Este pasado fin de semana, sábado 9 y domingo 10 de Abril, se celebró en Alicante la sexta edición del Salón del Manga. Como buen aficionado a la cultura japonesa y a los videojuegos, quise acercarme y ver qué se cocía por esta parte de la Costa Blanca. Ahora que ha finalizado os cuento qué tal me fue y cuál ha sido mi visión.
Primera impresión
Una de las tradiciones que se sigue en todo evento o presentación de una nueva construcción es la inauguración del mismo. Esta sexta edición del salón de Alicante no iba a ser menos y tuve la suerte de estar presente durante el tijeretazo de inicio, que fue realizado por la invitada principal del evento, Nana Kitade, un buen inicio para lo que iba a ser un fin de semana a recordar.
Conforme fui dando una vuelta poco a poco fui viendo que al fin y al cabo, un salón del manga se compone de las mismas cosas: tiendas con merchandising, escenarios, talleres, cosplays y exposiciones.
Este año ha sido la primera vez que tuve la ocasión de apuntarme a alguna actividad, y no desaproveché la ocasión asistiendo al taller de Furoshiki, que consiste básicamente en el arte de envolver diferentes objetos con uno o varios pañuelos resultando muy útil y bonito. Por desgracia, los talleres y las competiciones siempre están muy solicitadas y me quedé con ganas de haber participado en otra actividad más.
Cosplays, poco que destacar
Este es un aspecto que me ha decepcionado, ya que esperaba ver grandes creaciones. Durante los dos días pude ver cosplays que suelen abundar, como Luffy de One Piece y Deadpool, aunque sorprendentemente no recuerdo ningún personaje de Death Note, también muy recurrido para realizarlo con poco margen de tiempo. Contándolos con los dedos de las manos, también vi personajes a los que merecía la pena fotografiar, como una chica «Totora», un soldado de las nieves y un personaje que me robó el corazón, Phoenix Wright junto con Trucy y el Increíble Señor Sombrero.
La presencia Nintendera cada vez más abundante
Como buen redactor de NextN y aficionado a Nintendo, una de mis búsquedas consistía en ver que objetos de este universo se vendía por estos lares y, aunque puede parecer obvio, me sorprendió que Pokémon haya sido el mayor protagonista en cuanto a merchandising, desde camisetas, pasando por tazas y peluches, y llegando a ver gorras y pulseras.
Un stand que no podía faltar era el de venta de videojuegos, tanto retro y muy bien conservados, como los últimos lanzamientos del mercado. (Aunque, hay que añadir que se vendían como piezas de coleccionismo) ¿Tenéis ganas de volver a jugar a vuestros juegos antiguos preferidos? Este habría sido vuestro lugar, aunque sin olvidar vuestras cargadas carteras.
Además, una buena parte del lugar estaba dedicada a los videojuegos de todas las plataformas de sobremesa y alguna competición de la portátil nintendera ¿Quién se puede resistir a un combate de Smash?
Vuelta a casa con la mochila algo más llena
Inevitablemente, a estos eventos se va a gastar dinero aunque no quieras, y a pesar de mentalizarme en no comprar nada, volví con un par de acompañantes a casa que mejoran mis desayunos y las caras de aquellas personas que posan para mis fotos. ¿Acaso no os parecen más sonrientes ahora?
Aquí acaba esta sexta edición del Salón del Manga de Alicante que no tiene nada que envidiar a los eventos de otras comunidades y que cada año coge más fuerza para volver con más y mejor contenido. Como conclusión, me quedo con muy buenos momentos con la gente tanto conocida como desconocida, mis nuevos conocimientos envolviendo objetos con pañuelos y mis nuevas adquisiciones ¡Hasta la próxima!
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