Metal Slug Tactics

Análisis Metal Slug Tactics – Nintendo Switch. Un giro «roguetáctico» al arcade de toda la vida

Metal Slug Tactics
Fecha de lanzamiento
5 noviembre, 2024
Número de jugadores
1
Idiomas
Español, inglés, francés, etc.
Tamaño de la descarga
1441 MB
Nuestra puntuación
70

Allá por finales de los años 90 y principios de los 2000, hubo una máquina arcade que se coló en todos los recreativos del mundo, y en muchos bares. No hay niño que, en esa época, no se haya puesto frente a la máquina, agarrado el joystick y comenzado a avanzar a disparo limpio, eliminando soldados enemigos y salvando a prisioneros con pinta de predicador, para finalmente vérselas cara a cara con una máquina de guerra gigante, ya sea a pura pistola o habiendo recogido por el camino el vehículo que da nombre a este videojuego. Si guardas este recuerdo en la memoria, es porque, has jugado a Metal Slug. Una saga que no deja de hacer incursiones en nuestras consolas generación tras generación, y que ahora se atreve a expandir sus horizontes con un título que se aleja del clásico run and gun: Metal Slug Tactics.

 

Desarrollado por el estudio francés Leikir Studio y distribuido por Dotemu, el giro estratégico del icónico arcade ya está disponible en nuestras Nintendo Switch, con edición física de camino inclusive, cortesía de Meridiem Games. Pero no estamos aquí sólo para recordar viejos tiempos, sino para examinar esta propuesta en la que un clásico enamorado de su tiempo se propone alejarse un poco de su planteamiento tradicional, para explorar nuevas formas de jugar. Acompáñanos, esto es la guerra.

 

 

Metal Slug Tactics se deja por el camino el segundo apellido

Una de las cosas que hay que resaltar a la hora de hablar de este título es que su nombre puede inducir ligeramente a engaño. Si esperas un juego de rol táctico al uso, de los que tienen una historia larga y profunda, una gran cantidad de misiones y decenas de horas de juego, es posible que te lleves una gran decepción. Por eso, lo primero que debemos mencionar aquí es que Metal Slug Tactics presenta una estructura que se acerca mucho más a su esencia arcade de toda la vida que a los estándares del TRPG: batallas de poca duración (en torno a 4-5 turnos de media) y un número limitado de niveles que superar para completar la aventura, lo cual puede llevarnos, en el caso más óptimo, un par de horas, si es que lo logramos en el primer intento.

 

El formato de la aventura es de tipo roguelite, con hasta 4 zonas. Debemos recorrer 3 de estas zonas, y en cada una de ellas, afrontar 3 niveles que podemos elegir con cierta flexibilidad. Cuando los hayamos superado, aparece el jefazo de la zona, una máquina de guerra gigante, la esencia de la saga. Así, hasta llegar al desafío del jefazo final. Si, por el camino, perdemos una batalla, game over y vuelta a empezar, aunque con suerte habremos conseguido dinero suficiente para comprar mejoras e ir más preparados al siguiente intento. Completar una aventura nos da recompensas en forma de logros y de personajes desbloqueables, hasta un total de ocho. Por tanto, tenemos bastante que exprimir si no nos basta con superar al jefe final y ya. El riesgo está en que se haga repetitivo, pero la jugabilidad es suficientemente dinámica para tenernos entretenidos un buen rato.

 

 

 

Los personajes de siempre, más organizados que nunca

La nueva aventura nos trae de vuelta al escuadrón de los Halcones Peregrinos, capitaneado por Marco, el protagonista original de la saga, acompañado de inicio por Eri y Fio. En cada batalla, podemos desplegar tres unidades, así que de inicio estamos obligados a usar a estos tres, pero las opciones se amplían a medida que vamos desbloqueando a Clark, Tarma y compañía en nuestro camino para derrotar a otro viejo conocido: el general Morden, que ha escapado de su prisión y está volviendo a sembrar el caos.

