A la pregunta «¿qué es Saints Row: The Third?», la respuesta inmediata para que se entienda a la primera es inevitable. Cuando la gente habla de este tipo de juegos siempre viene un pensamiento a la cabeza: «es un GTA». Sucedió por años con el género de la lucha y Street Fighter II, sucede con los 500 hermanos que le han salido a Minecraft, o los 100.000 de Tetris, incluso con juegos tipo «Mario Kart». Es decir, dices eso, y no tienes que explicar mucho más para que quien te escucha sepa de que estás hablando. Solo unos pocos han conseguido romper esa mentalidad, escapando de que los encasillen con ese juego TOP del género, gracias a haber aportado lo suficiente como para convertirse en una experiencia completa y refrescante.
Estás ante el análisis de Saints Row: The Third – The Full Package para Nintendo Switch, un videojuego con el que es complicado no mencionar la mundialmente famosa saga de Rockstar Games. Hay quién dice que, dado que no tenemos el rumoreado GTA V en la consola híbrida (no lo descartes todavía), que esta es una forma de saber lo que sería esa experiencia en una portátil. ¿Y ya está? ¿Lo encasillamos sin más? No caigas en ese error.
Advertencia: este videojuego está clasificado como PEGI 18, por lo que los menores de edad no deben estar leyendo este análisis. Las personas más sensibles podrían quedar afectadas por algunas escenas demasiado explícitas.
Esto no es GTA… ¡ES SAINTS ROW: THE THIRD!
Ok. Eres un delincuente, de hecho, el jefazo de los Saints. Puedes ir por donde quieras, coger el coche que quieras, pegar a quién quieras, y tus negocios son más bien turbios. Nos gustaría terminar con las odiosas comparaciones eliminando todo aquello que en Saints Row: The Third podría presentar similitudes con GTA o Watch_Dogs. De hecho, el que nos ocupa, además de ser la tercera entrega de una franquicia es bastante más antiguo que la serie de Ubisoft, pues data ni más ni menos de 2011. ¿Puede un título de esa época llegar a Nintendo Switch como una novedad y salir airoso? Lo veremos más adelante.
Como decíamos, en Saints Row: The Third tienes todo eso que puedes encontrar en un típico sandbox de delincuentes ambientado en una enorme ciudad, con un giro de tuerca bastante importante: es lo más loco que puedas imaginar. ¿Quién no se ha puesto a los mandos de un título de este género, para a continuación hacer el cabra por aquí y por allá? En otras palabras, «liarla parda» es la necesidad que se apodera de nosotros, siendo el resultado más o menos divertido, dependiendo del juego. En este caso, ya desde los primero segundos, se nota que sus creadores disfrutaron de lo lindo creando esta locura de videojuego. El argumento, no es todo lo loco que podrías esperar, sino más. Súmale un 200%. ¿Alguna vez te has preguntado qué se sentiría siendo un W.C.? Advertirte que al protagonista no le hace mucha gracia. ¿Batallas contra alienígenas? ¡También las tiene! Todo ello, hilado a través de la típica historia de guerra de bandas que luchan por el control de una ciudad, en este caso la ficticia Steelport, lo que supone tratar de hacerse con zonas, ya sea adquiriendo propiedades, pateando culos enemigos, o a través de actividades delictivas, como el tráfico de drogas o armas, secuestro, extorsión o el negocio de la carne.
Saints Row: The Third no se anda con tapujos a la hora de tratar asuntos turbios, pudiendo llegar a ser incluso desagradabable para las mentes más sensibles, ya no digamos para menores que no deben tener contacto con él (de ahí que su calificación sea PEGI18). El humor negro está a la orden del día, pues precisamente va destinado a aquellos que disfruten con él. ¿Eres de los que disfrutan apaleando a alguien con un consolador gigante? Bueno, puede que no hayas tenido la oportunidad de hacer algo así (esperamos y deseamos que no). Es una de las locuras que dibujarán una gamberra sonrisa en tu cara.
Se ve y escucha chido
Ocho años, se dice pronto. Hay quién dice que Nintendo Switch no es una consola potente, por lo que un videojuego así le viene como anillo al dedo. Bueno, no hacemos mucho caso por lo general de eso, pues hemos visto como esta pequeña máquina ha podido mover títulos de última generación sin despeinarse. En cuanto a Saints Row: The Third, por supuesto, los años han pasado, pero luce realmente fenomenal. Cierto es que en alguna ocasión podrías encontrar alguna ralentización, sin embargo, de principio a fin, es completamente jugable, y ya no digamos disfrutable. Gran culpa de ello la tiene todo el trabajo invertido tras su apartado artístico. A lo largo y ancho de Steelport, una enorme ciudad inspirada en Nueva York y Pittsburgh, encontrarás localizaciones de todo tipo que ofrecen una variedad que te hará pensar en que estás en una ciudad viva… o casi. Lo cierto es que hay elementos que estropean esa inmersión. Por ejemplo, los comercios, que si bien están muy bien diseñados por dentro, se repiten demasiado con la excusa de ser la misma franquicia. La inteligencia artificial de los PNJ tampoco juega a su favor, pues sus posibilidades de reacción son muy limitadas, ya sea para los transeúntes, para conductores, como para nuestros enemigos; salvo algunos especiales, los movimientos por lo general son los mismos, algo que «mata» esa sensación de estar en una urbe real.
