Hablar de Simon The Sorcerer es hacerlo, junto a sagas como Monkey Island, Maniac Mansion, Myst e incluso la más reciente Discworld, de la edad dorada del point & click y la aventura gráfica. Sí, aunque parezca increíble, hubo un tiempo en el que darle al coco o conversar con multitud de variopintos y estrambóticos personajes resultaba bastante más llamativo que ajustar la cadencia de disparo del fusil de turno. Por si fuera poco, sus grandes dosis de humor/sarcasmo británico, la inherente necesidad de parodiar cualquier ficción de fantasía, la capacidad de interaccionar con el mismo jugador o sus hilarantes puzles lograron encandilar a una generación entera de videojugadores. Pues bien, tras 30 años de espera la saga ideada por Adventure Soft regresa en forma de precuela. Y lo hace con edición en formato físico bajo el sombrero de la mano de la editora española Meridiem Games. ¿Estará el estudio italiano Smallthing Studios a la altura de su predecesor? Te recomendamos encarecidamente no perderte nuestro análisis de Simon The Sorcerer Origins para Nintendo Switch si quieres descubrirlo. Y es que, como suele decirse, la magia sucede cuando menos lo esperas.
Magia y humor sin solución de continuidad
Simon The Sorcerer Origins se presenta ante el jugador como una precuela directa del primer juego. Y lo es así sin solución de continuidad. No en vano, los hechos acontecidos aquí transcurren solo unas semanas antes que los vividos en la aventura original. Sin entrar en demasiados spoilers, y tras una caótica mudanza, Simon se ve arrastrado a un mundo mágico repleto de magia, peligrosas criaturas y magos ineptos. Toda una aventura en la que, siguiendo los pasos de una antigua profecía, se exploran los acontecimientos previos que convirtieron a nuestro joven, ingenioso y sarcástico protagonista en un «poderoso» «mago».
Smallthing Studios no se exprime la cabeza a la hora de dar forma a un nuevo trasfondo narrativo. No obstante, mantiene toda la esencia de la obra original. Presentando un tono tan irreverente como cómico, crítico y por momentos surrealista. Por si fuera poco, y más allá de la carga emocional y del claro componente clásico, la historia logra despuntar un hilo argumental que encaja a la perfección, de una forma bastante orgánica y fresca, sin causar chirrido alguno. Para rematar, la presencia de personajes icónicos de la saga nos recuerda que nos encontramos ante un título que, pese a las novedades, pretende pre-ceder al primer juego de la serie. No obstante, los guiños, las críticas o la sátira se han ampliado para alegría de las nuevas generaciones. Combinando Las Crónicas de Narnia, El Señor de los Anillos o Discworld de turno con franquicias como Juego de Tronos. Eso sí, el aire noventero sigue más que presente en cada esquina del juego.
Un Point & Switch en toda regla
El tutorial de Simon The Sorcerer Origins ya nos deja a las claras una cosa: la fórmula original necesitaba adaptarse a los tiempos, y generaciones, que corren. En primer lugar, el clásico, y en ocasiones tedioso point & click es sustituido por un nuevo sistema en el que podemos controlar directamente a Simón. Contando incluso con un botón para correr y otro con el que resaltar todos los puntos que nos permiten algún tipo de interacción (uso de objetos incluidos). Como os podéis imaginar, esto se traduce en un mayor dinamismo y una jugabilidad bastante más fluida. Y sí, la experiencia resulta muy disfrutable con los mandos. Algo que es de agradecer teniendo en cuenta algunos ports de aventuras gráficas con resultados cuando menos cuestionables.
A pesar de no renunciar a la fórmula original, si es cierto que las mecánicas existentes, muchas de ellas configurables, van totalmente enfocadas a facilitar y hacer más amigable la experiencia. Y es que, más allá de la simplificación del menú, o la posibilidad de alternar entre todos los elementos presentes en pantalla con Z o R, también contamos con un diario de ayuda/consulta, un sistema de hechizos elementales, una interfaz personalizable y la capacidad de realizar viajes rápidos a través del mapa del juego. Todo ello sin mencionar la posibilidad de alternar entre el sistema de control directo (anteriormente mencionado) y el clásico del género. Eso sí, el ritmo resulta excesivamente pausado hasta para una aventura gráfica. Castigando al jugador con incómodos tiempos de espera entre acción y acción.
