Overpass

Análisis Overpass – Nintendo Switch. Un simulador off road de lo más extremo

Overpass
Fecha de lanzamiento
12 febrero, 2020
Número de Jugadores
1-8
Idiomas
Español, inglés, alemán
Tamaño de la Descarga
6296,00 MB
Nuestra puntuación
62

De todos es bien sabido que el ser humano es un ser simulador por naturaleza. Hay quien sostiene que a pesar de tener la realidad delante de nuestras narices, nunca solemos disfrutarla, prefiriendo optar por simularla virtualmente para poder hacer aquello con lo que siempre soñamos. Puede que sea cierto, aunque también cabe la posibilidad de que solo se trate de una cuestión de equilibrio. Nintendo Switch es una plataforma a la que el género de la simulación videojueguil le sienta como anillo, o cartucho, al dedo. Lo mismo andamos haciendo el cabra, que zumbando de aquí para allá o transportando troncos en un camión a través de verdaderos barrizales. La desarrolladora Zordix Racing (estudio a cargo de Aqua Moto Racing Utopia) es consciente de ello y, actuando en consecuencia, nos presenta, bajo el paraguas de la editora BigBen Interactive, Overpass, todo un simulador off-road que promete ponernos en las situaciones más extremas (sin transporte de troncos, zumbidos ni cabras locas de por medio). ¿Listos para afrontar un título de carreras donde la velocidad no es, ni mucho menos, el factor más importante a tener en cuenta? ¡Dentro marcha análisis!

 

 

Ni power ups, ni rastro arcade al volante. ¡Un yo contra el terreno hecho carrera!

Lo primero que conviene recalcar antes de que cualquiera de vosotros se plantee ponerse a los mandos de Overpass, debéis tener muy en cuenta qué nos ofrece y qué nos exige este título. Y es que el principal ingrediente de la mayoría de juegos de conducción es la velocidad y, en muchos casos, ese tan querido toque arcade instaurado en lo más profundo de nuestra zona de confort. Pues bien, es cierto que en Overpass nos ponemos a los mandos de un UTV (Buggy) o un ATV (quad para los colegas), pero aquí acaban los parecidos con títulos de conducción como Mario Kart. Ni power ups, ni grandes dosis de velocidad o ayudas a la conducción. Es más, aquí nos toca medir milimétricamente nuestros pasos y estudiar a fondo la orografía. En definitiva, un simulador tremendamente exigente que nos pone las cosas verdaderamente difíciles desde el minuto uno de juego.

 

Y es aquí, precisamente, donde Overpass muestra su punto fuerte, ya que dicha exigencia se gestiona a través de una experiencia bastante realista (y no hablo de su aspecto gráfico) en la que el tipo de terreno, los obstáculos y los desniveles son parte indisoluble de esta propuesta que aúna conducción y una encarnizada lucha contra un apabullante, y bien recreado, sistema de físicas. Nuestros vehículos, como no podía ser de otra forma, nos presentan distintos modos de conducción. Mientras el buggy nos da la posibilidad de usar el bloqueo diferencial (además de 4×4 y 2×2) para salir airoso de terrenos embarrados y escarpados llenos de obstáculos (naturales y artificiales), el quad nos permite cambiar la posición del conductor para redistribuir el peso. Algo que ayuda a potenciar la sensación de que solo conociendo las posibilidades de nuestros vehículos y aplicándolas de forma inteligente a nuestro entorno vamos a lograr salir airosos.

