propuestas como Alone in the Dark, Silent Hill o Resident Evil, y marcaron una forma de sumergirnos en los títulos que a día de hoy ha quedado casi «olvidada». Al menos, en el sentido evolutivo del género. A día de hoy, el terror ha vivido evoluciones que le han llevado por el camino de los jumpscares y de la acción, y el avance técnico ha permitido dejar atrás estilos artísticos propios de la época. Pero todavía hay quien disfruta dándonos ese tipo de propuestas. Prueba de ello es Crow Country.
Desarrollado por el estudio independiente londinense SFB Games, Crow Country se acuerda muy bien de lo que supuso esa primera era dorada del terror, repleta de referentes que marcaron un antes y un después en el imaginario colectivo de los jugadores. Y eso le lleva a sumergirnos en una aventura en la que la ambientación lo es prácticamente todo, pero en la que también tiene mucho que decir el apartado artístico. ¿Te imaginas un juego de la primera PlayStation, pero con aspectos mecánicos más propios del año 2024? Entonces, acompáñanos en nuestro viaje a este parque de atracciones abandonado.
Mi nombre es Mara, Mara Forest
Nos encontramos en el año 1990. Han pasado dos años desde que Crow Country, un parque de atracciones local, cerró sus puertas para siempre. Su dueño y fundador, Edward Crow, ha desaparecido, y una denuncia lleva a la agente Mara Forest a adentrarse en este parque de atracciones. Su compañero, James Harrison, ha tenido problemas en el camino hacia allí, así que a la joven le toca enfrentarse en solitario a los misterios que acechan en el interior del parque. Un parque en el que pronto se dará cuenta de que no está sola.
Mara no es la única que busca a alguien en el parque de atracciones. Pronto se da cuenta de que hay más personas investigando en el lugar, cada una con sus propias razones para estar allí. Pero no sólo eso. A los demás curiosos que rondan el parque se unen unos extraños seres de apariencia putrefacta, llamados los Visitantes. De apariencia parcialmente humana, enseguida queda claro que no son nada amigables. Pero, ¿qué son estos Visitantes? ¿Cuál fue el motivo de la caída del parque de atracciones? ¿Qué buscan esas otras personas que hay allí? ¿Cuál es la verdadera razón de Mara para estar allí? Muchos son los misterios que se nos plantean en un título que hila con muy buen criterio todas las tramas que pone sobre la mesa.
Crow Country abre las puertas a todo el mundo
Desde un primer momento, este juego se esfuerza en demostrar que quiere que lo juegues. Sí, tú. Quien está leyendo. ¿Te gustan los juegos de horror y supervivencia? Puedes probar el modo de juego con ese mismo nombre. ¿Eres un experto en el género y buscas un reto exigente? Introdúcete en el modo Bandada de cuervos, que racanea más con los recursos y escatima menos en monstruos. ¿No te gusta demasiado este estilo tan opresivo? Prueba el modo Exploración, en el que puedes vivir la aventura sin enfrentarte a un solo monstruo en las poco más de 5 horas que dura la aventura.
Aunque pueda pensarse que un juego de terror sin enemigos puede perder gran parte de la gracia, sí, en parte es cierto. Pero eso no significa que los jugadores que opten por el modo Exploración no vayan a encontrarse cosas interesantes. La narrativa de este título se basa en la investigación. Nos movemos por el parque de atracciones, leyendo documentos y resolviendo puzles para poder avanzar descubrir los secretos de este parque temático. Y no es poco lo que hay por descubrir sobre lo que esconden sus atracciones, sus pasillos, incluso sus propietarios. No hay nadie que no tenga algo que esconder en Crow Country. Ni siquiera la protagonista…
Sola ante el peligro y los misterios
A los documentos, los puzles y los misterios hay que añadir los peligros del parque de atracciones, al menos si jugamos en modo Horror y supervivencia o en modo Bandada de cuervos. Los Visitantes son enemigos de diversos tipos que nos esperan en lugares oportunos para impedirnos avanzar. En ocasiones, aparecen sin previo aviso, con el sobresalto que esto supone. También existen varios tipos de trampa en los que conviene no caer, y algunos enemigos especiales, jefes en toda regla con los que nos vemos obligados a tirar de nuestro mejor arsenal si no queremos morir en el intento.
