Tras una larga espera, desenvainamos al fin nuestras katanas en Samurai Shodown y nos preparamos para un combate al más puro estilo del Japón feudal. Las flores de cerezo caen en Nintendo Switch mientras se escucha el sonido que produce el acero al chocar. Búsqueda de poder, venganza, asesinato, amor…motivaciones e intereses varios, envueltos por una misteriosa oscuridad que se extiende por un Japón sumido en el conflicto. Acompañadnos en este análisis de Samurai Shodown, la llegada a la híbrida de una de las sagas más memorables de la industria de la mano de SNK y DEEP SILVER, que viene dando espadazos a diestro y siniestro. El título hizo su debut en 1993 y se alzó, recibiendo muy buenas críticas, como uno de los mejores fighting games del momento gracias a una conseguida armonía entre atractivas mecánicas de combate y preciosos sprites en 2D, por no hablar de unos personajes muy caracterizados, con armas muy chulas y con un trasfondo bien logrado. Y, podemos decir, que el título que ha llegado a Nintendo Switch mantiene todo eso sin duda (ahora en 3D, por supuesto). Pero, ¿qué más ofrece?
Trasfondo como recompensa
Antes de adentrarnos más, debemos comentar que este juego, en Nintendo Switch, incluye un código para la descarga de Samurai Shodown! 2 de Neo Geo Pocket (primer port que recibe el juego desde 1999), a modo de «Bonus de Reserva» para aquellos que hayan reservado el juego antes de su salida. Sólo debemos canjear el código en la eShop y podemos disfrutar de este clásico. Una vez dicho esto, vamos a lo que nos ocupa. Para empezar, y por mucho que sea un juego de lucha, pulsamos en el «Modo Historia» de Samurai Shodown.
Lo primero que nos encontramos es una escena ambientada en el siglo XVIII del Japón feudal. Una preciosa caligrafía se extiende de arriba abajo y de derecha a izquierda (al estilo tradicional japonés) por toda la pantalla, mientras que en el fondo se ve un arte que muestra una escena de guerra entre ejércitos de samuráis de la era feudal nipona. Para rematar, todo está envuelto por una preciosa música japonesa y un narrador que nos relata, en perfecto japonés (supongamos), lo que las letras van escribiendo. Tranquilos, que hay subtítulos en español que acompañan a la escena. Lo que no acompaña tanto es el contenido en sí, pues se queda un poco corto. Básicamente nos dicen que nos encontramos en un período de guerras y que el tema político está inestable en el país. Al final de esa introducción, se añade una breve presentación del personaje que hayamos escogido, en la que, más o menos, se nos da una explicación del porqué ese personaje está involucrado en el meollo, pero tampoco lo deja muy claro. Es más bien una excusa para justificar que vayamos a zurrarnos a continuación. Pero bueno, al fin y al cabo se trata de un juego de lucha, ¿no?
Una vez hemos pasado esa pequeña introducción, vamos por el mapa de un sitio a otro a combatir con el personaje de turno, ¿por qué? Pues no te lo explican. Debemos entender que esos enfrentamientos tienen algo que ver con esa «búsqueda» o interés del personaje que hayamos elegido para pasarnos la historia del juego. Unos cuantos combates moviéndonos de un lado a otro del mapa del mundo (casi siempre dentro de Japón), y llegamos a una escena de «la historia» del juego. Aunque, bueno, más que la «historia» del juego, es más bien lo que pasa en en el país (Japón), mientras nuestro personaje está haciendo lo que sea que está haciendo por sus propias motivaciones. Este patrón se repite un par de veces hasta que, al final, nos cruzamos con el malo, combatimos, y fin de la historia. Nada raro hasta aquí, salvo por el hecho de que Samurai Shodown es un juego que se centra mucho en sus personajes o, al menos, es la impresión que da. Sin embargo, jugando al modo historia del título tenemos la sensación de que coger un samurai u otro da igual. Solo estamos escogiendo con cuál de ellos queremos pegarnos con el resto. Es más, incluso podemos cambiar de personaje después de perder algún combate sin que ello altere el desarrollo. Sin embargo, todo cambia cuando derrotamos al enemigo del juego. Ahí entendemos por qué prácticamente no nos dicen nada del personaje que hemos elegido cuando iniciamos la historia, pues la recompensa de superar el combate final es conocer, mediante una bonita escena con el mismo estilo que la introducción del inicio (caligrafía japonesa, narrador, arte…), el trasfondo del personaje, sus motivaciones, intereses y sentimientos tras esa «experiencia».
Conocer a los personajes del título no solo es interesante por lo bien caracterizados que están y lo llamativos que son estéticamente, sino que también será necesario si queremos jugar bien a Samurai Shodown.