 

Overpass

 

Para ganar… hay que perder

Derivado del realismo de sus físicas y de sus altas exigencias como simulador, Overpass nos presenta una propuesta realmente demoledora. Es cierto que poder alternar entre los distintos modos de tracción y contar con tres cámaras diferentes a nuestra disposición, aporta un interesante toque estratégico. No obstante, hay que decirlo, es bastante sencillo caerse de nuestro vehículo o quedarnos atascados en posiciones realmente extremas. La solución aquí pasa por reiniciar desde unos metros más atrás. En caso de salirnos del terreno acotado del circuito, el reinicio es automático; en caso de quedar atascado, basta con mantener apretado el botón para reaparecer. Por desgracia, en bastantes ocasiones hemos aparecido en zonas que nos obligan a retroceder para poder superarlas (como por ejemplo grandes desniveles) o incluso, esto nos ha ocurrido un par de veces, tras reaparecer nos hemos encontrado en un bucle en el que nuestro vehículo no para de rodar, obligándonos a reiniciar el circuito desde el principio. Y es que en Overpass hemos descubierto el significado, literal, de la expresión morder el polvo. Nuestra batalla contra el entorno, ya sean elementos naturales (desniveles, piedras, etc.) o artificiales (troncos, ruedas, puentes, etc.), es constante, requiriendo un nivel de atención total y obligándonos a afrontar estratégicamente cada incursión para que los distintos obstáculos no dañen demasiado nuestra maltrecha carrocería. Por si fuera poco, en un título en el que cada segundo vale oro, se nos penaliza (sumando tiempo) cada vez que no superamos determinadas prueba situadas en puntos estratégicos de los circuitos, acotadas por dos banderas rojas, o cuando tiramos un cono o rompemos las cintas que delimitan nuestro trazado.

 

Saber combinar aquí entre los distintos modos de tracción, algo que es posible con un solo botón situado en la botonera del Joy-Con izquierdo (algo incómodo si eres zurdo), resulta fundamental para hacernos a la dinámica de juego. Aquí, en no pocas ocasiones, lo importante no es ganar, aunque llegar en el menor tiempo posible sea condición sine qua non si queremos superar a nuestros rivales, sino… ¡llegar! Y creedme cuando os decimos que durante los primeros minutos de juego la sensación ha sido que nunca lograríamos finalizar una sola carrera (optamos por afrontar la aventura en su modo de dificultad normal).

 

Acabar así, o peor, es una tónica general en Overpass

 

Un simulador tan completo como complejo

Overpass nos presenta un amplio surtido de modos de juego que van desde Modo Carrera, Carrera LibreDesafío Personalizado o Multijugador (tanto online como a pantalla partida). No obstante, sin lugar a dudas, la piedra angular de este título es, precisamente, el primero de ellos. El Modo Carrera abre ante nosotros un mapa con dos tipos de pruebas: Desafíos (competiciones de una o más vueltas) y carreras con recompensa (desbloquean vehículos, mejoras y equipo para nuestro piloto). Sin olvidar un tutorial que nos ha venido de lujo durante nuestros primeros minutos de juego y que podemos repetir tantas veces como queramos. En esta modalidad nos toca competir contra otros pilotos en una especie de torneo, compuesto por casillas, en el que nos toca darlo todo para conseguir desbloquear mejoras (disponibles posteriormente para su compra en el garaje) y conseguir dinero, aceptando retos o superando carreras (40 repartidas en 6 entornos bien diferenciados). Dinero que nos resulta tremendamente útil para comprar nuevos vehículos (contamos con más de 20 por desbloquear), mejorar los que ya tenemos o aceptar, previo pago, desafíos de otros jugadores. Por otro lado, el sistema de firma de contratos con diferentes patrocinadores nos permite lograr beneficios extra si logramos cumplir determinadas condiciones. Nuestro garaje (punto en el que comprar y mejorar los vehículos) también nos permite personalizar a nuestro piloto para que el barro no logre apagar todo su glamour.

