A la hora de hablar de algo tan tradicional como son los JRPG, a la gente normalmente le vienen a la mente los típicos nombres famosos que están en boca de todos. No obstante, el género da mucho más de sí. Ofreciendo desde la clásica trama con un protagonista que ha sido elegido por un ente superior para salvar el mundo, hasta historias con personajes que lejos de buscar ser héroes, viven sus vidas con calma y solo tratan de alcanzar mejores versiones de sí mismos. A lo largo de esta redacción abarcamos el análisis de un título cuya franquicia ha llevado consigo un notable componente «slice of life» desde su nacimiento en el año 1997. Os presentamos Atelier Lulua: The Scion of Arland.
La llegada de esta nueva entrega tiene más importancia de la que aparenta en un primer momento, pues los videojuegos principales de la franquicia Atelier que han salido hasta la fecha, siempre se han dividido en sagas compuestas por dos o tres lanzamientos: Salburg se formó con tres, Gramnad con dos, Iris con tres, Khemia con dos, Dusk con tres, Mysterious con tres y Arland no era una excepción, hasta que al pasar cerca de 10 años, la hija de Rorona rompió los esquemas y elevó el número de lanzamientos de su saga a cuatro. La destrucción de esta barrera ha supuesto una alegría para muchos fans, dado que se abre la puerta a que sus personajes favoritos vuelvan a la vida una vez más, fuera de spin-offs como Nelke & the Legendary Alchemists: Ateliers of the New World. Nota: no mencionamos a Atelier Ryza en el recuento de antes, puesto que la información que hay por ahora de esta obra es reducida y no existe ninguna pista acerca del número de proyectos que va a contener su saga.
Alchemyriddle, el libro especial caído del cielo
Atelier Lulua: The Scion of Arland comienza en Arklys, un pequeño poblado en la frontera de la República de Arland, que surgió tras reunirse gente de muchos sitios para investigar un misterioso lugar llamado Fellsgalaxen. Aunque, lamentablemente, los intentos por explorar la zona se desvanecieron ante una robusta puerta que con el tiempo acabó destruyendo gran parte del interés de los ciudadanos. Eso sí, este hecho no impidió que surgieran casas, algunos comercios, un orfanato y un Atelier, el hogar de la chica que le da nombre al juego.
La protagonista es Elmerulia Frixell, pero la gente que la conoce prefiere llamarla por su apodo, Lulua. Ella es una joven alegre y algo temeraria, que aspira a ser una gran alquimista como su madre, Rorolina Frixell. Sin embargo, sus esfuerzos no consiguen resultados destacables y sus días están plagados de una notable incertidumbre. Al menos, así es el asunto hasta que un peculiar libro aparece en su camino… A partir de ese encuentro, su carrera como alquimista arranca de verdad.
Que estemos ante la cuarta entrega de una saga siembra la duda de si es posible empezar por ella. Si bien es cierto que aparecen caras conocidas como la de Piana, y que ver los cambios que experimentaron con el pasar de los años es interesante, el argumento de Atelier Lulua: The Scion of Arland se sostiene perfectamente, sin necesidad de que hayamos vivido los acontecimientos de los tres videojuegos anteriores. Es más, si quieres iniciarte en la franquicia, este es un punto de partida muy recomendable.
En esta ocasión, el peso que posee la historia es más que aceptable, centrándose en su mayoría en el día a día de Lulua y en la forma en la que sale adelante con sus problemas personales. De así quererlo, también nos dan acceso a multitud de eventos opcionales con personajes jugables y NPC que enriquecen el conjunto. Estos eventos son relevantes, porque si dejamos a un lado los dedicados a la comedia, no falta un espacio para los asuntos serios e incluso dramáticos, sin olvidarnos de que desbloquean finales y algunos resuelven misterios importantes, como el que gira en torno a la pareja de Rorona.
La campaña principal está repartida en 11 capítulos y completarla da alrededor de 50 horas de entretenimiento. Dependiendo del estilo de juego de cada uno, el contador se puede disparar a más de 70 horas sin despeinarse. Luego entra en acción el post-game, del que no vamos a dar información para evitar posibles «spoilers» y el «New Game +», que permite al jugador dar una segunda vuelta conservando el dinero, la equipación de los personajes y los objetos de combate. Además, desbloquea dos dificultades adicionales y la función «Skip», que sirve para saltar diálogos con velocidad. Obviamente no es oro todo lo que reluce, ya que los textos están íntegramente en inglés y en ocasiones notamos cómo algunas cosas que suceden en la historia no son tratadas con la importancia que merecen.
