Ya clausurado el E3 2018, toca una pequeña reflexión. Para todos los que nos dedicamos a esto de escribir sobre videojuegos, y aún no hemos tenido la suerte de viajar hasta este evento, el E3 es un lugar soñado donde todo puede hacerse realidad. Bueno, y mucho antes de escribir sobre todo esto, no negaré que ha sido una de mis mayores ilusiones en la vida, que algún día espero poder cumplir. Si echo la vista atrás, y recuerdo cada feria angelina de la que estuve pendiente, además que alguna que otra decepción, momentos muy grandes me vienen a la cabeza. Conferencias repletas de glamour, revelaciones inesperadas, anuncios sorprendentes… en una palabra, lo que uno espera de un E3 es «espectáculo». Quieres que tu compañía favorita muestre aquello que esperas, pero también lo que que te sorprenda y «gire la cabeza». No tiene otro sentido, que ser un lugar donde se luzca esa empresa de videojuegos a la que sigues con admiración.
Un E3 2018 light y funcional
Lucirse era lo que hacía, o trataba de hacer Nintendo en el pasado si nos remontamos ya bastante en el tiempo, con aquellas conferencias en las que trataban (insisto, «trataban», no siempre «conseguían») de sorprendernos en el escenario… pero no. Para conseguir eso, no hace falta tampoco una conferencia. Prueba de ello fue aquel espectacular Nintendo Digital Event de 2014 que esos genios de Mega64 se encargaron de anticipar, contando con una emisión realizada por los especialistas en humor de Robot Chicken que nos robó muchas risas. Al siguiente año, la cosa fue más light, aunque pudimos ver por última vez a Satoru Iwata… en su versión de gomaespuma. Presentaciones posteriores cada vez han sido más apagadas, más centradas en videojuegos y servicios. Es triste recordar como hace años hablábamos del Tridente de Nintendo, cuando veíamos a Satoru Iwata, Reggie Fils-Aimé y Shigeru Miyamoto llegar al E3, o nos emocionábamos con solo ver las cajas de los muebles… todo eso se ha ido perdiendo.
Nintendo es famosa por ir a contracorriente, un poco a la suya. Mientras que muchas compañías realmente se enfocan en llevar sus títulos más exitosos a la feria angelina, Nintendo utiliza el E3 para repasar lo que se viene en breve, con una sección denominada Treehouse en la que realizan emisiones constantes repasando algunas particularidades de estos videojuegos. Prácticos y funcionales… pero algo bastante alejado de ese espectáculo que buscamos los fans.
Para Nintendo, todo el año es E3
Y es que la semana que viene, poco después, o en un mes, podría emitirse una presentación Nintendo Direct en la que se mostraran videojuegos que ni asomaron la cabeza por el E3 2018. ¿Por qué desaprovechar la oportunidad de lucirse en el mayor evento de videojuegos anual? Todo hay que decirlo, y es que quizás no sea lo más práctico o beneficioso para los juegos en cuestión. Un anuncio puede tener un mayor o menor impacto, dependiendo de cuando se realice. Incluso podría quedar eclipsado en un evento repleto de otros muchos anuncios de peso, cuando le puedes fijar un día fuera de todo ese follón para darlo a conocer y que la gente le haga más caso. A fin de cuentas, la semana del E3 es una de saturación de información. Por eso mismo, algunos videojuegos se anuncian antes incluso que el E3, para que no sean ignorados y reciban la atención que se merecen. ¿Ejemplos? Pokémon Let’s GO, sin ir más lejos, pese a que las filtraciones incluso fastidiaron el anuncio antes del E3… esa es otra. Vivimos en tiempos en los que cada vez es más complicado guardar secretos, algo que juega totalmente en contra con el sentido de sorprender en un E3.
La lógica no siempre es bonita, ni lo que gusta. En muchas ocasiones, incluso es fastidiosa. Ejemplo de ello es que Nintendo dijo que no mostraron videojuegos como Metroid Prime 4 en el E3 2018, porque no es justo para los fans. Tiene lógica, pues por un lado desconocemos el estado desarrollo del título, y de estar en pañales eso no sería bueno. ¿Por qué? Primero, porque lo que te mostrarían fácilmente podría no ser real o fiel al producto final, y luego vienen los downgrades que a nadie le gustan, por citar un ejemplo. También podría ser que el título evolucionara tanto en su desarrollo, que podría no parecerse a lo que mostrasen este año. Luego está en que si se va a demorar hasta 2020, la espera simplemente se convertiría en una agonía. ¿Y por qué entonces desvelarlo en el E3 2017? Aquel era un año en el que tenían a mucha gente el bolsillo, pero necesitaban mucha más. Pura y dura estrategia. Volveremos a saber de Metroid Prime 4 cuando sea el momento adecuado para mostrarlo, algo que estará próximo a su lanzamiento, sea o no un E3.
Dicho todo esto, y como fan, sí, estoy decepcionado con el E3 2018. Y sí, vi por primera vez Super Smash Bros. Ultimate. Quizás durante más tiempo de lo que me hubiera gustado (Y LO QUIERO YA). Tuve algún anuncio que otro que me gustó, y mucho, tanto por parte de Nintendo, como de compañías third party, a las que me encantaría darles un buen tironcito de orejas… pues seguro que tienen más cosas en el horno, o eso insinúan constantemente, o hacen entender… pero entonces, ¿por qué no anunciarlas en el E3? Este tipo de situaciones, solo crea inseguridad y malestar tanto entre poseedores, como futuros compradores de Nintendo Switch… ¿pero sabes qué? En nada y menos, lanzan una Nintendo Direct con más cositas, y todo olvidado. Y mientras hemos vivido otro E3 exento de verdadero espectáculo, nos queda el consuelo de que…
¡HAY VIDA ANTES Y DESPUÉS DEL E3!
Debe estar conectado para enviar un comentario.