La banda sonora, por su parte, es tan rica y variada como cabría esperar del cuidado apartado artístico de Saints Row: The Third, con un abanico que incluye canciones que bien seguro conocerás y un rango géneros más que suficiente, también contando con temas propios creados para este videojuego que están a la altura de las circunstancias. El doblaje está en inglés, y si bien esto podía ser un inconveniente tras su lanzamiento para aquellos que no comprendan bien el idioma, pues muchos diálogos no salían subtitulados al español, Deep Silver no tardó en solucionar este problema, así como otros técnicos, mejorando considerablemente la calidad de esta versión, prometiendo por el camino que no sería la última actualización en llegar.
Jugabilidad a golpe de consolador
¿Se te da bien conducir y disparar? ¿Y las dos cosas a la vez? Entonces no deberías tener grandes problemas para completar esta aventura. Aunque encontrarás misiones bastante «puñeteras», la dificultad general no exige demasiado; ¿no te plantea un reto? Siempre puedes seleccionar un nivel mayor. A nuestra disposición tenemos un arsenal de armas que nos pondrá las cosas fáciles, con mejoras para cada una de ellas. También vehículos, ya sea por tierra, mas o aire, aunque toca decir que las misiones marítimas ni son de las que más abunden, ni las más divertidas de hacer; el agua es la asignatura donde aprobaría justito, sacando una nota más que decente en el vuelo, y destacando en la conducción por carretera, pese a que la inteligencia artificial, como decíamos, haga previsible cómo tenemos que manejarnos por las calles.
Si bien encontrarás todo tipo de misiones, que básicamente «podrían consistir en lo mismo», el «factor chiflado» de sus creadores es lo que las hace diferentes. Todo hilado con una historia de divertido trasfondo, en ocasiones muy salvaje, podrías encontrarte escoltando a un tío disfrazado de gato que disfruta viéndote atropellar peatones o machacando a otras mascotas. ¿Te imaginas que el ejército se volviera loco y desplegase toda su artillería contra una ciudad sin pensar en las consecuencias? No antes de rodar una película de alienígenas. Disparar, repartir palos, buscar un lugar donde recuperar vida o cubrirte, o escapar con en coche, tanque, avión o lo que sea, es algo que se repite mucho, con una mecánica de realización incluso simple, pero todo está muy bien hilado en Saints Row: The Third.
Sumada a la experiencia del modo campaña, ni qué decir que tienes mil cosas que hacer, repartidas por toda la ciudad. ¿No quieres hacerlas solo? Tienes el modo cooperativo online para jugar con amigos, o desconocidos, o también podéis jugar en local, siempre que puedas reunirte con alguien que también tenga esta versión, algo que también se extiende a un modo hordas que extiende la locura del videojuego, que propone situaciones tan divertidas como derrotar a una horda de mini zombis que corren que se las pelan. Por cierto, todo DLC que salió para el juego original viene incluido en esta versión; de ahí el «The Full Package» del título.
Desmadre en Steelport
Habiendo jugado bastantes horas a la versión PC en su día, donde toca decir que se veía bastante mejor, no ha sido hasta que ha llegado a Nintendo Switch que no lo he completado. Esa facilidad para quitar la consola del Dock, y llevarte la misma experiencia al bolsillo, para disfrutarla en cualquier parte, es otro de los logros, no solo de la consola, si no de esta versión de Saints Row: The Third, pues se ve realmente bien en su modo portátil. No es que aproveche otras cuestiones de la consola híbrida, pero, en definitiva, funciona muy bien.
Gamberro, alocado y no menos salvaje, tiene todos los ingredientes comunes en un sandbox de este género, con el aliciente de unas situaciones disparatadas que transmiten lo bien que se lo pasaron sus creadores durante su concepción. Es como si hubieran metido todas sus ideas soñadas en un tarro para poder aplicarlas a un videojuego, y encima que les salga bien, algo que no suele ocurrir. Quizás las limitaciones en cuanto a Inteligencia Artificial fue lo que tuvieron que pagar, o puede que eso solo sea fruto de que estamos hablando de un título de 2011… En definitiva, mientras soñamos con un port de Saints Row IV para Nintendo Switch, deciros que todavía podemos exprimir mucho más este tercer capítulo, pese a haber completado la campaña principal, e ido más allá, todavía tiene que ofrecernos. ¿Qué tal echar unas partidas multijugador para completar misiones? ¡También tiene de eso!
Hemos analizado Saints Row: The Third – The Full Package para Nintendo Switch gracias a una copia digital proporcionada por Koch Media.
Versión analizada: 1.4.0
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