 

Además, contamos con un sistema de daños que nos obliga a reparar los desperfectos ocasionados a nuestro vehículo, pudiendo hacerlo entre etapa y etapa de una misma prueba o incluso al comienzo de ésta (partiendo, de forma consiguiente, con desventaja en nuestro crono). Por desgracia, dichos daños no son apreciables, visualmente hablando. Para finalizar, con la oferta jugable, Desafío Personalizado nos permite afrontar las carreras configurándolas a nuestro gusto. En cuanto a las distintas modalidades multijugador, son simples, pero efectivas. Eso sí, tanto el modo local a pantalla partida como el online cuentan con dos pegas considerables. En relación al primero, la tasa de frames habitual (30 fps) se ve tremendamente resentida. En la modalidad online… simplemente, y como suele ocurrir en estos casos, no hemos encontrado una sola persona con la que competir por lograr el mejor tiempo de carrera.

 

Encontrar rivales nos ha resultado imposible

Gráficamente hablando, el título genera sensaciones contrapuestas. Es cierto que, a simple vista, no pinta mal, presentando ante nuestros ojos, algunos entornos realmente bonitos. No obstante, el rendimiento y los distintos bugs hacen que la experiencia final se resienta. Y es que el frente técnico tiene que hacer frente, valga la redundancia, a una distancia de dibujado que hace que diversos elementos aparezcan en pantalla casi a nuestro paso, y a un popping que causa que el nivel de detalle cambie continuamente. Si a todo ellos sumamos ralentizaciones en las zonas de agua, tiempos de carga de hasta 5 minutos (fallos puntuales en los que la pantalla de carga entra en bucle) y algún que otro cuelgue que nos ha sacado del juego sin previo aviso, el resultado puede acabar siendo, más aún si cabe en un título tan exigente como Overpass, realmente exasperante. Por suerte, y no es una excusa para enmascarar el resto de errores, el sistema de físicas es sólido y representa con bastante acierto las reacciones de nuestros vehículos ante los distintos terrenos por los que circulamos.

 

El apartado sonoro es correcto. Melodías bastante enérgicas en los menús, voces en inglés (subtítulos en español) y un silencio durante las carreras que solo queda interrumpido por el sonido de nuestro motor. Sonido que, por cierto, puede llegar a resultar molesto (sobre todo en el caso de los quads). Un minuto a todo gas y de forma continuada para lograr subir la pendiente que se nos resiste, puede llegar a taladrar, acústicamente hablando, toda nuestra cabeza. Para finalizar, destacar un excelente implementación de la vibración HD. La variedad de intensidades y de sonidos emitidos por la híbrida nos ha sorprendido muy gratamente.

 

 

Overpass – Todo un desafío técnico y jugable

Overpass es un simulador UTV y ATV realmente exigente. Aquí la satisfacción no viene dada por una victoria rápida, sino por la alegría que supone lograr superar ese circuito que se nos resiste tras varias horas de juego. Una propuesta que nos presenta un buen sistema de físicas, una gran variedad de modos de juego y un amplio surtido de vehículos y escenarios, pero que también deja sobre la mesa sus defectos. Un apartado gráfico pobre, un rendimiento, por momentos, inestable y diversos bugs que nos han llevado a tener que reiniciar la partida en varias ocasiones. En definitiva, un videojuego con grandes ideas que, a pesar de no ser todo lo certero que desearíamos en cuanto a su implementación, tiene un largo camino de optimización y mejora por delante, presentando una propuesta diferente que gustará a los amantes de los simuladores.

 

Overpass

Hemos analizado Overpass gracias a un código digital cedido por BigBen Interactive. Versión analizada: 1.1.0

Overpass
Simulación extrema
Overpass es un exigente simulador tan todoterreno como lo son sus buggies y quads. Un título cuyas carencias en lo técnico no logran empañar una experiencia que cumple en el terreno jugable y que será del agrado de los amantes del género.
PROS
Su sólida base jugable sustentada bajo un robusto sistema de físicas
La satisfacción al superar los distintos desafíos
Gran variedad de modos, vehículos y escenarios
CONTRAS
Un título exigente e implacable
Pobre gráficamente hablando
Mucho trabajo de optimización y mejora por delante
62