Que Final Fantasy VII iba a llegar a Nintendo 64 es algo que muchos ya conocen, incluso ahora que por fin ha desembarcado en una consola de Nintendo y ha salido esa anécdota en muchas páginas web de videojuegos. Pero lo que muchos pueden desconocer es toda la historia que hay detrás de este hecho, llegando a contar incluso con material de la versión de la séptima entrega del juego en Nintendo 64. Para ello, hoy vamos a hablaros un poco de todo, vamos a explicar que sucedió, os vamos a contar una historia de apoyo, de traición y de resentimiento que hizo que dos compañías que iban de la mano durante años rompieran una estrecha relación de golpe.
¿Final Fantasy VII en Nintendo 64?
Ya es de sobra conocido que el primer título de la franquicia Final Fantasy salvó a Squaresoft de la quiebra. Lanzado en 1987 en Nintendo Entertainment System (NES), supuso el inicio de una saga que lleva en su haber más de 15 títulos numerados y numerosos spin-offs. Así, durante años, la saga Final Fantasy estuvo ligada a Nintendo recibiendo 6 títulos numerados y algún que otro spin-off hasta Super Nintendo.
Fue en el desarrollo de su séptima entrega, cuando Squaresoft decidió acompañar a la compañía de Kioto en su salto de los 16 bits a los 64 bits, lanzando esta en Nintendo 64. Para ello, y queriendo demostrar lo que podían lograr en la nueva máquina de la gran N, decidieron crear un vídeo demostrativo con el motor que poseía la consola utilizando los icónicos protagonistas de Final Fantasy VI, el último gran juego que lanzaron en SNES.
Sin embargo, y aunque todo parecía que iba a llegar a buen puerto, este juego nunca llegó a salir en la sucesora del Cerebro de la Bestia. Aunque duela reconocerlo, la culpa fue de Nintendo, ya que seguía obcecada en continuar con el formato cartucho, haciendo así que la desarrolladora se viera coartada a la hora de hacer un juego tan grande como el que deseaban hacer. Esta absurda decisión de continuar con los cartuchos hizo que Squaresoft decidiera llevar su juego a otra plataforma que había decidido optar por el formato óptico, permitiendo así que su nuevo juego pudiera tener el tamaño que ellos habían deseado desde el principio.
¿Podría haber llegado a Súper Nintendo?
Según ha informado la página web Resetera, hubo un pequeño test, y sí, Final Fantasy VII podría haber llegado a SNES. Esto se ha podido saber gracias a un libro que ha salido publicado con toda la información técnica de esta gran franquicia. En él se ha podido ver una captura de pantalla donde se muestra a Locke, uno de los protagonistas de la sexta entrega, en unos escenarios nunca vistos hasta ahora. En esta captura de pantalla podemos vislumbrar que los gráficos encajan perfectamente en una consola de 16 bits, dándonos la sensación de que la séptima parte de la franquicia comenzó a desarrollarse en Súper Nintendo.
Además, en Resetera se han mostrado elementos descartados en el juego final, desde ideas de personas tan destacadas como Toriyama (diseñador de los personajes de Chrono Trigger y Dragon Quest), hasta diversas historias que podrían haber tenido lugar en este título, una de ellas rescatada en Final Fantasy VII Crisis Core con la relación entre Aeris y Zack. Por otro lado, se llegó a tener muy claro conceptos como criaturas poderosas que podrían ser muy difíciles de derrotar, dando así origen a las llamadas Armas. También se ha mostrado un mapa totalmente diferente al resultado final, con dos nuevas regiones y un volcán, que desgraciadamente no llegaron a ver la luz.
¿Creéis que todo habría sido mejor si al final Final Fantasy VII, valga la redundancia, hubiera llegado a Nintendo 64? ¿Habrían sido las cosas muy diferentes si Nintendo hubiera renunciado a los cartuchos? No habría existido PlayStation y Nintendo habría copado el mercado del videojuego, además Yamauchi no habría roto las relaciones con Squaresoft y Nintendo no habría estado durante un periodo tan extenso sin disfrutar de los grandes títulos que salieron años después. Ahora solo nos queda disfrutar de la llegada de Final Fantasy VII a Nintendo Switch tras esos 22 largos años de espera.
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