Actraiser Renaissance portada

Análisis Actraiser Renaissance – Nintendo Switch. Jugando a ser Dios en un dos por uno

Actraiser Renaissance
Fecha de lanzamiento
24 septiembre, 2021
Número de jugadores
1 jugador
Idiomas
Alemán, inglés, francés, japonés
Tamaño de la descarga
2850,00 MB
Nuestra puntuación
80

Puede que pienses que lo de combinar géneros en el videojuego es una moda actual. Títulos como Stardew Valley, Borderlands, o el más reciente Sakuna: Of Rice and Ruin, son juegos que, a diferencia de lo que ocurría hace unas décadas, se aventuran a fusionar mecánicas y conceptos, ¿verdad? Puede que pienses eso, pero entonces estarías en un error. Si bien es cierto que ahora es tendencia, hace tiempo también hubo quién se atrevió a mezclar géneros. Actraiser Renaissance es una prueba de ello.

 

Estamos ante la reedición de un título icónico de Super Nintendo (Super Famicon en Japón). La sucesora de la consola que a mediados de los 80 otorgó a Nintendo una indiscutible supremacía dentro del mercado americano. El triunfo en el Nuevo Continente convirtió a Nintendo en un faro cuya luz atraía a otras empresas niponas, deseosas de lanzar sus juegos en los dispositivos de la Gran N. Compañías como Quintet, que se inició en la industria con Actraiser. Un juego de fantasía occidental que combinaba la acción de las plataformas con la estrategia y gestión de reinos.

 

Hace ya varios años que Quintet desapareció, pero afortunadamente los derechos de Actraiser han ido a parar a una compañía cuyo nombre es sinónimo de fantasía en el videojuego: Square Enix. Y es gracias a ellos que Actraiser Renaissance llega a Nintendo Switch. Y nosotros, como no, nos hemos aventurado a realizar sus análisis. No temáis, mortales. ¡El Señor está con nosotros!

 

 

Actraiser Renaissance en modo Dios

Ocurre cuando por fin derrotas a ese enemigo que te hacía la vida imposible en Dark Souls. Cuando, tras turnos de somníferos, parálisis y muchas pociones, logramos capturar al legendario, sin hacer uso de la preciada Máster Ball. O cuando, tras sobrevivir a cuatrocientas quince transformaciones (dramatización), derrotamos al jefe final en la última entrega de Metroid. Sea como fuere, hay muchos momentos en los que podemos sentirnos como Dios jugando a videojuegos, pero pocas veces jugamos a ser Dios.

 

No ocurre así en Actraiser Renaissance. Aquí, somos literalmente Dios (El Señor de Luz). Y nuestro cometido, como no podía ser de otra manera, es librar al mundo de la oscuridad.

 

Actraiser Renaissance Análisis

 

Eso sí, aunque se inspira claramente en el concepto judeocristiano de Dios, el personaje divino al que encarnamos en este título presenta una serie de diferencias con respecto a la divinidad de los escritos bíblicos. La primera y más visible es que se trata de un Dios de estilo anime. No es un hombre anciano de larga y blanca barba que oculta un rostro incierto, sino un joven apuesto y vigoroso, con una larga melena de color azul. Un Dios guerrero de mirada seria y engalanado con una brillante armadura dorada, que podría fácilmente ser el protagonista de uno de los shonen del momento. Parecido a un caballero del zodiaco, pero con menos problemas de autoestima.

 

El desafío es el que cabe esperar: el malvado Tanzra y sus huestes demoníacas, han asolado la Tierra y relegado la civilización humana al olvido. Nuestro cometido en Actraiser Renaissance es devolver a los fieles humanos su lugar en el mundo, y ayudarles a recuperar el desarrollo de su civilización. Algo que hacemos combinando mecánicas de dos géneros del videojuego: la acción plataformera en 2D y la gestión de reinos. Y como antes de poblar, hay que reconquistar, lo primero será bajar a la Tierra y liberar el territorio de los enemigos de la humanidad.

 

Actraiser Renaissance Análisis

 

Reconquista y repoblación

Desde nuestro Palacio Celestial tenemos acceso a todo el territorio que hemos de recuperar para que la humanidad florezca de nuevo. Según el nivel de nuestro personaje, podemos liberar una zona u otra, pero el modo de hacerlo es siempre el mismo. Actraiser Renaissance mantiene un planteamiento constante que se repite a lo largo de todo del juego. Una vez nos hemos posicionado sobre el territorio a liberar, lo primero es superar el nivel «básico» de esa zona. Como Señor de Luz, bajamos a la tierra pertrechados con armadura y espada para hacer frente al desafío del primer acto de la zona.

