La llegada de Shadows of the Damned: Hella Remastered supone el estar un paso más cerca de tener todos los títulos de SUDA51 en consolas de Nintendo. Con la llegada del título protagonizado por Garcia Hotspur, Johnson y Paula, se tacha un nombre más de la lista de los juegos del autor que quedaban por publicarse en una consola de Nintendo. Pero atribuir este título exclusivamente a Goichi Suda sería mentir. La co-autoría del título originario de Playstation 3 y Xbox 360, se le suele atribuir también a Shinji Mikami (Resident Evil, God Hand, Vanquish, The Evil Within), pero en realidad hay una tercera coautora que para el lanzamiento original no era tan conocido, pero a día de hoy seguro que a más de uno les sonará el nombre de Q Hayashida, autora del manga Dorohedoro, que aquí se encargó de diseñar los enemigos y vaya si se nota. Con esta tripleta de autores, era casi una blasfemia que el título siguiese atrapado en la séptima generación de consolas, pero eso se ha acabado gracias a este Hella Remastered.
El cazador, el demonio y la chica trofeo
Seguro que cualquiera que conozca la obra de SUDA51 ya sabe que tanto sus juegos, como sus tramas suelen ser de eso que podríamos llamar «de serie B». No son juegos que destaquen por algo en particular en lo mecánico, tampoco son brillantes, pero tampoco se puede decir que estén mal hechos. Consiguen que el ritmo no decaiga, gracias a pequeñas variaciones de gameplay y la introducción constante de nuevas mecánicas o ideas para usar las ya conocidas y Shadows of the Damned no es distinto. Con la historia sucede lo contrario: no ganarán el mejor premio a la narrativa, pero desde luego no se puede negar que hay una autoría a la hora de contar y dirigir las cosas. En este caso tenemos Garcia Hotspur, un cazador de demonios que hace lo suyo con la ayuda de Johnson, un demonio-calavera que se transforma en distintas armas y que es la primera de las decenas de referencias fálicas del título.
Es evidente, que uno de los temas centrales de Shadow of the Damned es el sexo, o mejor dicho, los chistes sobre el mismo. Antes de llegar siquiera a la mitad de la introducción, ya nos queda claro que Flemming, el señor de los demonios, tiene un lanzamisiles mucho más grande y duro que el revólver de Garcia y por eso secuestra a Paula, su pareja, para torturarla, matarla una y otra vez delante de Garcia y convertirla en la chica trofeo de continua medida de miembros, tan poca metafórica que asusta. Es cierto que no estamos en 2011 cuando se publicó el título y desde entonces este tipo de humor ha envejecido regular, pero aun así, dentro del contexto del título ―un roadtrip al infierno envuelto en un guion de película grindhouse de serie B― suelen aterrizar bien la mayoría de las veces, porque sobre todo el juego tiene mucho humor.
Y gran parte del humor es gracias al constante diálogo entre Garcia y Johnson, interpretados por Steve Blum y Greg Ellis respectivamente, que se salen en sus papeles. El primero con los chascarrillos, e insultos constantes con esa voz tan ronca y particular. El segundo con sus comentarios acerca de un infierno, su imaginería propia y sus habitantes, que resulta tan creíble como extravagante. Mención especial a los cuentos en los que se nos narra la historia detrás de los distintos jefes del juego, donde por encima del humor, sobresale cierto puntillo macabro y sórdido.
Esta vez el que habla mexicano es el cazademonios
Todo lo anterior queda claro que corresponde a la pluma de SUDA51, como es lógico al ser el principal guionista, pero todo lo que tiene que ver con la jugabilidad se nota que lleva la firma de Shinji Mikami. El sistema de movimiento y apuntado es prácticamente el de Resident Evil 4, cámara al hombro con mira láser para apuntar y desmembramientos incluidos. Como novedad en este remaster el apuntado es más rápido y fluido, y preciso gracias a la posibilidad de apuntar con el control por movimiento. Por supuesto, este es un juego más enfocado en la acción directa para acompañar el tono del juego, por lo que rara vez la munición escasea y cada mejora de las tres armas principales la hace más letal, más grande y más gorda. Además, cada una de estas mejoras van añadiendo nuevas funcionalidades que se usan tanto para los combates, como para los puzles.
Entre las novedades también se han añadido la posibilidad de empezar un New Game +, manteniendo las mejoras y usando los cuatro nuevos aspectos de Garcia, incluyendo referencias a Damned Dark Knight, la secuela del título inventada para Travis Strikes Again: No More Heroes. Novedades, que no son muchas, pero se agradecen que estén, como la posibilidad de jugarlo a 4K y 60 frames por segundo en otras plataformas. Por desgracia, en Nintendo Switch se ejecuta a 30 imágenes por segundo bastante estables, aunque por desgracia no se puede decir lo mismo de la resolución. No he podido hacer el ejercicio de poner esta versión junto a la original, pero creo que no me equivoco al decir que la versión de Nintendo Switch se ve peor que la original. No sé si es un efecto del filtro nuevo que tiene, si es falta de optimización, pero la sensación constante es que se debería de ver mucho más nítido.
Shadows of the Damned: Hella Remastered ― Justicia para un clásico
Poder acceder en cualquier plataforma actual a Shadows of the Damned es «Magnífico», como diría Garcia. Aun con sus limitaciones gráficas en Nintendo Switch, que no están en el resto de plataformas, cuando completas la historia tras ocho horas al final con lo que te quedas son las buenas ideas y momentos. Eso es algo común a la gran mayoría de juegos de Grasshopper y, sin duda, una señal de que hay algo saben hacer a la perfección, por mucho que sus juegos no sean perfectos, en el estudio y eso es tener un estilo propio que insufla vida y personalidad.
Hemos analizado Shadows of the Damned: Hella Remastered gracias a un código digital cedido por Grasshopper Manufacture. Versión analizada: 1.0.1
Debe estar conectado para enviar un comentario.