Endling

Análisis Endling: Extinction is Forever – Nintendo Switch. La ley del más zorro

Fecha de lanzamiento
19 julio, 2022
Número de jugadores
1
Idiomas
Español, inglés, francés, etc.
Tamaño de la descarga
4700 MB
Nuestra puntuación
82

Si estás leyendo estas líneas poco después de ser escritas, a mediados de julio de 2022, probablemente estés haciéndolo bajo una sombrilla, en un chiringuito, o al abrigo de un ventilador o un aparato de aire acondicionado, en definitiva, paliando en la medida de lo posible este asfixiante calor veraniego que parece ir a más cada año que pasa. Si ha pasado cierto tiempo desde esta fecha, seguramente te acuerdes de todos modos. Las causas de este calor no son ajenas a casi nadie, porque de todo hay en este mundo: el calentamiento global es un hecho que cada vez se hace notar más, y en climas cálidos como el mediterráneo, sus efectos son de lo más palpables. Y es por esto que estudios afincados en climas mediterráneos, como es el caso del estudio español Herobeat, lo usan como inspiración para propuestas como Endling: Extinction is Forever.

 

Tras haber asistido presencialmente a la presentación del título en Madrid, y tras el lanzamiento oficial del juego, ya hemos podido vivir a fondo la aventura que propone Endling: Extinction is Forever, un título cuyo nombre ya es toda una declaración de intenciones: «La extinción es para siempre». Enfrentarnos a la extinción es, sin duda, todo un reto. ¿Cómo ha sido nuestra experiencia? ¡Vente y te lo contamos!

 

 

Enfrentarse al vacío

Nuestra protagonista es una zorra que huye por los pelos de un incendio que arrasa por completo con su hábitat natural y busca refugio donde buenamente puede para poner a salvo a sus cuatro adorables cachorros. Sin embargo, no consigue alejarse lo suficiente de las amenazas, y uno de sus cachorros es raptado por lo que parece un cazador furtivo. Por desgracia, no hay tiempo para lamentaciones, ya que toda la energía de nuestra zorra aún tiene una tarea muy importante que acometer: mantener con vida a los tres cachorros que aún permanecen con ella.

 

A pesar de todo, la memoria de una madre nunca da la espalda a un hijo, y pronto podemos comprobar que el cachorro desaparecido es muy importante en el avance de su historia de su supervivencia, ya que al tiempo que recolectamos los recursos necesarios para mantener con vida a la camada, encontramos pistas que nos ayudan a mantener la esperanza de volver a reunirnos con él. Una esperanza que no se apaga en ningún momento a lo largo de la aventura y que nos motiva a seguir adelante.

 

 

Sobrevivir en Endling, cuestión de olfato

La principal mecánica con la que contamos en nuestra lucha por sobrevivir es el olfato. Cuando hay una presa cerca, la zorra puede rastrearla gracias a su olor, presentando un rastro verde que nos lleva hacia ella. Cazar mucho es fundamental para mantener la barra de hambre a un buen nivel, porque si ésta se vacía, los cachorros pueden morir de hambre. La recolección de presas es fundamental en Endling, ya sean ratas, palomas, latas de comida abandonadas o bolsas de basura que aún guardan algo comestible.

 

La función del olfato es también fundamental en el avance narrativo del título, ya que del mismo modo que lo utilizamos para rastrear a las presas, es útil para seguir las pistas del paradero del cachorro perdido. El rastro rosado que nos lleva hacia esas pistas acaba haciendo manifestaciones etéreas del viaje del pequeño zorrito, con lo cual es una piedra angular en el desarrollo narrativo del título. No daremos muchos detalles al respecto por cuestiones obvias: es mejor seguir esa historia en primera persona.

 

Pero no es la zorra la única que tiene algo que decir en esta aventura. Los zorritos, en los primeros compases de Endling, son más bien un lastre, algo totalmente intencionado, no se puede pedir mucho a tres cachorros desvalidos que apenas acaban de nacer. Pero crecen a lo largo de la aventura, al abrigo de una buena madre, y comienzan a desarrollar sus propias habilidades: colarse por huecos pequeños, trepar, escarbar, incluso desactivar trampas, convirtiéndose así en una ayuda indispensable para mamá zorra y su titánica misión de mantenerles con vida al tiempo que busca al cuarto hermano.

 

 

El mundo es hostil y peligroso

El panorama postapocalíptico que nos presenta Endling hace que la amenaza del clima hostil y las condiciones adversas permanezcan siempre como telón de fondo que justifica lo que sucede, pero no son la principal parte activa en el peligro que corre la familia de zorros. El peligro también subyace en la fauna de los alrededores, que se compone de algo más que presas y algún que otro aliado. También hay depredadores acechando. Y el mayor de todos, como no podía ser de otra manera, es el ser humano.