 

Primero, nos adentramos en las plataformas. Encarnando al Señor de Luz, debemos abrirnos paso por niveles cortos y quizás algo simples para los estándares actuales, aunque sin duda entretenidos. Los diseños de los monstruos se repiten, los escenarios se reutilizan, e incluso el manejo puede resultar algo tosco. Pero no molesta, nuestro personaje dispone de una serie de habilidades sencillas, pero suficientes.

 

Actraiser Renaissance Análisis

 

Atacamos con la espada, cuyos movimientos varían según si avanzamos, saltamos o simplemente pulsamos el botón cuando el personaje está quieto. Tenemos la opción de saltar, como es habitual, y un par de añadidos que dotan al conjunto de un aire más sofisticado. Por una parte, disponemos de la opción de bloquear cuando nos agachamos. Es un detalle, sí, pero siempre se agradece disponer de un recurso extra cuando nos encontramos ante un enemigo. La otra habilidad es un dash con el que realizar un desplazamiento rápido hacia atrás, y que resulta bastante efectivo para esquivar ataques sorpresa o que abarcan un área significativa. Resulta especialmente útil en los encuentros contra los jefes.

 

Todo nivel de plataformas en Actraiser Renaissance acaba en un enfrentamiento contra un jefe. No suelen ser especialmente difíciles de derrotar, pero sí que nos obligan a utilizar nuestro set de movimientos al completo. Así como nuestra magia. Y es que complementando nuestras opciones «físicas», disponemos de una serie de poderosos hechizos con diversas funciones que, eso sí, no están disponibles desde un primer momento, sino que se desbloquean de uno en uno, una vez hemos liberado una zona de las garras de la Oscuridad.

 

Actraiser Renaissance Análisis

 

Pedid y se os dará

Ya hemos abierto una vía para la esperanza con nuestro acto de reconquista, llega el momento de repoblar la zona. Pero no será un repoblamiento tranquilo y pacífico. El Señor de Luz solo ha mostrado el camino, pero han de ser sus fieles los responsables de ocupar la zona, trayendo de vuelta lo mejor de su civilización. Aún así, los humanos son débiles y necesitan de un guía que les provea y aconseje en los tiempos difíciles. Y como no hay parte más difícil que un nuevo comienzo, tas derrotar a los monstruos en el modo plataformas nos toca enfrentarlos de nuevo gestionando un reino humano.

 

Con un rayo y mucho poder, una parejita de seres humanos aparece cerca de un templo en el que rápidamente buscan asilo. Es lo primero que ocurre cada vez que superamos el «Acto 1» de una de las 6 zonas de las que se compone el mapa en Actraiser Renaissance. Los humanos aparecen, entran en el templo y rezan a su Dios. Una mecánica con la que el juego nos plantea misiones en el modo de gestión del reino: los humanos piden y Dios responde. Y no es de extrañar que pidan, porque nuestros fieles humanos deben reconstruir su civilización, pero, sobre todo al principio, se encuentran rodeados de enemigos.

 

Actraiser Renaissance Análisis

En el modo de gestión entra en juego el otro personaje divino que aparece en Actraiser Renaissance. Un angelito parecido a Cupido, que actúa de intermediario entre el jugador y los humanos, y que también cumple una funciones mecánicas dentro del juego. El ángel es el puntero con el que nos movemos por la pantalla del reino y con el cual seleccionamos el área sobre la que queremos actuar. Igualmente, él mismo posee una habilidad: disparar flechas con su arco a los monstruos que de forma continua aparecen desde los focos de oscuridad de la zona. Los monstruos no dejan de asediar el asentamiento y son varias las acciones que debemos tomar contra ellos para permitir que nuestra gente florezca.

 

Los humanos construirán campos con los que alimentarse, casas en las que habitar y talleres en los que dar forma a su industria. Pero antes hemos de guiarles por las zonas en las que construirán haciendo uso de nuestro fiel ángel. Con él, marcamos las casillas disponibles por las que los humanos avanzan trazando carreteras, para después construir sus edificios. El territorio no es completamente accesible en un primer momento. Hay zonas que son focos de oscuridad, que no podemos eliminar hasta que no avanza el proceso de civilización. Otras que se encuentran impedidas por accidentes naturales que tenemos que sortear haciendo uso de un repertorio de milagros divinos, de naturaleza climática, y que nos sirven para destruir rocas y árboles, secar ríos e, incluso, obligar a nuestras gentes a actualizar sus construcciones en una zona

 

Actraiser Renaissance Análisis

 

Este proceso se encuentra continuamente amenazado por los demonios de Tanzra, que atacarán en dos formas. Una de ellas es simple y ya la hemos visto: surgirán de sus abismos para destruir las construcciones humanas y nuestra forma de pararlos es hacer uso de las flechas angelito (o de nuestros milagros). La otra forma de ataque, que tenemos que soportar, son las incursiones. Un asalto masivo de monstruos que surgen de varias localizaciones y que debemos rechazar haciendo uso de fuertes, barricadas, campanas para distraerlos, y del héroe de turno, al que le pueden acompañar líderes de otras zonas.