Entendiendo a nuestro combatiente
Pasada «la historia», vamos a centrarnos en el juego en sí. Como ya sabéis, este título vio retrasado su lanzamiento en Nintendo Switch más de lo esperado, especialmente en occidente. Un retraso que vino en gran parte motivado por el interés que tenía Nobuyuki Kuroki, director del título, en que el título corriese a 60 fps en la híbrida. Podemos decir que eso se ha conseguido. El port es correcto, y el juego va fluido (algo esencial en un título de lucha). Sin embargo, los gráficos dejan un poco que desear, especialmente en modo portátil, y alguna que otra pantalla de carga se alarga más de la cuenta. No es que se vea mal, pero sí algo borroso. Pero claro, para ganar en fluidez, normalmente hay que sacrificar gráficos. Por lo demás, todo fenomenal: animaciones chulas y música ambiental que nos mete de lleno en ese contexto bélico feudal. Además, y aunque todo esté debidamente traducido, los momentos del juego se suelen acompañar de caligrafía, voces y narraciones niponas, para que no perdamos de vista que este es un juego con una estética muy definida.
Pero bueno, como los juegos de lucha no se dominan de un día para otro, lo mejor es que vayamos directos a la sección de «Entrenamiento» que tenemos disponible en el menú. Ahí bien podemos optar por entrenar de forma individual a nuestro libre albedrío, o bien por seguir el tutorial que el juego nos facilita para que nuestros espadazos sean certeros. Pronto aprenderemos los ataques básicos, las mecánicas de la barra de furia y que es posible defenderse, contratacar y dejar sin arma al rival, obligándole a que siga luchando con sus puños hasta que la recupere (¡ojo! Que también nos pueden quitar el arma a nosotros).
Optemos por lo que optemos, pronto nos percataremos que este es un juego en la que todos los comandos son estándar. Es decir, hay una serie de comandos fijos con los que se ejecutan los movimientos de cualquiera de los personajes del plantel del título. En todos los juegos de lucha hay comandos que son fijos e iguales para todos los personajes, como son los golpes de puño (en este caso ataques básicos con el arma) y las patadas. Sin embargo, en muchos de ellos, cada personaje tiene sus propios combos (orden en el que pulsar los botones) para ejecutar habilidades más avanzadas. En Samurai Shodown no. Las sucesiones de botones son las mismas para ejecutar todos los movimientos de cualquiera de los personajes. Es decir, para realizar la habilidad especial de, por ejemplo, Haohmaru, usamos la misma secuencia de botones que para ejecutar la habilidad especial de Yashamaru o de cualquier otro de los personajes. La variedad no está en la secuencia de botones que hay que ejecutar para realizar un movimiento, sino que debemos buscarla en las mecánicas propias de cada uno de los integrantes del plantel. Si queremos llegar a ser maestros en el uso de uno o varios de los personajes de Samurai Shodown, no tendremos que aprender distintas combinaciones de comandos, pues son idénticas para todos. Por el contrario, debemos centrarnos en aprender cómo ejecuta sus habilidades el personaje en cuestión. Si realiza ataques rápidos, si salta y luego ejecuta un golpe, si el ataque es circular, punzante, de arriba a abajo… Es decir, nos obliga a conocer al guerrero que manejamos para saber cuándo debemos realizar cada uno de sus ataques. Pero tranquilos, que el juego nos proporciona una herramienta para conocer tanto al personaje como nuestra propia forma de usarlo como jugadores.
Más allá de lo clásico
Si queremos mejorar nuestras habilidades en Samurai Shodown debemos hacer lo que haría todo buen samurái: aprender de nuestros fantasmas. ¿Qué fantasma? Una IA que aprende de nosotros desde que empezamos a jugar al juego. El fantasma estudia nuestros movimientos, nuestras preferencias por un ataque u otro, y los replica. Para acceder al conocimiento almacenado por esta IA debemos acudir a la gran novedad de Samurai Shodown: el Modo Dojo. En esta modalidad de juego, no solo podremos combatir contra nuestros fantasmas, es decir, las réplicas de los personajes de Samurai Shodown con los que más hemos jugado, sino que también nos podemos enfrentar a los fantasmas de otros jugadores, siempre y cuando éstos hayan subido sus datos a la red. Es más, una de las cuatro opciones de este Modo Dojo, «Clasificación», nos permite seleccionar fantasmas de los 100 jugadores que se encuentren más altos en el ranking (online) a nivel mundial en ese momento. Y bueno, quizás los combates contra los fantasmas sean un poco «extraños», puesto que no suelen ser capaces de contestar a nuestros ataques de forma efectiva. Pero es un planteamiento muy interesante si se quiere aprender de los mejores, puesto que el fantasma utilizará, principalmente, los ataques que ese jugador o esa jugadora utilicen más en sus combates, y si están tan altos en el ranking por algo será, ¿no?
