Taiko no Tatsujin Rhythm Festival análisis Nintendo Switch

Análisis Taiko no Tatsujin: Rhythm Festival – Nintendo Switch. Redoble de tambores y opciones

Taiko no Tatsujin Rhythm Festival carátula cover
Fecha de lanzamiento
14 octubre, 2022
Número de Jugadores
1-4
Idiomas
Español, inglés, francés, etc.
Tamaño de la Descarga
3664,00 MB
Nuestra puntuación
80

¿Oís eso? Son los tambores taiko que vuelven a Nintendo Switch por tercera vez. Bueno, o cuarta si queréis contar cada entrega del Rhythm Adventure Pack por separado. A estas alturas podríamos decir que Don y Katsu han hecho de Nintendo Switch su nuevo hogar, si comparamos el número de juegos que han salido en otras plataformas y en la híbrida en el mismo periodo de tiempo. Tras un juego centrado en el multijugador y un recopilatorio con dos juegos centrados exclusivamente en jugar en solitario centrado en la historia, Taiko no Tatsujin: Rhythm Festival vuelve a la carga con una nueva propuesta y un nuevo modelo de negocio con el que planea ser la entrega definitiva.

 

 

Ciudad Omiko, lugar de vacaciones para los amantes de los Taiko

Drum ‘n’ Fun!, en su intención de ser un juego más enfocado a las fiestas, nos plantaba ante un frío menú en el que elegir los distintos modos en los que jugar con hasta cuatro amigos. Adventure Pack abandonó el multijugador para dar dos RPGs pequeñitos con historia para un solo jugador. Rhythm Festival quiere darnos lo mejor de los dos mundos ofreciendo contenido para jugar en solitario, acompañado y durante mucho tiempo.

 

Lo primero que llama la atención nada más iniciar esta tercera iteración de la franquicia en Nintendo Switch, es que la presentación visual está mucho más cuidada. Ahora el menú está camuflado bajo el dibujo de una ciudad con distintos distritos y que ayudan a justificar un poco su existencia gracias a la integración con la historia. Una historia que no deja de ser una excusa para ponernos al bueno de DON-chan junto a su nuevo amigo Kumo-kyun en situaciones disparatadas con toquecitos de humor, conforme vamos subiendo de nivel a base de jugar y desbloqueamos nuevos complementos y alguna que otra canción. Pero que también nos ayuda a presentar y descubrir los nuevos modos principales, dando una excusa para seguir jugando gracias a ese pequeñísimo sistema de progresión de cada modo.

 

 

Y es que precisamente Rhythm Festival viene con un puñado de sorpresas jugables bajo el brazo. No a la hora de tocar las canciones, que siguen consistiendo en tocar las notas azules y rojas conforme van llegando al círculo que marca el ritmo, sino en sus nuevos modos. Empecemos este tour rápido por Ciudad Omiko en Tamborilandia, el barrio más party del juego. Aquí se encuentran los modos «Gran guerra de tamborines» y «Banda de DON-chan». El primero consiste en montarnos un ejército de muñecos con los que pelear en batallas de desgaste contra otro jugador.

 

La gracia es que cada muñeco tiene sus propias estadísticas que suman al batallón y además aportan la posibilidad de que aparezca una nota que añada un efecto extra a la «partitura» del rival para hacerle la vida un poco más difícil. Además, los juguetes se pueden comprar en la tienda de la ciudad (junto a complementos para personalizar nuestro DON) con las monedas que ganamos jugando, aumentando la pequeña capa de estrategia que hay en la parte de construcción de nuestro ejército. En cuanto a al segundo modo, es el único donde se puede jugar a cuatro jugadores a un número limitado de canciones. Eso sí, no es un modo donde competir, sino donde colaborar, porque cada uno se encarga de un instrumento de la canción y el objetivo es conseguirla mayor puntuación conjunta posible.

 

 

Vamos a entrenar en el Templo del trueno antes de ir al Pueblo Dondoko

Pero el modo principal de cualquier Taiko no Tatsujin es y siempre será el de tocar en solitario o acompañado por otra persona las más de 75 canciones que el juego trae de base, intentando conseguir la máxima puntuación en cada una de las cuatro dificultades. ¡Al fin y al cabo esta saga viene de los clásicos arcades de recreativa! Y con la intención de mejorar, viene una de las grandes novedades de este título: el modo entrenamiento. La verdad es que el nombre no deja lugar para la imaginación, pero como os podéis imaginar nos permite practicar las canciones hasta que las perfeccionemos. Y para ello nos deja escoger jugar la canción al completo o seleccionar las partes concretas que queramos practicar, para luego volver a tocarlas comparándolas con nuestra mejor actuación.