 

Los héroes de Actraiser Renaissance

Todo territorio cuenta con una estética característica. No solo por el paisaje y el tipo de cultura que acoge, sino también por la música del lugar. Las melodías en Actraiser Renaissance es un rasgo característico cuya excelencia fue una de las principales razones por las que este título se convirtió en un icono. La música de Yuzo Koshiro acompaña cada momento del juego, dotando al conjunto de una caracterización distintiva. Desde sonatas ominosas con las que enfatizar los momentos amenazantes de la partida, o las fases peligrosa que enfrentamos como Señor de Luz, a tonalidades armónicas y en muchos casos folclóricas, que dotas de un carisma acogedor a los momentos en los que el juego se centra en el desarrollo de la civilización.

 

Y todos, sin excepción, cuentan con una narrativa propia, cuyo elemento más destacable es que siempre gira en torno a una figura que hace las veces de héroe del pueblo. Una persona que se relaciona con nosotros (Dios) y con el asentamiento al que protege de diversas formas, según sea su historia y su personalidad. Pero que siempre tiene una utilidad mecánica crucial dentro de la parte de gestión del reino. El héroe es un elemento activo que además aumenta su nivel. Es más, si bien la mayoría de misiones que cumplimos aumentan el nivel de nuestro personaje, hay otras, aquellas que tienen que ver con la defensa del asentamiento, que nos proporcionan «crónicas» con las que aumentar el nivel del héroe de esa zona.

Actraiser Renaissance Análisis

 

En la defensa ante una incursión de los malos, el héroe será una unidad a dirigir, que no controlar. Solamente podemos decidir a qué zona del lugar se dirige el héroe, en función de los enemigos que queremos derrotar. Pero, ¡ojo! Los héroes son débiles o fuertes según el tipo de enemigo al que se enfrentan y utilizan los ataques de forma independiente. Así mismo, no disponen una IA de supervivencia, por así decirlo, es decir que si dejamos al héroe en una zona en la que claramente le está superando, y no hacemos nada por sacarlo de ahí, el héroe morirá. Si muere, habremos perdido el combate y tendremos que comenzar la defensa de nuevo.

 

Hay que puntualizar que solo perderemos el combate si derrotan al héroe de esa zona. Y es que, a medida que vamos ganando territorio a la Oscuridad, también aumentamos nuestro plantel de héroes aliados a los que convocar para que auxilien a sus congéneres de otras áreas. Son un total de 6 héroes los que podemos obtener (uno por zona del juego). Pero, en una misma batalla, únicamente podemos convocar a dos más . Es decir, en la defensa ante una incursión, podemos llegar a disponer de hasta 3 héroes. Uno de ellos es inevitablemente el héroe «protagonista» del territorio en el que nos encontramos, mientras que los otros dos quedan a nuestra elección. Eso sí, no se pueden convocar sin más. Previamente es necesario cargar una barra de energía, cuyo nivel aumenta a medida que derrotamos enemigos en la incursión. Cuando se carga, podemos invocar a un héroe a cambio de toda la energía acumulada.

 

Héroes y fuertes pueden restaurar salud gracias a los alimentos que producen nuestros campos y que debemos recoger con el ángel. Los talleres, por su parte, nos proporcionan las barricadas con las que bloquear el camino a los monstruos. Estas son las herramientas que, junto a los milagros, tenemos a nuestra disposición para hacer frente a todos los asaltos que deberemos de afrontar en cada mapa, como parte del proceso de reconquista de la zona. Un buen número de mecánicas que consiguen dotar de dinamismo al apartado de gestión de reino del juego. Aunque tampoco le vendría mal un poco de pausa.

 

Actraiser Renaissance Análisis

 

Esa pausa tan necesaria

Y es que quizás el pero más grande que hemos encontrado en Actraiser Renaissance es que, si bien ejecuta correctamente la combinación de géneros, no profundiza suficiente en ninguno de ellos. Los niveles de plataformas son ciertamente entretenidos y la jugabilidad del personaje es muy completa. Pero resultan prácticamente anecdóticos en el conjunto del juego. Son cortos, facilones y actúan más como complemento del género de gestión del reino, que como un género distintivo del juego. Son ese algo diferente que hacer antes de acceder a un mapa, y al final, antes de completar su recuperación, pero poco más.