Atelier Lulua nos sintetiza una aventura azucarada sin límite de tiempo
Atelier Lulua: The Scion of Arland es un RPG por turnos que, al igual que sus predecesores, le pone mucho énfasis a la recolección de recursos y al crafteo de objetos (que en el juego es reconocido como «síntesis»). No obstante, vamos a abrir la lata de la jugabilidad hablando de otro de sus ejes centrales, un libro llamado «Alchemyriddle». A lo largo de su aventura, Lulua encuentra obstáculos y la principal función del libro es ni más ni menos que guiarla a través de hojas que llevan consigo una serie de pistas. El «Alchemyriddle» está dividido en once capítulos con páginas principales y secundarias, aunque que el nombre no te engañe. Hay secundarias que se deben descifrar para poder terminar el juego (las del capítulo 3 y 6). Normalmente, las pistas se siguen sin mucha dificultad, pero hay excepciones en las que o te proporciona información algo confusa o te hace depender de tu suerte para que un enemigo suelte un material raro, lo que rompe un poco el ritmo del juego (os aseguramos que matar 20 veces al mismo oponente para conseguir un ojo o su corazón no es lo más divertido del mundo).
¿Qué recompensa da el libro cuando descifras una página? Cada vez que completas un par de hojas, te gratifica con recetas, experiencia de alquimia, desbloqueando nuevas rutas de investigación o aumentando el límite de calidad de los objetos que puedes sintetizar. En otro orden de cosas, el componente «slice of life» que mencionamos párrafos atrás, junto a que suelen incitarnos a explorar, hacen que el jugador sea capaz de pasar horas y horas frente a la pantalla, con el único objetivo de obtener un rato tranquilo viendo conversaciones o perdiéndose por un bosque. Un factor que a menudo rompía esa tranquilidad en la franquicia, eran las fechas límite. Si llegas a dichas fechas y no cumples los objetivos que te mandan, acabas el juego con un final malo y te toca empezar de 0. Creemos que es un acierto que no hayan «deadlines» en esta entrega, dejando que el paso del tiempo se reserve para curarte, para que repongan stock en tiendas, para dar acceso a eventos que dependen del mes, para alterar el clima o para que el día y la noche cambien a los enemigos que salen a pasear por los escenarios. Nota: aparte de las misiones que surgen con la trama, tras los eventos opcionales es posible que recibas misiones secundarias y de así quererlo, puedes aceptar recados de ciudadanos a través de los sitios que los gestionan.
La exploración vuelve a la carga una vez más, pues uno de los deberes más importantes de los alquimistas es recolectar los materiales necesarios para realizar los objetos que buscan. No hay dos iguales. Mientras que unos pueden ser de gran calidad, otros llevan consigo «traits» que son capaces de darle otros matices al objeto que deseamos sintetizar. Esta búsqueda de bienes sucede en escenarios en 3D, algunos más amplios que otros, que independientemente del tamaño, suelen estar repletos de cosas recolectables con el aderezo que supone encontrarse con algún que otro monstruo al que enfrentar. Los materiales se consiguen recogiéndolos con las manos y en ciertos casos, mediante herramientas llamadas «Explorations Tools» (para pescar hace falta una caña, para atrapar bichos debes tener una red, etc.).
La primera vez que accedes a una zona, el minimapa es un lienzo en blanco y, en consecuencia de lo que exploras, se completa con datos de interés, como la ubicación de los sitios en los que es posible usar «Explorations Tools» o la localización de cofres. Los objetos que se cogen sin necesidad de herramientas, a diferencia de los relacionados con los «Exploration Tools», no se señalan en el mapa. En su lugar, poseen un leve brillo en el escenario, para que el jugador los identifique con mayor facilidad (no es demasiado difícil pasarlos por alto). El minimapa también puede mostrar la ubicación de los enemigos y si uno de ellos es mucho más fuerte que la media, te avisan con un icono. Sin embargo, hay algo del mapa que no nos gusta. Además de lo dicho antes, existe un rombo amarillo que indica hacia dónde debes ir para continuar la historia. Lamentablemente, este icono es imposible inhabilitarlo y a veces llega a diluir la sensación de estar descubriendo un territorio nuevo. De la exploración, falta comentar que limitaron la cantidad de materiales que puedes llevar encima, que antes de entrar a un escenario, en la mayoría de casos, hay que pasar primero por una especie de tablero gigante llamado «World Map» (en el que eliges a donde ir), que en medio de una exploración es posible volver al tablero en cualquier momento pulsando el botón «-» y que salir y entrar de un escenario lo resetea todo, a excepción de los cofres.
