Si algo ha cambiado esta última generación de consolas, es en la mayor incursión de juegos independientes en los catálogos. Entre todos los títulos que hemos visto, nos hemos encontrado de una gran diversidad de géneros. Aunque si tuviéramos que elegir alguno, como más destacado, por encima del resto, seguramente los metroidvania serían un claro candidato a este puesto. Juegos para todos los gustos y ambientaciones, algunos con las aspiraciones más altas, que vinieron a sorprender e inspirar a los siguientes, como es el caso de Hollow Knight. Mientras que otros, más pequeñitos, como es KUNAI, título que analizamos hoy, simplemente aprovechan la divertida jugabilidad del género para manteneros pegados a la pantalla mientras nos cuentan su historia. A pesar de que, como decimos, este es un título menor, en su duración, tiene poco que envidiar a los más grandes.
Una historia sencilla para acompañar a una frenética jugabilidad
KUNAI nos sitúa en un futuro post-apocalíptico, las máquinas con una poderosa IA a la cabeza, se han alzado contra los humanos, llegando a extinguirlos. En esta ocasión, nos toca meternos en los circuitos de Tabby, una tablet asesina con habilidades de ninja. Tras ser rescatada de su cautiverio, se encuentra inmersa en una rebelión contra las máquinas malvadas. A medida que avanzamos en la historia, vamos conociendo a diferentes integrantes del bando rebelde, así como sus motivaciones. Una historia, en la línea de todo el juego, entretenida, que se nos va revelando en los diálogos y algunas cinemáticas, en los que además, podemos encontrar algunos monitores ocultos que desvelan información adicional sobre el universo en el que se desarrolla el título.
Aunque hablamos de una historia sencilla, sin embargo, cuando tratamos el apartado jugable, KUNAI adquiere algo más de complejidad. Como en cualquier metroidvania, comenzamos con artefactos y habilidades muy básicas que, a medida que avanzamos, se van a ir ampliando y mejorando para poder acceder a nuevas zonas del mapeado. Nuestras primeras herramientas son la katana, para eliminar a los enemigos, y los kunai que, no sólo dan nombre al juego, sino que, son el núcleo de la jugabilidad. Para los que no los conozcan, éstos últimos son una especie de “punta de lanza” con una anilla en la parte inferior a la que se le podía atar una cuerda para recuperarlo tras lanzarlo. A pesar de ello, en este título, no se usan como arma, sino como método de desplazamiento. A modo de gancho, podemos clavarlos en, casi cualquier, pared o techo, haciendo que el plataformeo se vuelva muy divertido y frenético. Todo esto, beneficiado por la gran fluidez del propio movimiento, así como algunas mejoras que hacen que éste sea aun más rápido, convierten en una gozada el moverse por las diferentes zonas.
Además, el combate, si bien es más sencillo, también tiene cierta profundidad, aunque según avanzamos la historia, vamos a obtener otras armas, siendo la katana la que más vamos a utilizar. Simplemente, podemos realizar golpes o golpes en salto, pero es más que suficiente para lo que nos ofrece el título. La mayoría de enemigos pueden esquivarse, pero se establece una doble vertiente riesgo-recompensa, que hace que normalmente queramos eliminarlos a todos. Por una parte, cada vez que eliminamos a un enemigo, nos da dinero, que podemos invertir en las tiendas para mejorar nuestro equipamiento. Además, cada vez que matamos, recuperamos un pequeño porcentaje de nuestra salud, siendo ésta nuestra única forma de curarnos si no estamos cerca de un punto de control, por lo que, muchas veces esforzarnos en matar sin sufrir daños es la única forma de evitar la muerte. Contrariando lo que viene siendo habitual en estos juegos, y la tendencia que marcaron los souls, la muerte no lleva consigo ningún castigo más allá de, volver al último punto de control y perder la distancia avanzada. Por su parte, el combate sí cambia con algunos jefes finales. Mientras que unos son enemigos al uso, pero más duros, otros tienen debilidades concretas o un punto más estratégico, a modo de puzle.
En conjunto, tanto en las secciones de plataformas, como en los jefes finales, KUNAI, exige cierta habilidad al jugador, no es un paseo, pero tampoco puede considerarse complicado. La curva de aprendizaje se adecúa a las necesidades del jugador, y a poco que sepamos usar bien las herramientas de Tabby, podemos completar el juego sin problema. Superar la historia principal, nos llevará unas 6 horas, aproximadamente, mientras que si queremos conseguir todos los coleccionables, sombreros con los que podremos vestir a la protagonista, el juego se prolonga un par de horas más.
Los colores marcan el camino
Aunque si hay un punto donde KUNAI llama la atención es en su diseño gráfico minimalista. Cada zona tiene un color principal, y es, con ese color y algunas variaciones del mismo, con el que se dibuja tanto el fondo, como las diferentes áreas de la zona. Unos tonos pastel muy bien elegidos, que no cansa la vista, ni produce distracciones de donde sucede la acción real. Son estos tonos, de colores poco llamativos, los que consiguen que el juego refleje un mundo post-apocalíptico y decadente. También, algo tan simple y, si se me permite, “tonto” como que los enemigos tengan partes coloreadas de rojo y los buenos, de azul, me ha parecido un gran detalle. Además, el diseño de personajes, sobre todo de Tabby, es genial. Al ser una tableta, podemos ver como su rostro cambia según las acciones que estemos realizando. Por su parte, la banda sonora y los efectos de sonido, siguen la línea de lo puramente visual y acompañan muy bien, sin llegar a cansar ni volverse repetitivos.
KUNAI – Frenético, divertido y lleno de humor
Así, podemos concluir que KUNAI es un metroidvania, que toma influencia de otros, pero con personalidad y cualidades propias como para ser un título sólido por sí mismo. Un título más exigente que desafiante, que sólo nos pide que aprendamos a usar las herramientas que nos da, para poder seguir avanzando. A un precio de 16,99 €, en la eShop, se convierte en uno de los imprescindibles para los amantes del género. Su mayor punto débil es la duración, como decimos entre seis y ocho horas, según si queremos completar todo su contenido o no. Pero como suele decirse, “lo bueno, si breve, dos veces bueno”, es frenético y divertido en toda su duración, por lo que, mejor así a que se hubiera llenado con contenido para alargar artificialmente la experiencia. Además, hay que recordar que está desarrollado por pequeño estudio holandés, TurtleBlaze, compuesto por solo tres personas.
Hemos analizado KUNAI gracias a un código digital cedido por The Arcade Crew. Versión analizada: v1.0.3
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