 

En la sinergia entre los personajes se encuentra uno de los puntos distintivos de Metal Slug Tactics: la Sincronización. Posicionar de forma adecuada a nuestro trío nos permite ejecutar ataques sincronizados: por ejemplo, si una de nuestras unidades dispara a un enemigo y éste se encuentra en el rango de tiro de las otras, éstas lanzan un ataque sincronizado, multiplicando el daño que sufre el enemigo. De este modo, podemos planificar nuestros movimientos para intentar hacer todo el daño que podamos y, con suerte, matar a un enemigo de un solo golpe. La receta del éxito reside en gran parte en la manera en la que movemos a nuestras unidades.

 

 

Usa el terreno a tu favor

Como buen título táctico que se precie, encontramos aquí diversas claves estratégicas relacionadas con el terreno. La primera de ellas, cómo no, es la cobertura. Un personaje situado en una cobertura tiene una bonificación a su defensa, independientemente de si le disparan a través de dicha cobertura o desde el lado descubierto. Una decisión de diseño que puede parecer poco lógica a priori, pero que tiene un buen encaje en el sistema del juego. Algunas coberturas son resistentes, pero otras pueden ser destruidas si se les ataca con suficiente fuerza, dejando vendida a la unidad que se esconde tras ellas. Aprovechar estas coberturas y hacer que el enemigo no las aproveche es una buena forma de minimizar daños y maximizar nuestra ofensiva.

 

Otro tema importante es la altura del terreno. Los mapas suelen tener zonas a distinta altura, y la mayoría de personajes y enemigos no pueden atacar si no están a la misma altura que el rival. Por tanto, es importante colocarse al mismo nivel para atacar, e intentar colocarse en un nivel diferente para que no te ataquen a ti. Con la salvedad, claro, de los personajes capaces de usar lanzagranadas o bombas. Ellos son la excepción que amplía las posibilidades de ataque y defensa. Además, como las bombas tienen un rango explosivo algo mayor que un simple disparo, también se convierten en aliadas versátiles a la hora de planificar ataques sincronizados desde cualquier altura.

 

 

 

Mejoras que van y vienen

El armamento de nuestros personajes bebe bastante del lado roguelite del título. Todo personaje cuenta con dos armas: una de munición infinita y otra, más fuerte o con más alcance, con munición finita. Éstas pueden conseguir nuevas capacidades a elegir a medida que avanzamos en la aventura y subimos de nivel a los personajes. Se trata de mejoras que aumentan la capacidad de munición, el alcance del disparo, el rango de explosión, o que introducen penalizadores a algún parámetro a cambio de que el arma sea más útil en ciertas situaciones. Hay decenas de posibles mejoras para cada arma, unas disponibles desde el principio, otras desbloqueables tras ganar dinero en las misiones. Como es habitual en el género, nuestro personaje pierde estas mejoras tras un game over.

 

Curiosamente, este aspecto se encuentra en las antípodas del planteamiento jugable general: si la estructura de niveles y jefes del juego es sencilla, ágil y muy intuitiva, con estas mejoras pasa totalmente lo contrario. Hay tantísimas que es complicado abarcarlo y entenderlo todo al dedillo, y los tutoriales nos evocan a leer en cada ocasión los cuadros de texto de cada habilidad. Algo que viene de la mano con uno de los grandes problemas del juego: el diseño de la interfaz. Las letras son tan diminutas que jugar en modo portátil obliga casi a pegarse la pantalla a la nariz. Y jugar en modo sobremesa es un cara o cruz: si no tienes una pantalla bien grande, ve pidiendo cita con el oculista. Esto supone un obstáculo de accesibilidad que afecta bastante a la fluidez del gameplay.

 

Metal Slug Tactics
Ese recuadro de la izquierda resume el tamaño de texto de los menús

 

Metal Slug Tactics, pura Adrenalina

Otra de las mecánicas especiales de Metal Slug Tactics es la Adrenalina. El juego premia que movamos a nuestros personajes, que los saquemos de su zona de confort y recorran muchas casillas en el mapa. Cuantas más casillas recorremos, más Adrenalina ganamos. Y los puntos de Adrenalina son necesarios para utilizar las distintas habilidades especiales de cada personaje, independientes del armamento habitual, y que van desde ataques potentes hasta efectos de bonificación propia o penalización a los rivales. Si usamos bien esta mecánica, podemos causar estragos en las líneas enemigas.