En este sentido, el juego nos mide bastante bien las posibilidades, ofreciendo un equilibrio que aprieta pero no ahoga. El inventario que podemos acumular (municiones, botiquines y antídotos) es limitado, con lo cual debemos dosificar bien las balas que gastamos para no vernos desarmados o sin objetos curativos en momentos críticos. Alguna de las armas, de hecho, recibe munición de forma totalmente contada y limitada. Asimismo, el juego nos ofrece ciertos puntos a los que acudir para conseguir munición de pistola en caso de que nos quedemos sin nada, y elementos del mapa que podemos utilizar a nuestro favor para hacer que los enemigos más duros muerdan el polvo sin dejarnos sin balas. Nunca estamos del todo desarmados si sabemos movernos bien… Pero las armas más fuertes no reciben tanto mimo, así que es mejor no abusar de ellas.
Conectando piezas en Crow Country
Uno de los mayores atractivos de Crow Country es la manera en la que nos introduce en su historia. Aterrizamos en el parque de atracciones sin saber gran cosa, y a medida que exploramos, vamos encontrando información que nos ayuda a comprender qué pasa. Una carta por allí, un aviso por allá, un mensaje a los empleados más allá, una misiva al dueño en ese otro lugar… A base de documentos, y sumando la información que nos proporcionan los personajes a los que vamos conociendo, comprendemos poco a poco qué pasó en este lugar y por qué está cerrado al público, así como el origen de esos peligrosos Visitantes.
El funcionamiento de sus puzles también se basa en esta mecánica. Constantemente encontramos pistas en forma de texto para abrir una puerta, una caja fuerte o encontrar una llave u objeto que necesitamos para avanzar. Este aspecto del juego motiva a escudriñar cada rincón y leer cada documento. Además, en su afán de accesibilidad, el juego nos dispone recopilatorios de pistas junto a las hogueras que hacen de punto de guardado. No te preocupes, las hogueras no son como las de Dark Souls, no hacen resurgir los enemigos al usarlas… Pero ten cuidado cuando pases por segunda, tercera o cuarta vez por un lugar ya conocido. Nunca sabes cuándo podrían volver los Visitantes o dónde aparecerá una nueva trampa.
El afán retro tiene siempre sus pros y sus contras
La intención artística de Crow Country es clara: evocar a los juegos clásicos de terror de los 90. Pero lo hace a su manera. Lo que en aquel entonces eran escenarios prerrenderizados, aquí es un mapa tridimensional en toda regla, con perspectiva isométrica y posibilidad de giro de la cámara, pero con un diseño de fondos, enemigos y personajes propia de la época de PSX. La banda sonora es mucho más variada de lo que cabría esperar en un título tan pequeño, y ambienta a la perfección la aventura. La suave melodía que se oye al acercarnos a un punto de guardado se acaba grabando en la cabeza.
La apuesta por lo retro, no obstante, conlleva algunas limitaciones que suponen el mayor lunar de una propuesta que es muy sólida en el resto de apartados. Los controles, especialmente los de apuntado, son algo toscos, y en ocasiones la parte más difícil del combate es el propio hecho de apuntar a un enemigo. También es algo lento en los tiempos de carga entre habitaciones, aunque esto es un problema menor en comparación con el anterior. Además, la traducción al español agradecería una revisión, ya que hay términos que se traducen de forma diferente en distintos lugares, y eso provoca que alguna que otra pista de los puzles se vuelva incoherente.
Crow Country – Nintendo Switch. Un parque de «aterraciones»
En líneas generales, Crow Country es un título que sabe sacarle brillo a sus puntos fuertes, ofreciéndonos una aventura que, a pesar de ser bastante corta, no se siente como tal, con un ritmo excelente y un diseño de puzles y de narrativa al que se no se le puede poner prácticamente ninguna pega. Sus distintos modos de juego, además, aportan un toque de accesibilidad que hace que pueda ser jugado por todo el mundo, sin excepciones. Sus principales defectos son mecánicos e inherentes al diseño «retro» que evoca a los títulos pioneros del terror en 3D, a los cuales rinde culto con brillantez. Si te planteas adentrarte en sus misterios y secretos, toma buena nota de la reflexión de su protagonista, Mara Forest, que ilustramos a continuación.
Hemos analizado Crow Country gracias a un código digital proporcionado por SFB Games. Versión analizada: 1.0.1
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