El peso de la alquimia
Como era de esperarse, la alquimia juega un papel fundamental dentro de este título de Gust. En esta ocasión se han decantado por hacer que la síntesis sea accesible y sin ningún tipo de minijuego extraño, pero dando la suficiente banda ancha para que los más experimentados demuestren su destreza al crear objetos. Al principio, la calidad máxima que está al alcance de las habilidades de Lulua es 50, pero no tarda mucho en superarse a sí misma gracias a las páginas del Alchemyriddle. Cuanta más calidad, mejor son los objetos. Eliminar el «límite de calidad» es solo un paso para ampliar los horizontes de la hija de Rorona, puesto que para craftear algo, primero necesita obtener el nivel de alquimia que requiere el artículo (ese nivel es independiente al de combate y se sube sintetizando objetos o completando capítulos del libro). Subir de nivel de alquimia, a su vez, aumenta los TP («trait points») con los que contamos. ¿Para qué sirven los TP? Los materiales que recogemos suelen contener «traits», que son una especie de habilidades que se pueden legar al objeto final. Dichos objetos cuentan con un máximo de 3 «traits», y traspasar un «trait» cuesta cierto número de TP. Asimismo, los materiales están ligados a concentraciones de uno o varios atributos y, mientras se sintetizan, los objetos tienen atributos con los que son afines y atributos con los que no.
Pongamos un ejemplo: una bomba tolera «Fire», «Lightning» y «Earth», pero si se le echa a la mezcla materiales centrados en «Ice», el resultado es un inevitable fracaso. Por el contrario, cuanto mayor es la presencia de un atributo afín, mejores son los efectos que recibe el objeto. A partir de cierto momento de la aventura, se desbloquean los «Awakened Effects». Estos van incluidos en los materiales y funcionan de forma similar a los «traits», pero sin TP de por medio, mejoran el resultado final. Y por último, y no por ello menos importantes, están los «Boost Items», los cuales se emplean al final del todo y son útiles para potenciar la calidad, un atributo concreto e incluso cambiar la concentración destinada a un atributo hasta otro (verbigracia, transformar 10 unidades de «Fire» en 10 de «Ice»). Nota: las armaduras y las armas se realizan gracias a la intervención de cierto herrero (forjar es igual que la síntesis, con el contra de que cuesta dinero y con el pro de que no hay que preocuparse por los TP).
El sistema de combate de Atelier Lulua: The Scion of Arland, toma las bases de un RPG por turnos convencional y dinamiza el conjunto con diversas mecánicas. En total hay 8 personajes jugables, 10 si contamos los DLC de Totori y Meruru. De ellos debemos elegir 5 (los demás ganan experiencia sin necesidad de usarlos), tres se quedan en la línea principal y dos en la retaguardia. Los que están en la retaguardia proporcionan ayuda a sus 3 compañeros mediante «Assist Skills», las cuales son realizadas de forma automática si se cumplen los requisitos necesarios. Un personaje de la línea delantera pueden emplear los comandos: «Attack» (ataques normales sin usar MP), «Skill» (habilidades ofensivas o defensivas que consumen MP), «Guard» (para defenderse), «Switch» (para cambiar posiciones con los de atrás), «Flee» (para huir) y solo en caso de que sea alquimista, es capaz de usar objetos. A la receta le añadieron un comando más, que es exclusivo de las alquimistas y que se debe cargar realizando acciones antes de poder usarlo, «Interrupt». Como su propio nombre indica, interrumpe lo que está sucediendo y permite que las alquimistas se beneficien del uso de objetos de combate que le equipáramos con anterioridad. Adicionalmente, las «Interrupt Skill» aportan su granito de arena para que esta acción cause estragos aún mayores en las tropas enemigas. En base a los personajes que conforman la vanguardia de la formación, se activan las denominadas «Primal Arts» (pueden aumentar la potencia de los objetos, reducir los MP que se consumen, etc). Tras meter los pies en el nivel 50, llegan los «Ultimate Attacks». Estas particulares «skills» alteran la canción que suena de fondo, no usan MP, se vinculan a una barra de AP que sube con nuestras acciones (solicitan entre 100 y 200 «action points») y se enfocan en realizar ingentes cantidades de daño o en curar al equipo. ¿Queda algo más? Sí, dos cosas: atacar continuamente a un enemigo o al revés, sube un medidor que al llegar al tope causa el estado «stun» (impidiendo las acciones de quien sea hasta que es golpeado, curado o pase un tiempo) y por otro lado, las habilidades pasivas, que se obtienen subiendo de nivel y actúan en todo momento (añaden resistencias a elementos, potencian ataques y un largo etcétera).