 

Y con las más de 500 canciones ensayadas y perfeccionadas al extremo ya puedes irte al Pueblo Dondoko a jugar partidas online amistosas o subir ligas en las partidas clasificatorias. ¿Cómo? ¿Que de un párrafo a otro la cantidad de canciones que trae el título ha subido de 75 a 500? ¡Sorpresa! Esa es la otra gran novedad de Taiko no Tatsujin: Rhythm Festival. Hasta ahora los juegos de la franquicia se iban ampliando periódicamente con pequeños packs de canciones que se podían comprar por separado, opción que no ha desaparecido, pero se ha añadido también la posibilidad de adquirir una suscripción al «Taiko Music Pass«.

 

Esta nueva opción se trata de un servicio de suscripción similar al que vimos en juegos como Wii Karaoke U o Just Dance, donde por una pequeña cuota tendremos acceso a más de cinco centenares de canciones, que encima se van ampliando cada mes en cada una de sus categorías (JPop, Vocaloid, Anime, varios, videojuegos y canciones originales de Bandai Namco). Estamos hablando de 3,99 € y 9,99 € para disfrutar de este catálogo casi infinito de canciones por un mes y tres meses respectivamente. Y sinceramente, después de probar los siete días gratuitos que ofrecen, es un precio bastante bueno en relación calidad precios si eres de los que le da mucho a los juegos musicales y a los Taiko en particular. E incluso si eres de los que solo juega cuando vienen los amigos a casa, la suscripción más barata te puede apañar esa tarde, casi sin darte cuenta.

 

 

Taiko no Tatsujin: Rhythm Festival – Más, más opciones y mejor

Comenzaba el texto diciendo que la intención de Taiko no Tatsujin: Rhythm Festival era la de ser la experiencia definitiva en Nintendo Switch y sinceramente creo que lo ha logrado. Y esto lo digo basándome en la gran variedad de opciones que ofrece para que cada uno se construya la experiencia a su gusto. Tiene contenido de sobra para contentar al fan que le gusta picotear, tocar sus canciones favoritas, jugar en portátil con el modo táctil y picarse con amigos cuando vienen a casa. Pero también ha introducido un modo bastante bien pensado para practicar y mejorar y ha reformulado el sistema de clasificaciones online para aquellos jugadores que se toman esto más en serio. Y por supuesto, el «Taiko Music Pass», que multiplica las opciones, duración y posibilidades por un precio bastante asumible en función del uso que le quieras dar.

 

Hemos analizado Taiko no Tatsujin: Rhythm Festival gracias a un código digital cedido por Bandai Namco. Versión analizada: 1.2.1

 

Taiko no Tatsujin Rhythm Festival análisis Nintendo Switch
Aquí hay Taiko para todo el rato que quieras
Rhythm Festival festival se encuentra en ese punto dulce donde el contenido puede contentar a todo tipo de público durante el tiempo que quieran. Y eso lo hace con contenido enfocado al multijugador más festivo, pero también con modos enfocados al jugador que se lo toma más en serio y tiene su propio tambor taiko para echar rankeds durante muchísimas tardes. Y si quieres más contenido tienes la opción de comprarlo para siempre o suscribirte al Taiko Music Pass. Hay para todos.
PROS
La selección básica de canciones viene bastante variada y con bastantes novedades respecto a otras entregas
Ciertas canciones requieren memoria muscular para tocarlas bien y para eso está el nuevo modo práctica
El Taiko Music Pass es todo un puntazo para aquellos que quieran contenido casi infinito
CONTRAS
Aunque tiene su ración de novedades, se puede notar un pelín de estancamiento con respecto a entregas recientes en otras plataformas
La parte de multijugador más desenfadada podría tener más modos, aunque fuesen los mismos que Drum 'n' Fun
Aún siendo un buen servicio, tener que pagar una suscripción en un juego que no es F2P es, como mínimo, raro
80
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