 

Adrenalina
A más verde la baldosa, Adrenalina más numerosa

 

Junto a la Adrenalina, hay otra mecánica especial, y es la de Refuerzos. Pero antes, contexto: todos los niveles tienen una recompensa fija por ser superados, y otra adicional por cumplir un desafío extra dentro del nivel. Los Refuerzos son distintos tipos de habilidades que tienen un solo uso, sólo pueden conseguirse como recompensa por superar ciertos niveles, y que van desde una curación completa a todas nuestras unidades hasta un escudo que les protege del siguiente ataque, un potente bombazo a la línea de flotación enemiga… O el vehículo icono de la saga, el Metal Slug, el cual podemos pilotar y utilizar hasta que se le acabe la gasolina, y que incluso puede permitirse varios ataques por turno.

 

Metal Slug Tactics
Cada misión tiene sus cositas

 

Entrando por el ojo como toda la vida

Si hay algo que reconocerle a Metal Slug Tactics, es su esfuerzo por no abandonar ni a tiros (nunca mejor dicho) su esencia artística de siempre. El icónico pixel art y los movimientos de los personajes son propios de su tiempo, y a una saga como ésta no le hace falta moverse de ahí. El estilo gráfico le sienta como un guante a la propuesta, desde el soldado más genérico hasta la más poderosa máquina de guerra. Visualmente, el tiempo no ha pasado por esta saga, y ni siquiera con una propuesta totalmente nueva en lo jugable da síntomas de envejecimiento.

 

Justo por esto resulta llamativo que existan problemas de rendimiento en Nintendo Switch. Al ser un juego de gráficos retro, lo normal es pensar que no reviste gran exigencia para funcionar de forma estable, pero hay momentos en los que no es así. Se nota especialmente en los combates contra los jefes, en los que las caídas de FPS son bastante notables, produciéndose incluso algún que otro crasheo. El juego, por suerte, tiene un excelente autoguardado que reduce las pérdidas a apenas un turno de combate, así que, si se cierra de forma inesperada, no perdemos gran cosa. Igualmente, se espera un mejor funcionamiento de un juego que es tan ligero en lo técnico. Es uno de los pocos lunares, junto a la accesibilidad en los textos, que se le pueden poner a este juego.

 

 

Metal Slug Tactics – Nintendo Switch. Una zona de confort de guerra

Los amantes del arcade de toda la vida pueden encontrar en Metal Slug Tactics una propuesta que resulta muy novedosa dentro de su saga y que introduce mecánicas poco habituales en su género. Un enfoque distinto que tiene deberes en algunos aspectos técnicos y de accesibilidad, pero que presenta motivaciones suficientes para adentrarnos de forma diferente en ese bucle que muchos conocemos de toda la vida: avanzar a disparo limpio, eliminar soldados enemigos, salvar a prisioneros con pinta de predicador y vérselas cara a cara con una máquina de guerra gigante.

 

Metal Slug Tactics

Hemos analizado Metal Slug Tactics gracias a un código digital proporcionado por Dotemu. Versión analizada: 1.0.2

Metal Slug Tactics
A la guerra le sienta bien la estrategia
Los desafíos de combate y los toques 'roguelite' convierten a Metal Slug Tactics en un título que respeta la esencia de su propia saga, pero la lleva a nuevos terrenos jugables sin alejarse de su estilo gráfico y dinámico de toda la vida, aunque actualmente necesita una mejora técnica y opciones de tamaño de texto de forma urgente.
PROS
Visualmente y narrativamente es pura esencia Metal Slug
Las mecánicas de combate y los toques 'roguelite' combinan bien
La gozada que es enfrentarse a tiro limpio con una máquina de guerra gigante
CONTRAS
Su estructura puede llevar a algunos a sentirlo repetitivo
Notables caídas de FPS y algún crasheo, especialmente contra jefes
Si juegas en portátil o con una tele pequeña, ve pidiendo cita con el oftalmólogo
70