Este videojuego consta de tres niveles de dificultad desde el principio y dos más tras completarlo por primera vez («easy», «normal», «hard», «very hard» y «charisma»). La dificultad se puede cambiar en todo momento y el efecto que causa aumentarla se resume en que los enemigos tienen más salud y mejores capacidades ofensivas y defensivas. A cambio de complicarse la vida, el jugador recibe mejores materiales, más experiencia y una mayor cantidad de dinero al ganar una contienda. ¿Atelier Lulua: The Scion of Arland hace gala de combates sencillos o complejos? Con la estrategia y equipación adecuadas, es posible ganar buena parte de las peleas del juego sin que los enemigos lleguen siquiera a atacar. Prepararse a conciencia también puede compensar la balanza frente a una diferencia abismal de niveles entre tu equipo y el adversario a derrotar. En resumen, la destreza con la alquimia es la clave que define las dificultades que se experimentan en el campo de batalla. Acerca del framerate, podemos deciros que Gust ha hecho los deberes. A excepción de en las animaciones de algunas «skills», en las que se aprecian leves caídas de fps, el rendimiento es muy sólido tanto en el modo dock como en el portátil. ¿Hay diferencias entre ambos? En el modo dock los desenfoques aumentan su presencia, mientras que en la pantalla pequeña los dientes de sierra se notan algo más. Aunque no todo es de color de rosa. Si bien es cierto que esto probablemente es por temas de rendimiento, no debemos ignorar que los «Ultimate Attacks» suelen hacer que baje la resolución de algunos elementos, incluido el personaje que ejecuta el ataque, y que existen escenarios que sufren popping.
Un hermoso firmamento en el que faltan estrellas
Estamos ante uno de los juegos más bonitos de toda la franquicia. Las ilustraciones son de alta calidad, los modelos 3D cuentan con un gran nivel de detalle, las animaciones faciales son decentes y los gestos de los personajes fueron elaborados con mimo. Han sabido jugar con la cámara y la iluminación en multitud de ocasiones y le dieron un lavado de cara a los lugares que pudimos visitar en las entregas anteriores de la saga Arland. Sin embargo, esto no quiere decir que Atelier Lulua: The Scion of Arland sea perfecto. A veces, las texturas de algunos elementos de los escenarios o la resolución de las sombras dejan que desear, y el popping que mencionamos antes es capaz de empañar la sensación de descubrir paisajes al explorar. No es extraño que se reutilicen los modelos de monstruos con cambios leves y falta atención en los pequeños detalles. Por ejemplo: echamos de menos que el suelo se moje cuando llueve, que al mirar el cielo nocturno en medio del campo se vean estrellas con claridad o que al observar una ventana desde el interior de una tienda se aprecie el exterior en vez de un color opaco.
Uno de los aspectos más criticables del videojuego es la ausencia del doblaje inglés, por la sencilla razón de que las tres entregas anteriores de la saga sí disfrutaron de dicho doblaje. Esta decisión deja tirados a aquellos que estuvieran acostumbrados a las actuaciones anglosajonas de los personajes antiguos. Al margen de eso, el doblaje japonés es prácticamente impecable. No obstante, si nos ponemos quisquillosos, se le puede achacar que las voces que eligieron para ciertos NPC secundarios no terminan de cuajar con ellos. En cuanto al despliegue musical, mezcla obras que ya se oyeron previamente en la saga Arland, con nuevas melodías compuestas por Kazuki Yanagawa, Ken Nakagawa y Daisuke Achiwa. No tenemos nada que objetar de la banda sonora, pues pese a no estar repleta de temas memorables o carecer de un opening tan especial como el de Atelier Shallie, hay algunas piezas que logran destacar, y el tono de las demás composiciones encajan a la perfección con la actitud desenfadada de la que presume esta franquicia. Nota: si por casualidad la música no te convence, las bandas sonoras que se hicieron para «Atelier Rorona» y «Atelier Rorona Plus» están a tu disposición en el tablón de anuncios del «Wagon Atelier».
Atelier Lulua: The Scion of Arland – Rellenando páginas, para alcanzar un futuro mejor
En definitiva, Gust ha desarrollado un título que vuelve más accesible, actualiza y lanza al ruedo a la saga Arland con más vitalidad que nunca. Gracias a que la historia de Atelier Lulua: Te Scion of Arland funciona sin que haga falta pasar por las tres entregas anteriores, es una puerta de entrada perfecta para que nuevos jugadores prueben esta azucarada franquicia o para que los veteranos disfruten otra vez de su mundo, bajo la piel de Elmerulia Frixell, la hija de Rorona. ¿Lo recomendamos? Si controlas bien el inglés, te gustan los animes «slice of life» y buscas un JRPG con buenas dosis de humor, en el que pasar un rato agradable sin tener que preocuparte de «deadlines», ya tardas en hacerte con Atelier Lulua: The Scion of Arland.
Hemos analizado Atelier Lulua: The Scion of Arland gracias a una copia digital cedida por Koch Media. Versión analizada: 1.0.1
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