Puzles fuera de (casi) toda lógica
Si hay algo que permanezca intacto en Simon The Sorcerer Origins son sus alocados puzles. Rompecabezas, en el amplio sentido de la palabra, que se basan en una retorcida, desternillante, canalla y divertida «lógica». ¿Probar todo con todo? Sí, en más de una ocasión. Algo que, al menos a los neófitos en el género, puede llevar a cierta desesperación. Eso sí, la satisfacción a la hora de resolver cada situación resulta casi nirvaniana. ¿No eres de la vieja escuela?, ¿estás atascado (literalmente) en algún puzle? Sin problema, SmallThing Studios ha habilitado un servicio de ayuda, vía email, en el que poder resolver todas las dudas.
Por si fuera poco, y más allá del sentido homenaje a las aventuras gráficas de los 90, la variedad de localizaciones (+ de 50), situaciones y objetos en pantalla hace que la experiencia resulte tan variada, como desafiantes y entretenidos son sus 12 capítulos. Enlazando finalmente con el primer juego de una forma bastante orgánica que logra cerrar con gran acierto el arco narrativo 30 años después. ¿Duración? Difícil dar una cifra dentro de un género tan variable como el de las aventuras gráficas. Con un arco que puede oscilar entre las 12, 13 o 14 horas de juego. Cifras, por otro lado, bastante aceptables.
El arte del continuismo
Sí, más allá de la narrativa, los puzles y el humor, hay algo en lo que destaque Simon the Sorcerer Origins es en su apartado artístico. En primer lugar, el título nos presenta un colorido estilo en 2D totalmente dibujado a mano. Presentando multitud de localizaciones, detalles y personajes repletos de vida. Logrando, por el camino, rendir un respetuoso homenaje al clásico mientras presenta un nuevo/viejo mundo mágico que logra insuflar un extra de frescura. El motor gráfico (Unity adaptado) rinde correctamente tanto en el dock como en modo portátil. Contando con algún que otro filtro (VHS incluido) con el que emular la época dorada de ScummVM. Eso sí, pese a poder correr, el movimiento de personajes y cámaras resulta algo lento. Cuestión esta última realizada a drede para mantener la esencia del género. También hemos notado zonas mejor definidas que otras. Contando con instantes de zoom en los que las costuras quedan al descubierto. Tampoco todas las animaciones están a la altura. Resultando algunas demasiado acartonadas y planas.
Por otro lado, el juego cuenta con textos en castellano y doblaje al inglés y alemán. Tanto Chris Barrie, actor encargado de dar la voz a Simon para el juego original en inglés, como Erik Bornera, que hizo lo propio en Alemania, repiten papel. Y el resultado es excepcional. Algo que nos lleva a pensar que nos encontramos ante la oportunidad perdida de sacar partido al gran repertorio de actores de voz disponibles en nuestro país. La BSO, compuesta por Mason Fisher (F.E.A.R., Galactic Civilizations II y III, etc.) logra conjugar con gran maestría los aspectos más clásicos de la franquicia con toques más frescos y modernos. Y sí, no andáis equivocados. El juego incluye alguna que otra licencia oficial. El gran Rock Astlet y su inolvidable tema Together Forever aún retumba en mi cabeza.
Simon The Sorcerer Origins – todo un regreso a los orígenes
Simon The Sorcerer Origins es una aventura gráfica, de la cabeza a los pies, que sabe rendir un sentido homenaje a la serie Simon The Sorcerer de una forma tremendamente respetuosa con la obra original. El denso, alocado y satírico desarrollo narrativo, su delicioso, y colorido, apartado artístico y un trabajo de voz tremendamente continuista ponen la guinda a semejante pastel. Por si fuera poco, Meridiem Games es la encargada de distribuir en nuestro país su edición en formato físico.
Por si fuera poco, la propuesta de SmallThing Studios conjuga todo la anterior con multitud de mecánicas y detalles que logran acercar la saga al público más joven. Consiguiendo actualizar una fórmula que, pese a su atemporalidad, necesitaba un aire de frescura y dinamismo con el que adaptarse urgentemente a los tiempos que corren. ¿El contrapunto? Su, por otra parte lógico, ritmo pausado y algunos movimientos y animaciones que más que retrotraernos a los orígenes de la saga parecen sacadas de un juego flash. En definitiva, magos inútiles, horribles criaturas, un humor de lo más británico y un amplio abanico de alocados puzles que resolver. ¿Alguien da más?
Hemos analizado Simon The Sorcerer Origins en Nintendo Switch 2 gracias a un código digital cedido por Meridiem Games // ININ Games. Este artículo cuenta con enlaces referidos de Amazon España con los que podrías colaborar con NextN mientras realizas tu compra. Algo que en ningún caso afectó a nuestra opinión sobre el juego. Versión analizada: 1.10.
Debe estar conectado para enviar un comentario.