Para terminar, hablemos de los dos modos que pueden hacer que estemos jugando a Samurai Shodown durante horas. Partiendo de que con una sola Nintendo Switch pueden jugar varios jugadores, el Modo Batalla es perfecto para una tarde combatiendo con amigos. Este es el «típico» modo de juego en el que podemos jugar combates versus (contra CPU o u otro jugador), o distintas modalidades para poner las habilidades del jugador a prueba: Campeonato, Supervivencia y Contrarreloj. El otro es el online, una modalidad prácticamente obligada a día de hoy en casi cualquier juego, pero más en un juego de lucha. En Modo Online tendremos la opción de combatir con jugadores de todo el mundo, aunque lo suyo es seleccionar a aquellos que se encuentren en regiones afines para conseguir que el combate sea fluido (nosotros, al haber probado el juego antes de su lanzamiento, solo hemos podido jugar contra rivales que viven en Japón y nuestros combates no han sido para nada fluidos). En cualquier caso, lo más llamativo es que podemos jugar «Batallas clasificadas», combates que nos otorgan un rango dentro de una clasificación. Mientras más oponentes derrotamos más subimos en el ranking global. De estas batallas es de donde se obtiene el ranking que después nos permitirá descargar fantasmas. Y solo tras haber jugado al menos una Batalla Clasificada, podremos subir nuestro propio fantasma a la red, el cual tendrá la apariencia del personaje que más utilicemos.
El modo online es, sin duda, la modalidad del título en la que más horas podemos invertir y ello, unido a las posibilidades del Modo Dojo, destinadas a potenciar el aspecto competitivo del juego, dan cuenta de la apuesta de SNK por la vía de los combates en línea para Samurai Shodown. Ahora bien, cabe preguntarse hasta qué punto este es un título que pueda tener un panorama online realmente interesante, no ya digamos a nivel competitivo (poco probable), sino en cuanto a cantidad de jugadores y calidad de los combates. Desde luego, Samurai Shodown es un juego que tiene un fandom importante pero cuyo foco está principalmente en Japón. Nuestra experiencia combatiendo online contra jugadores ubicados en Japón (lo único que hemos podido probar hasta ahora) ha sido bastante nefasta. Esto quiere decir que, a menos que el tema servidores se modifique una vez lanzado el juego, los combates contra oponentes fuera de nuestra región (Europa) resultarán tediosos y lo más probable es que desanimen al jugador a seguir. Por otra parte, está el tema del propio planteamiento de Samurai Shodown. Este es un juego que, como ya hemos comentado, utiliza los mismos comandos para todos los personajes. Eso no es malo, significa simplemente que el juego pone el foco de la habilidad del jugador en el conocimiento del personaje que se maneja, el timing, los contrataques y en saber cuándo conviene ejecutar un movimiento y cuándo otro. Sin embargo, a la larga, para un jugador experimentado, puede acabar resultando repetitivo al no tener el desafío «extra» de tener que ejecutar complicadas secuencias de botones que ejecutar en un tiempo muy breve y en el momento justo. Eso, por no mencionar que el propio director del juego considera que el balanceo de personajes «es aburrido», así que es probable que por mucho que nos guste uno u otro de los combatientes del plantel, éste o ésta no sea adecuado para un panorama más competitivo.
En cualquier caso, son solo reflexiones que hemos considerado debíamos incluir. La realidad es que Samurai Shodown acaba de llegar a Nintendo Switch y estamos seguros de que tiene mucho que demostrar. Sinceramente, esperamos que el propio juego nos «cierre la boca».
Samurai Shodown – La importancia de conocer al personaje
Samurai Shodown desenvaina sus katanas en Nintendo Switch tras una larga espera. El clásico de SNK llega a la híbrida para recordarnos cómo se hace un juego de peleas entre samuráis y que, en ocasiones, es más importante conocer a nuestro personaje que aprenderse una lista interminable de comandos. Con un apartado ambiental muy conseguido y un plantel repleto de guerreros muy bien caracterizados, tanto en lo que a mecánicas como a nivel estético se refiere, Samurai Shodown se presenta como un título sólido que solo deja algunas dudas en el apartado gráfico y en la incertidumbre de cuál será el alcance real de su planteamiento online.
Hemos analizado Samurai Shodown gracias a una copia física cedida por Koch Media. Versión analizada: 1.51
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