Podemos decir, sin miedo a equivocarnos, que el videojuego español en este instante se encuentra en su mejor momento. La híbrida está teniendo su ración de títulos patrios como el reciente GRIS, o los destacados: Flat Heroes, Crossing Souls, Moonlighter y el gran protagonista de nuestro análisis, Candle: The power of The flame. Tras recaudar en Kickstarter más de 50.000 $, el juego desarrollado por el estudio turolense Teku Studios tuvo un lanzamiento inicial en 2016 en PC. Ahora, casi dos años después, se inicia una nueva andadura, está vez, en consolas de sobremesa.
Iluminando nuestro camino
Tras una introducción donde el mítico Pepe Mediavilla, que en paz descanse, nos sumerge en nuestra aventura y nos explica los orígenes y la decadencia de toda una civilización, entramos de lleno en una historia que no se aleja mucho de la realidad en la que vivimos. Nuestra tribu, mucho más pequeña y modesta, es atacada por otra mucho más beligerante, los Waktcha. Estos últimos han reducido a todo a su paso, secuestrando a todo miembro de nuestra etnia, además de a su chamán llamado Yaqa. Una situación que se torna decadente, aunque como no, siempre hay un rayo de esperanza. Es aquí donde entra nuestro pequeño protagonista, Teku, que tiene como misión revertir el panorama. Para ello iniciamos un arduo y peligroso camino en busca de nuestro maestro.
Para superar este periplo en el que nos hemos envuelto, nos adentramos en una aventura gráfica poco convencional, pero eso sí, con todo tipo de puzles. Su mayor peculiaridad no es el uso del clásico y más que utilizado sistema de movimiento point and click, esta vez, es el propio jugador con los botones del mando quien decide cuando se puede mover Teku y en qué parte del escenario hacerlo. El control es muy similar al de cualquier plataformas en dos dimensiones, incluso nuestro personaje puede realizar acciones como saltar, correr o empujar objetos, siendo mucho más cercano a títulos como el clásico de los noventa Another World o al destacado Machinarum, de Amanita Design, que sin duda, sirven de inspiración. Por contra, el manejo de nuestro simpático protagonista de primeras, puede parecer algo tosco e impreciso.
Puro arte en movimiento
Lo primero que nos llama la atención del título, dejando los puzles al margen -que es uno de los aspectos a profundizar unas líneas más abajo- es su aspecto visual. El juego posee un increíble apartado artístico de lo más elaborado. Salta a la vista desde el primer momento en el que nos sumergimos en el mundo de Candle, que estamos ante un diseño vistoso, colorido y muy trabajado. Cada rincón del escenario está dibujado a mano y coloreado con acuarelas, todos ellos, además de los personajes, cuentan con una buena cantidad de detalles que le dan un aspecto bastante resultón y con su propia identidad.
En cambio, su banda sonora, aunque no se encuentra al mismo nivel que el excelente apartado artístico, sí tiene una calidad notable. Cumple de forma más que sobrada con su función de ambientar la aventura. Nos encontramos con melodías pegadizas, que se incrustan bien en ciertos momentos de la trama. Muchas de ellas tienen un toque que le sienta genial al título, con instrumentos sudamericanos. Por último, el doblaje del título como hemos indicado unas líneas más arriba está a cargo de Pepe Mediavilla, uno de los dobladores con más talento que hemos tenido en nuestro país, conocido por estar presente en infinidad de películas, además de dar voz a actores de la talla como Morgan Freeman e Ian Mckellen. Todo un lujazo.
Resolviendo puzles sin parar
Todo esto encaja a la perfección con las mecánicas básicas que posee el género como lo son los rompecabezas y la exploración de cada zona. No faltan los objetos que están esparcidos por el escenario y que, como no, hay que recoger para combinarlos y obtener alguna pieza mucho más útil que nos permita resolver ese acertijo que nos impide avanzar. Es por eso que explorar y observar cada detalle del escenario es vital como viene siendo costumbre en la gran cantidad de títulos de esta índole. Para ello, interactuamos con NPCs, que de forma visual nos pueden indicar en ocasiones que nueva pieza de inventario necesitamos como pista. Además, tenemos a mano un mapa que nos orienta por este mundo hostil, siendo de gran utilidad para movernos entre las diferentes zonas.
En ocasiones, nos comemos la cabeza unas cuantas veces para superar cada puzle que se nos propone. Estamos ante un título complicado, en el que atascarse es una tónica habitual. Lo bueno, es que la resolución de cada uno de los retos tienen su propia lógica, sin entrar en un planteamiento u dificultad enrevesada porque sí. Cada uno de los acertijos poseen soluciones acordes, con ingenio y sin planteamientos absurdos. Todos ellos, como no, están más que presentes en toda nuestra aventura, siendo una de las mayores bazas que posee Candle.
Aunque sin duda, lo más interesante es su mecánica estrella, que como menciona el propio nombre del juego, no podía ser otra cosa que la llama. Teku, es capaz de utilizar el fuego que desprende para salir victorioso en su periplo. Su uso es imprescindible tanto para interactuar con el entorno, resolver puzles, como para servir de defensa contra otras criaturas que nos amenazan. Por otro lado, no todo son ventajas, si estamos demasiado cerca de cualquier enemigo con la llama encendida, este nos va a descubrir de inmediato, dando pié a situaciones donde debemos de evitar el enfrentamiento o por el contrario, acabar con ellos. Esto hace que el sigilo sea un elemento más dentro del juego y que en este caso, esté incluso integrado con los puzles, al fin y al cabo, Candle no es un juego de acción y la forma de derrotar a los Waktcha en ocasiones suele ser un acertijo más.
Candle: The Power of The Flame (Nintendo Switch) – Una chispa que lo enciende todo
En definiva, Candle: The power of The flame cumple de una manera muy correcta con lo que se propone. Es capaz de ofrecer una aventura sólida, planteando un diseño de puzles lógico e interesante y recomendable para aquellos que disfruten de las aventuras gráficas. Si por el contrario eres un jugador que no es asiduo al género, sí puede ser complicado en ciertos tramos del juego.
Su apartado artístico salta a la vista que es un autentico portento. El trabajo realizado por Teku Studios a la hora de trasladarnos a un mundo precioso e interesante es ejemplar. Culpa de ello lo tienen los trazos dibujados a mano y el uso de la acuarela, que plasman arte en cada momento, ofreciendo una experiencia fantástica.
Hemos analizado Candle: The power of The flame para Nintendo Switch gracias a un código de descarga cedido por Teku Studios.
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