 

El ser humano en sí mismo también se subdivide en distintas categorías. Hay algunas personas que no son hostiles con los zorros, pero otras son el auténtico peligro. El peletero es el más presente a lo largo de los días, ya que se mueve por el mapa e intenta darnos caza. Con él, al menos, tenemos la ocasión de combatir y librarnos para poder escapar. No es el caso del guarda con foco, que nos lanza a su perro de presa nada más vernos, o del cazador, que dispara a matar sin dudarlo. Con cualquiera de ellos, morimos en el acto si nos dan caza.

 

En definitiva, nos encontramos en un ecosistema repleto de cazadores y presas en el que, además, tenemos límites de exploración. Sólo podemos salir del refugio de noche y tenemos que optimizar nuestra exploración en la medida de lo posible. Si se hace de día, los cachorros se cansan y la barra de hambre baja más rápido. Si nos vamos a dormir demasiado pronto, el exceso de sueño hace que perdamos un buen trozo de barra. Es así como Endling nos motiva a medir bien el tiempo y los pasos que damos en busca de la supervivencia.

 

 

Una aventura gráfica, en cierto modo

El principal componente narrativo de Endling se encuentra en su arte. No sólo en esas sombras etéreas surgidas de nuestro olfato de depredador, sino también en los escenarios y los personajes. La estética del título nos presenta un mundo devastado en el que también los humanos están pagando las consecuencias, a juzgar por el estado de sus vestimentas y sus construcciones. Cada paseo se convierte en un generador de estampas memorables, brutales, que dicen más que mil palabras, en un mundo que también avanza y evoluciona con nosotros, viéndose afectado por nuestros movimientos.

 

Mención aparte merece la banda sonora, digna de colocarse unos auriculares mientras jugamos. Aunque durante la mayoría del tiempo el sonido es sutil y pausado, la música estalla en los momentos indicados y aprovecha al máximo el potencial escenográfico de los sucesos, un diseño perfectamente medido y en consonancia total entre imagen y sonido. Hay momentos que son prácticamente cinematográficos, en todo el sentido de la palabra. La sensación que deja al acabar es muy satisfactoria y conseguida en ese sentido.

 

 

Alguna pega tendrá Endling, ¿no?

No podemos concluir este análisis sin detenernos también en los puntos negativos del juego. La duración no es un problema en sí misma, alrededor de las 6 o 7 horas de juego. Sí puede llegar a serlo, en parte, el ritmo de la narrativa. Aunque durante la mayoría del juego los momentos de exploración «infructuosa» se intercalan bastante bien con los hallazgos sobre el cachorro, llega cierto momento en el que la exploración nos sobra un poco y los momentos sin hallazgos se hacen algo pesados. Aunque tiende a acelerar en ese sentido al final, el acelerón puede antojarse demasiado tímido. A pesar de esto, la sensación final es muy buena, ya que las últimas escenas del título están muy bien medidas.

 

Por otro lado, aún hay cierto trabajo técnico por delante, por culpa de ciertos bugs que pueden llegar a obligarnos a reiniciar el juego, o que directamente hagan que éste se cierre. Si bien es cierto que estos bugs se presentan en ocasiones muy concretas y puede que el 90% de los jugadores completen su partida sin habérselos encontrado, el 10% restante puede ver cómo se les fastidia todo un día de exploración por culpa de un movimiento raro o un comando que se atasca. Sí se hace más notable el rendimiento en modo portátil, donde aparece en ocasiones el dichoso popping.

 

 

Endling: Extinction is Forever – Nintendo Switch. La supervivencia del más zorro

La aventura de Endling es un círculo perfecto que comienza y termina en un lugar común: el mazazo en la cara que supone la posibilidad de un mundo hostil para la vida, destruido por la acción humana y en el que todas las criaturas vivientes, sin excepción, deben buscar la manera de permanecer con vida. Y no hay posibilidad de mirar atrás, ya que la extinción es para siempre, por si se nos había olvidado. Una experiencia única y conmovedora en la que sólo sobrevive el más zorro, en el sentido más literal de la palabra.

 

EndlingHemos analizado Endling: Extinction is Forever gracias a un código digital proporcionado por Herobeat Games. Versión analizada: 1.1.0

 

Endling
El corazón en una pezuña
Las mecánicas de exploración y recolección de recursos se vuelven secundarias cuando Endling te atrapa en su narrativa y pone el foco donde verdaderamente se lo propone: las terribles consecuencias de vivir en un mundo hostil con la vida y en el que cada uno sobrevive como está en su mano. Una historia que sabe mantener el suspense y motivar al jugador para llegar hasta el final y vivir en primera persona su desenlace.
PROS
Su narrativa lo hace muy especial y difícil de comparar
Las mecánicas de progresión y exploración son bastante satisfactorias
La conjunción de estilo artístico y banda sonora es casi cinematográfica
CONTRAS
En ciertos momentos el ritmo no es del todo satisfactorio
Algunos bugs muy ocasionales, pero que pueden provocar bloqueos en la partida
Ciertos problemas de rendimiento visual en modo portátil
82
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