 

El problema es que la parte de gestión del reino también se queda algo corta. Pasamos la mayor parte del juego inmersos en este género y claro, como siempre ocurre en un juego de gestión, hay partes en las que el jugador no realiza ninguna acción. No es necesario presionar botón alguno, puesto que solo hace falta observar y esperar a que el desarrollo de la población que se gestiona llegue a los niveles esperados. Una pausa necesaria y comprensible, que permite al jugador verificar su estrategia, plantear el siguiente paso y, por qué no decirlo, disfrutar con lo satisfactorio de observar cómo progresa ese pequeño mundo que aparece en la pantalla. Pues parece que eso no se ha entendido del todo en Actraiser Rennaisance.

 

Actraiser Renaissance Análisis

 

Volvamos a la mecánica del angelito y sus flechas. ¿Qué función cumple? Ninguna, tan solo impedir que el jugador se «aburra» mientras se desarrolla el asentamiento. Alguno podría decir que eliminar monstruos con las flechas del ángel restaura maná, y es cierto, pero es que el maná tampoco es una necesidad del juego, más bien parece una excusa. El maná únicamente nos sirve para «castear» milagros. Si nos quedamos sin maná, tenemos que recargarlo matando monstruitos. Pero esa mecánica tampoco responde a ninguna necesidad. Un uso restringido de los milagros sencillamente se podía haber gestionado estableciendo un sistema de cooldowns (tal y como sí ocurre en las incursiones).  El maná parece un añadido innecesario y una excusa para que ese puntero en forma de ángel, nos «entretenga» además de cumplir su función principal.

 

No obstante, en lo técnico, funciona perfectamente tanto en modo portátil como en el dock. Con diseños depurados tanto en lo artístico como en lo gráfico, el apartado visual de Actraiser Reanaissance cumple la misma función ambiental que su banda sonora: contextualiza el momento en el que nos encontramos en el juego. En un nivel de plataformas, los enemigos son más grotescos y desprenden un aura  de malignidad, mientras que en el modo gestión de recursos, tienen un aspecto más apacible, casi kawaii en algunos casos. En las transiciones entre géneros, el apartado visual se ve reforzado por el cambio de perspectiva. Mientras que en el modo plataformas contamos con la vista frontal típica, cuando gestionamos el reino nuestra posición es cenital. Una vista que abarca un territorio repleto de color y vida, y que solo se ensombrece en los momentos puntuales en los que el jugador y su gente hemos de afrontar incursiones enemigas.

 

Y es que, a pesar de algunas carencias, Actraiser Renaissance consigue su objetivo: entretener. Es cierto que estamos ante un título con mecánicas correctas pero quizás poco ambiciosas; un planteamiento que se repite a lo largo de 6 mapas y un angelito muy plasta que hace resurgir el instinto asesino que todo jugador ha sentido hacia Navy en Ocarina Of Time. Además, el título no se pude jugar en español, por lo que necesitaréis un nivel de inglés adecuado si queréis disfrutar de él. Pero Actraiser Renaissance te atrapa. No profundiza, pero quizás tampoco le hace falta. Su combinación de elementos, géneros y narrativas, envuelto en un apartado gráfico y técnico soberbio, crean un contexto completo en el que sumergirse.

 

 

Actraisser Renaissance – Una combinación de géneros que se siente actual

Actraiser Renaissance es un juego que se basa en un planteamiento repetitivo, pero que atrapa y nos hace querer desterrar a la Oscuridad de nuestro mundo. Con un precioso apartado visual de estilo anime, y una música que dota al ambiente de personalidad propia, logra revivir los elementos y mecánicas de los juegos de los 90, pero sin desentonar en la tónica actual de la industria. ¡Parece nuevo!

 

Un juego que vuelve para recordarnos porque la Super NES fue una consola sin igual, que la fusión de géneros no es una idea nueva y que en pocos sitios se plantea fantasía de temática occidental como se hace en Japón.

 

Actraiser Renaissance AnálisisHemos analizado Actraiser Renaissance gracias a un código digital cedido por Koch Media. Versión analizada: 1.0.0

 

Actraiser Renaissance portada
Un clásico que vuelve divinamente
Actraiser Renaissance vuelve con la cabeza alta a la industria del videojuego. 30 años después, este clásico de Super NES nos demuestra que su planteamiento sigue muy vivo, que lo de combinar géneros no es algo nuevo y que hasta Dios necesita aliados cuando se trata de desterrar la Oscuridad del mundo.
PROS
La conseguida combinación de géneros que nos permite disfrutar tanto del plataformeo más clásico, como de una desafiante gestión del reino
El completo set de movimientos del Señor de Luz en el modo plataformas
Las narrativas de cada zona y el uso de personajes bien caracterizados, que sirven como apoyo en la fase de gestión del reino
CONTRAS
La falta de profundidad en las mecánicas y planteamientos de los dos géneros que combina el juego
La tediosa e innecesaria mecánica de disparar flechas con el ángel
El manejo del personaje puede resultar algo tosco
No está en castellano
80
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